Los aranceles y Donald Trump volvieron a ser el centro de atención este viernes 21 de marzo de 2025, cuando el presidente de Estados Unidos reafirmó su intención de imponer gravámenes recíprocos a partir del 2 de abril, aunque dejó entrever que podría haber espacio para ajustar el plan.
En una rueda de prensa desde el Oval Office, Trump insistió en que los aranceles son esenciales para “nivelar el campo de juego” con países que, según él, han explotado a EE.UU. comercialmente durante años. Sin embargo, al ser cuestionado sobre posibles excepciones, señaló que habrá “flexibilidad”, un guiño que podría calmar los nervios de socios como México y Canadá, quienes han estado en la mira desde que asumió su segundo mandato.
El anuncio llega tras semanas de incertidumbre económica. Desde que Trump retomó la presidencia el 20 de enero, ha prometido una política comercial agresiva, enfocada en castigar a naciones que no cumplan con sus demandas sobre migración, drogas y comercio. Esta mañana, el mandatario dijo a reporteros que no planea ceder fácilmente en su postura, pero abrió la puerta a conversaciones bilaterales antes de la fecha límite. “Si vienen a mí pidiendo excepciones, tendré que pensarlo, pero no quiero que sea para todos si es para uno”, afirmó, según AP News, dejando entrever que cualquier negociación será dura y selectiva.
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Los mercados reaccionaron con altibajos. El S&P 500 bajó un 1.2% en las primeras horas tras el comentario, reflejando la ansiedad por lo que Trump y aranceles podrían significar para las cadenas de suministro globales. En México, el peso osciló cerca de las 20.80 unidades por dólar, según Bloomberg, mientras Canadá mantiene su amenaza de represalias si los gravámenes afectan sus exportaciones. El 2 de abril, apodado por Trump como “Día de la Liberación”, marcaría el inicio de aranceles que igualen o superen los impuestos que otros países imponen a bienes estadounidenses, una promesa que ha repetido desde su campaña.
Aranceles: Negociaciones en el Horizonte
Trump y aranceles no son un tema nuevo, pero esta vez el enfoque parece más calculado. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, explicó en Fox Business que cada país recibirá un “número” que refleje sus barreras comerciales, y a partir de ahí se negociará. Países como China, que ya enfrenta un 20% adicional desde el 4 de marzo según la Casa Blanca, podrían ver incrementos mayores si no ceden en temas como el fentanilo. Trump también mencionó planes para hablar con Xi Jinping, sugiriendo que Pekín está en su radar antes de abril.
Impacto Regional
En Norteamérica, Trump y aranceles han puesto a México y Canadá en alerta máxima. Tras imponer un 25% a ambos países el 4 de marzo, Trump suspendió los gravámenes sobre bienes del T-MEC hasta el 2 de abril tras negociaciones con Claudia Sheinbaum y Justin Trudeau, según Reuters. Sheinbaum celebró el respiro en X, destacando una caída del 41% en el tráfico de fentanilo desde enero. Sin embargo, Trudeau advirtió en Ottawa que no levantará sus propios aranceles de represalia hasta que EE.UU. descarte los planes por completo, un juego de fuerza que podría escalar si las charlas fracasan.
Voces a favor y en contra
El plan de Trump y aranceles tiene defensores y detractores. En X, usuarios como @RealAmericaVoice aplaudieron la postura, diciendo: “Es hora de que EE.UU. deje de ser el banco del mundo”. Pero economistas como Joseph Politano, citado por The Washington Post, alertan que los gravámenes podrían disparar la inflación y frenar el crecimiento, con el comercio global en riesgo. Empresas como Ford y GM, que dependen de piezas mexicanas, ya pidieron exenciones para autos el 5 de marzo, un precedente que podría repetirse. Mientras tanto, la Casa Blanca asegura que el equipo comercial, con figuras como Howard Lutnick y Peter Navarro, está listo para ejecutar lo que llaman “el renacimiento de la grandeza americana” el próximo mes.