El 17 de abril de 2025, un tiroteo interrumpió la tranquilidad en la Universidad Estatal de Florida (FSU), ubicada en Tallahassee. Un joven de 20 años, identificado como Phoenix Ikner, comenzó a disparar con un arma de servicio perteneciente a su madre, quien es agente de policía en el Departamento del Condado de Leon. El ataque dejó dos muertos y al menos seis heridos, según informaron las autoridades locales. Los agentes de policía respondieron rápidamente y, tras negarse el agresor a seguir las órdenes, lo hirieron antes de arrestarlo.
El ataque y la respuesta de los estudiantes y la policía
El tiroteo comenzó alrededor del mediodía cerca de la sede de la asociación estudiantil de la universidad, generando pánico entre los estudiantes, quienes se refugiaron en diferentes partes del campus. Algunos se escondieron en un boliche y otros en un ascensor de carga. A pesar del caos, los estudiantes actuaron con rapidez y habilidad para protegerse, mientras otros alertaban a las autoridades.
Aidan Stickney, estudiante de administración de empresas de 21 años, relató que vio al agresor descender de un vehículo con una escopeta y apuntar a un hombre con camiseta blanca. Cuando el arma se atascó, el atacante regresó al coche, sacó una pistola y disparó contra una mujer. Stickney, quien logró escapar, advirtió a otros estudiantes mientras llamaba al número de emergencias 911.
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Foto: Redes sociales
Las víctimas y el perfil del agresor
El jefe de policía de la universidad, Jason Trumbower, indicó que las dos víctimas fatales no eran estudiantes, aunque no proporcionó más detalles sobre las mismas. El atacante, Phoenix Ikner, era estudiante de la universidad y miembro del consejo asesor juvenil del Departamento de Policía del condado de Leon, según declaraciones del sheriff Walt McNeil.
Ikner obtuvo acceso al arma de su madre, quien había trabajado en el departamento de policía durante más de 18 años. La policía señaló que la pistola utilizada en el ataque era una vieja arma de servicio de la madre de Ikner, que ella había conservado para su uso personal después de que el departamento actualizara su equipo.
El caos en el campus y la evacuación
Tras la alerta de tirador activo emitida por la universidad, miles de estudiantes y personal se refugiaron en diferentes puntos del campus. Ryan Cedergren, estudiante de comunicación de 21 años, relató que él y unas 30 personas más se escondieron en el boliche del edificio. Mientras tanto, otros, como Chris Pento, se refugiaron en un ascensor de servicio tras escuchar los disparos cerca de la cafetería del campus.
La policía acordonó rápidamente el área, y las ambulancias, camiones de bomberos y vehículos policiales llegaron al campus en cuestión de minutos. El presidente de la universidad, Richard McCullough, expresó su tristeza y condena por la tragedia, asegurando que las prioridades de la universidad eran la seguridad y el bienestar de la comunidad.
Foto: FSU/EFE
La respuesta de las autoridades y la situación del agresor
Tras el tiroteo, las autoridades no han revelado el motivo detrás del ataque, lo que mantiene a la comunidad universitaria en shock. Phoenix Ikner fue trasladado al hospital con heridas graves, aunque no se han detallado su estado actual. Se sabe que las autoridades creen que Ikner, debido a su relación cercana con el Departamento de Policía del Condado de Leon, tenía acceso a armas, lo que aumenta las preocupaciones sobre el control de armas y la seguridad en las instituciones educativas.
El contexto de la violencia armada en Estados Unidos
Este tiroteo se suma a la alarmante cifra de tiroteos masivos que ocurren en Estados Unidos cada año. En 2025, se han registrado al menos 81 tiroteos masivos, lo que ha generado un intenso debate sobre la necesidad de un mayor control de armas en el país. Sin embargo, el presidente Donald Trump, quien fue informado sobre el incidente, expresó que no impulsaría nuevas leyes sobre armas, señalando que «las armas no perpetran el tiroteo, las personas lo hacen».
La historia se repite: un precedente en FSU
El tiroteo en la Universidad Estatal de Florida no es un incidente aislado. En 2014, otro tiroteo en la biblioteca Strozier dejó tres personas heridas, y el atacante fue abatido por la policía. La universidad, una de las principales instituciones educativas de Florida, con más de 44,000 estudiantes, ha sido escenario de tragedias relacionadas con la violencia armada, lo que ha generado un creciente temor entre la comunidad estudiantil.