Cada año, millones de personas celebran la Pascua en el mundo con rituales que mezclan devoción religiosa, costumbres familiares y festividades populares. Esta celebración, que marca la resurrección de Jesucristo según la tradición cristiana, se ha transformado en una fecha universalmente significativa, capaz de reunir fe, esperanza y renovación.
Aunque sus raíces son profundamente religiosas, la Pascua también ha dado origen a prácticas culturales únicas en cada región, desde procesiones solemnes hasta juegos infantiles y banquetes coloridos. En 2025, la Pascua se celebrará el domingo 20 de abril, y muchas de estas tradiciones ya están en marcha.
Europa mantiene vivas las tradiciones religiosas
En países como Italia, España y Grecia, la Pascua conserva un fuerte carácter religioso. En Roma, el Papa Francisco presidirá la Misa de Resurrección en la Plaza de San Pedro, seguida de la tradicional bendición «Urbi et Orbi», transmitida a millones de fieles alrededor del planeta.
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En España, la Semana Santa culmina con procesiones que combinan arte sacro, música y fervor popular. Las más reconocidas se celebran en Sevilla, Málaga y Valladolid, donde cofradías recorren las calles con pasos monumentales que representan la Pasión de Cristo.
Grecia celebra la Pascua Ortodoxa, que en ocasiones difiere en fecha respecto a la Pascua católica. Allí, la «Anástasis» o resurrección se conmemora con fuegos artificiales, repiques de campanas y el encendido de velas en la medianoche del sábado. Luego, las familias se reúnen para compartir el tradicional cordero asado.

Vista de un aparador de una pastelería de Barcelona con varios tipos de mona, un pastel tradicional que los padrinos regalan a sus ahijados en Cataluña cada lunes de Pascua. EFE/Alberto Estévez
América Latina une devoción y colorido
La Pascua en el mundo tiene una expresión muy particular en América Latina, donde la religiosidad se combina con manifestaciones culturales únicas. En México, por ejemplo, el Viacrucis de Iztapalapa, en Ciudad de México, es una de las representaciones más multitudinarias del continente, con actores locales que recrean la Pasión de Cristo ante cientos de miles de asistentes.
En Guatemala, la Semana Santa de Antigua fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Las calles empedradas se cubren de alfombras elaboradas con aserrín de colores, flores y frutas, que preceden el paso de las procesiones.
Colombia, Perú y Ecuador también destacan por sus celebraciones religiosas y festivales locales que atraen a turistas y fieles. En Brasil, si bien el catolicismo es predominante, la Pascua se mezcla con tradiciones populares como la entrega de huevos de chocolate y celebraciones comunitarias en plazas y escuelas.
La alegría de los huevos y conejos en Norteamérica
En Estados Unidos y Canadá, la Pascua se celebra con un enfoque más familiar y lúdico. Las iglesias ofrecen servicios especiales, pero lo más popular es la búsqueda de huevos de Pascua (Easter Egg Hunt), donde los niños buscan huevos decorados o de chocolate escondidos en jardines y parques.
La Casa Blanca organiza cada año el tradicional «Easter Egg Roll» en sus jardines, evento que reúne a familias de todo el país. Este ritual, que data de 1878, simboliza la renovación y la infancia como parte del espíritu de la Pascua.
Además, el conejo de Pascua (Easter Bunny) es uno de los personajes más icónicos de esta festividad en América del Norte. Su origen se remonta a inmigrantes alemanes que llevaron esta figura a Pensilvania en el siglo XVIII.
Foto: Pixabay
Asia y África adoptan la celebración con identidad propia
Aunque en Asia el cristianismo no es la religión predominante, países como Filipinas viven la Pascua con una intensidad única. En esta nación de mayoría católica, los rituales de Semana Santa incluyen procesiones, dramatizaciones vivas y misas de vigilia. Uno de los momentos más impactantes es el «Salubong», el encuentro simbólico entre Jesús resucitado y su madre María, celebrado al amanecer del domingo.
En India, comunidades cristianas como los católicos de Goa o los ortodoxos de Kerala celebran la Pascua con misas solemnes y comidas festivas. En Japón y Corea del Sur, si bien la Pascua no es un feriado oficial, algunas iglesias cristianas conmemoran la fecha, y el simbolismo de los huevos decorados ha comenzado a incorporarse de forma comercial.
En África, la Pascua es muy significativa para comunidades cristianas de países como Etiopía, Kenia y Sudáfrica. En Etiopía, los fieles de la Iglesia Ortodoxa Etíope celebran el “Fasika” con ayuno previo, misas nocturnas y un festín tradicional con cordero al amanecer. En Sudáfrica, la Pascua está marcada por festivales religiosos y reuniones familiares, con énfasis en la reflexión espiritual.
Pascua en el mundo: una festividad en expansión
La Pascua en el mundo refleja cómo una conmemoración religiosa ha evolucionado en cada región, adaptándose a las culturas locales sin perder su esencia espiritual. Ya sea con procesiones solemnes, banquetes compartidos, juegos infantiles o rituales ancestrales, esta celebración sigue siendo un símbolo de renacimiento, fe y alegría.
A medida que el cristianismo se expande o se entrelaza con otras tradiciones, la Pascua mantiene su capacidad de unir generaciones y comunidades. En 2025, una vez más, esta festividad promete ser un momento de reflexión, celebración y encuentro para millones de personas alrededor del mundo.