La Copa del Rey vivió anoche un capítulo decisivo en las semifinales con la derrota del Atlético de Madrid ante el Barcelona en el Cívitas Metropolitano. El partido de vuelta, que terminó con un marcador de 1-0 a favor de los culés gracias a un gol de Robert Lewandowski en el minuto 33, dejó un global de 5-4 tras el empate 4-4 en la ida.
Este resultado elimina al Atlético y sacude la tabla de posiciones en la recta final del torneo, asegurando el pase del Barcelona a la gran final del 26 de abril en el Estadio de La Cartuja, Sevilla. La Copa del Rey, en esta etapa, no usa una tabla de puntos tradicional, pero el avance de los equipos en las rondas eliminatorias redefine el camino hacia el título.
El encuentro comenzó con un Atlético volcado al ataque, consciente de que necesitaba al menos un gol para forzar la prórroga tras el empate en Montjuïc. Sin embargo, la defensa blaugrana, liderada por Jules Koundé, resistió los embates de Antoine Griezmann y compañía. El Barcelona, por su parte, aprovechó un contragolpe letal: un pase filtrado de Pedri encontró a Lewandowski, quien definió con frialdad ante Jan Oblak. El gol silenció a los más de 68,000 aficionados presentes y marcó un punto de inflexión en la eliminatoria. A pesar de los intentos finales del Atlético, el Barcelona mantuvo la ventaja y selló su boleto a la final.
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El camino del Barcelona
El triunfo del Barcelona en esta semifinal refuerza su posición como favorito en la Copa del Rey. Los culés, que acumulan 31 títulos en la historia del torneo, han mostrado un nivel ascendente en 2025, con victorias clave en La Liga y la Champions League.
En la ida, disputada el 25 de febrero, el equipo de Xavi Hernández remontó un 2-0 en contra para empatar 4-4, un resultado que dejó la serie abierta. Anoche, la solidez defensiva y la precisión en ataque les dieron el pase, colocando al Barcelona a un paso de sumar otro trofeo a su vitrina. Su rival en la final saldrá del duelo entre Real Madrid y Real Sociedad, que se define hoy en el Santiago Bernabéu.
El Atlético, por su parte, queda fuera de la contienda tras una temporada irregular. Los colchoneros, dirigidos por Diego Simeone, habían llegado a las semifinales con la esperanza de repetir su éxito de 2013, cuando ganaron la Copa del Rey en el Bernabéu. Sin embargo, la derrota ante el Barcelona pone fin a sus aspiraciones en este torneo y los obliga a enfocarse en La Liga y la Champions League, donde aún tienen compromisos pendientes.
Copa del Rey: otros frentes en juego
Mientras el Barcelona celebra, la otra semifinal de la Copa del Rey promete emociones. El Real Madrid recibe a la Real Sociedad tras un empate 1-1 en la ida el pasado 25 de febrero en San Sebastián. Los merengues, con 20 títulos en la competencia, buscan igualar al Barcelona en la final y mantener viva su racha en un año donde ya ganaron la Supercopa de España. La Real Sociedad, en tanto, llega con la ilusión de dar la sorpresa y alcanzar su primera final desde 2020, cuando se coronaron campeones. El ganador de este duelo completará el cartel del 26 de abril.
El formato de la Copa del Rey en semifinales, con partidos de ida y vuelta, ha elevado la intensidad de esta edición. Según la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), los goles de visitante ya no cuentan doble en caso de empate, lo que obligó a ambos equipos a buscar la victoria anoche. El Barcelona, con su actuación en el Metropolitano, demostró que está listo para el desafío final, mientras el Atlético lamenta una oportunidad perdida.
Copa del Rey: lo que viene
Con el Barcelona ya clasificado, la atención se centra en el desenlace de la otra llave. El Real Madrid parte como favorito en casa, pero la Real Sociedad ha mostrado capacidad para competir ante los grandes. La Copa del Rey no solo ofrece un trofeo, sino también un boleto a la Europa League 2025-2026 y un lugar en la Supercopa de España 2026, lo que añade presión a los contendientes. Por ahora, los aficionados culés celebran el pase, mientras el Atlético reagrupa fuerzas para lo que resta de la temporada.
El torneo sigue su curso, y la final en Sevilla promete ser un espectáculo. Los equipos restantes ajustan sus estrategias, conscientes de que cada partido puede cambiar el rumbo de la historia en la Copa del Rey.