El 4 de abril de 2025, un ataque ruso con misiles balísticos golpeó la ciudad de Krivói Rog, ciudad natal del presidente ucraniano Volodímir Zelenski, causando al menos 19 muertes, incluyendo nueve niños, y dejando más de 50 heridos. Este ataque, uno de los más mortales del año, ha generado preocupación sobre el estado de las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania.
Ataque mortal en Krivói Rog
El bombardeo impactó una zona residencial de Krivói Rog, causando incendios y daños significativos en edificios de apartamentos y seis instituciones educativas. Entre los heridos se encontraba un bebé de tres meses. El alcalde de la ciudad, Oleksandr Vilkul, calificó el ataque como «una tarde y noche trágica» y acusó a Rusia de cometer «otro crimen sangriento».
El presidente Zelenski ofreció sus condolencias a las familias afectadas y denunció que el ataque fue dirigido a zonas residenciales y parques infantiles, lo que demuestra la falta de respeto de Rusia por la diplomacia y su aparente intención de prolongar el conflicto.
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Imagen de Archivo del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. EFE/EPA/SERGEY DOLZHENKO
Reacciones internacionales y estado de las conversaciones de paz
La comunidad internacional ha condenado enérgicamente el ataque. La alta representante de Política Exterior de la Unión Europea, Kaja Kallas, calificó las imágenes del bombardeo como «trágicas e inhumanas» y criticó a Rusia por continuar destruyendo Ucrania sin mostrar voluntad de negociar la paz.
Mientras tanto, las conversaciones de paz parecen estancadas. El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, expresó que Estados Unidos evaluará en las próximas semanas si Rusia está genuinamente comprometida con la paz en Ucrania. Rubio enfatizó que las acciones de Rusia, más que sus palabras, determinarán su compromiso con las negociaciones.
A pesar de los esfuerzos diplomáticos, incluyendo la Cumbre de Londres sobre Ucrania de 2025, donde líderes internacionales discutieron un plan de paz, los avances han sido limitados. En dicha cumbre, se enfatizó la necesidad de mantener la ayuda militar a Ucrania y aumentar las sanciones económicas contra Rusia, además de garantizar que cualquier acuerdo de paz preserve la soberanía y seguridad de Ucrania.
Personal de emergencias ucraniano tras el ataque de la pasada noche en Járkov. EFE/EPA/Sergey Kozlov
Tensiones en aumento
La reciente escalada en Krivói Rog se suma a una serie de ataques que han puesto en duda la sinceridad de Rusia en las negociaciones de paz. Además, Rusia ha establecido condiciones previas para las conversaciones, incluyendo la retirada de Ucrania de territorios reclamados y el abandono de sus aspiraciones de unirse a la OTAN, demandas que Ucrania ha rechazado por considerarlas inaceptables.
Mientras tanto, Estados Unidos y sus aliados europeos han reafirmado su compromiso de involucrarse activamente en las negociaciones, subrayando que cualquier acuerdo debe involucrar a la Unión Europea debido a las sanciones impuestas a Rusia y al impacto directo del conflicto en la región.
Impacto en la población civil
Los continuos ataques rusos han tenido un impacto devastador en la población civil ucraniana. Desde el inicio del conflicto en 2022, se estima que más de 12.700 civiles han muerto y más de 30.000 han resultado heridos, cifras que podrían ser aún mayores. La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la protección de los civiles y ha instado a ambas partes a respetar el derecho internacional humanitario.