El asesinato de Robert F. Kennedy vuelve a captar la atención pública tras la desclasificación de más de 10,000 páginas de documentos relacionados con el crimen ocurrido el 5 de junio de 1968, según anunció la Directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, el 18 de abril de 2025.
Los archivos, publicados en el sitio web de los Archivos Nacionales de EE.UU., fueron liberados por orden del presidente Donald Trump, quien firmó una orden ejecutiva en enero de 2025 para divulgar registros sobre este y otros asesinatos de la década de 1960. La acción, respaldada por el Secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., hijo del senador asesinado, busca ofrecer transparencia sobre uno de los eventos más trágicos de la historia estadounidense.
Gabbard informó que se descubrieron 50,000 páginas adicionales en almacenes del FBI y la CIA, las cuales serán digitalizadas y publicadas en los próximos meses. Este movimiento ha reavivado especulaciones sobre posibles nuevas pistas en el caso, especialmente por las afirmaciones de Kennedy Jr. de que Sirhan Sirhan, el condenado por el crimen, podría no haber actuado solo. A continuación, se detallan los hechos, el contenido de los documentos y las reacciones oficiales.
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Asesinato de Robert F. Kennedy: Contexto del caso
El senador Robert F. Kennedy, exfiscal general y candidato presidencial demócrata, fue asesinado en el Hotel Ambassador de Los Ángeles momentos después de celebrar su victoria en las primarias de California. Según la Oficina del Sheriff del Condado de Los Ángeles, Kennedy recibió disparos de una pistola calibre .22 manejada por Sirhan Sirhan, un inmigrante palestino de 24 años.
Sirhan fue condenado en 1969 tras un juicio que lo señaló como el único responsable, pero teorías sobre un segundo tirador han persistido, impulsadas por la autopsia que indicó que Kennedy recibió disparos desde una distancia menor a la que Sirhan se encontraba, según el Departamento de Justicia de California. La Comisión Federal de Comercio (FTC) señala que el caso generó desconfianza pública, alimentada por la falta de acceso a registros federales durante décadas.
Los documentos desclasificados incluyen informes del FBI, registros de la CIA, y notas de la investigación local en Los Ángeles, muchos de los cuales estaban almacenados sin digitalizar. La Oficina del Sheriff confirmó que algunos archivos detallan la vigilancia previa a Sirhan, quien expresó resentimiento por el apoyo de Kennedy a Israel en la Guerra de los Seis Días. Gabbard destacó que los archivos son “crudos y sin editar”, lo que podría ofrecer nueva información sobre las circunstancias del crimen.
Contenido de los archivos
Los 10,000 documentos publicados el 18 de abril abarcan 229 archivos que incluyen entrevistas con testigos, análisis balísticos, y comunicaciones internas entre el FBI y la CIA, según los Archivos Nacionales. Aunque no se han identificado revelaciones definitivas hasta el momento, Gabbard señaló que los registros podrían aclarar las operaciones de inteligencia previas al asesinato.
Un comunicado de la Casa Blanca indicó que los documentos son parte del compromiso de Trump con la transparencia máxima, prometiendo que las 50,000 páginas adicionales serán revisadas para su publicación. Robert F. Kennedy Jr., en un mensaje en X, agradeció a Gabbard y Trump, afirmando que “levantar el velo sobre los papeles de RFK es un paso necesario para restaurar la confianza en el gobierno”.
El FBI, que lideró una investigación paralela al caso local, había retenido algunos registros por motivos de seguridad nacional, según un informe desclasificado del Departamento de Justicia. La OEA, en un comunicado reciente, expresó interés en los archivos, destacando su relevancia para entender el impacto de los asesinatos políticos en la democracia. La Secretaría de Relaciones Exteriores de México, que ha seguido casos similares, señaló que la desclasificación podría servir como modelo para otros países.
Reacciones y expectativas
La comunidad académica y los familiares de Kennedy han reaccionado con cautela y esperanza. El gobernador de California, Gavin Newsom, elogió la desclasificación en X, llamándola “un paso hacia la verdad”, pero instó a un análisis riguroso de los documentos.
La Asociación Nacional para la Transparencia Gubernamental pidió que los Archivos Nacionales proporcionen guías para facilitar el acceso público a los archivos, dada su complejidad. El Departamento de Seguridad Nacional, aunque no está directamente involucrado, señaló que la desclasificación no compromete operaciones actuales de inteligencia.
Organizaciones como el Centro de Estudios de Derechos Civiles han comenzado a revisar los documentos, buscando posibles conexiones con otros asesinatos de la época, como el de Martin Luther King Jr., cuyos archivos también están en proceso de desclasificación.
La Oficina del Sheriff de Los Ángeles planea colaborar con historiadores para contextualizar los registros locales. Mientras los investigadores y el público exploran estas 10,000 páginas, el asesinato de Robert F. Kennedy sigue generando preguntas sobre lo que realmente ocurrió aquella noche en 1968, con la promesa de más respuestas a medida que se publiquen los archivos restantes.