En los últimos meses, Estados Unidos ha intensificado las medidas contra académicos extranjeros, generando una ola de detenciones y restricciones que han puesto en alerta a la comunidad internacional. Investigadores, profesores y estudiantes de diversas nacionalidades, especialmente de países como China e Irán, han sido blanco de operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y otras agencias federales. Estas acciones, justificadas por el gobierno como parte de esfuerzos para proteger la seguridad nacional, han levantado críticas por su impacto en la libertad académica y la colaboración científica global.
El caso más reciente ocurrió en marzo de 2025, cuando un profesor iraní de ingeniería fue detenido en Nueva Jersey tras permanecer en el país con una visa vencida. Según reportes, el académico estaba vinculado a una universidad estadounidense y enfrentaba acusaciones de irregularidades migratorias. Este incidente se suma a una lista creciente de situaciones que afectan a académicos extranjeros, muchos de los cuales han sido señalados por supuestos vínculos con gobiernos extranjeros o por violaciones de normativas de visas.
Académicos extranjeros: Detenciones que generan controversia
Las detenciones de académicos extranjeros no son un fenómeno nuevo, pero su frecuencia ha aumentado bajo la administración actual. En febrero de 2025, dos estudiantes de la Universidad de Columbia fueron arrestados por el ICE tras participar en protestas en el campus. Uno de ellos, de origen jordano, había sobrepasado el tiempo permitido por su visa de estudiante. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) argumentó que estas acciones buscan prevenir riesgos de seguridad, pero organizaciones como el Consejo Estadounidense de Inmigración han denunciado que las medidas afectan desproporcionadamente a personas sin antecedentes penales.
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Otro caso destacado tuvo lugar en enero de 2025, cuando un investigador chino fue deportado tras ser acusado de no divulgar vínculos con una institución en su país de origen. Este tipo de restricciones se enmarca en una política más amplia que comenzó a endurecerse durante el primer mandato de Donald Trump, con iniciativas como el “China Initiative” del Departamento de Justicia, que buscaba contrarrestar el espionaje académico. Aunque dicho programa fue oficialmente suspendido en 2022, sus ecos persisten en las políticas actuales.
El impacto de las restricciones en académicos extranjeros
Las restricciones y detenciones están teniendo un efecto palpable en las universidades estadounidenses, que históricamente han dependido de talento extranjero. Según la Asociación de Educadores Internacionales (NAFSA), los estudiantes y académicos extranjeros contribuyeron con más de $40 mil millones a la economía de EE.UU. en 2023. Sin embargo, el clima de incertidumbre ha llevado a muchos a reconsiderar sus planes. “Hay un temor creciente de que las tensiones geopolíticas se traduzcan en barreras para la investigación”, señaló Jacky Li, estudiante chino en la Universidad de California, Berkeley, en una entrevista reciente.
Universidades como Harvard y MIT han emitido advertencias a sus estudiantes internacionales, instándolos a regresar al campus antes del 20 de enero de 2025, fecha en que asumió el nuevo gobierno. El temor a nuevas prohibiciones de viaje, similares a las impuestas en 2017 contra países de mayoría musulmana, ha resurgido tras las promesas de campaña de Trump de implementar un “filtro ideológico” para no ciudadanos.
¿Qué sigue para los académicos extranjeros en EE.UU.?
A medida que las políticas migratorias se endurecen, los académicos extranjeros enfrentan un futuro incierto. En marzo de 2025, el Departamento de Estado anunció una política de restricción de visas dirigida a funcionarios y personas que faciliten la migración ilegal, pero algunos expertos creen que esta medida podría ampliarse para incluir a académicos bajo pretextos de seguridad. La falta de claridad sobre los criterios para estas detenciones alimenta la preocupación en campus de todo el país.
Mientras tanto, las comunidades académicas piden mayor transparencia. “Estados Unidos debe equilibrar la seguridad con su rol como líder en libertad académica”, afirmó Jennie Murray, del Foro Nacional de Inmigración. Por ahora, los casos de académicos extranjeros detenidos o restringidos siguen acumulándose, dejando en el aire preguntas sobre el costo de estas políticas para la ciencia y la educación en el país.