Un inmigrante indocumentado fue detenido este jueves por la mañana en Azusa, California, cuando se dirigía a llevar a su hija de 14 años a la escuela. El operativo, que fue captado por cámaras de seguridad del vecindario, ha desatado una ola de reacciones entre defensores de derechos humanos y residentes locales, quienes cuestionan la forma en que ocurrió la intervención.
Detención de inmigrante indocumentado frente a su hija de 14 años
El hecho ocurrió poco antes de las 7:45 a. m., cuando el padre de familia caminaba hacia su camioneta familiar acompañado de su hija. En las imágenes captadas por cámaras privadas de vigilancia, se observa cómo varios agentes lo rodean y lo interceptan en plena vía pública. Según relató su esposa, también indocumentada, el hombre fue obligado a subir a un sedán gris mientras su hija corría de regreso a la casa entre lágrimas, gritando que alguien se había llevado a su papá.
La esposa, que grabó parte del suceso con su celular, relató que su esposo gritaba que los agentes eran de inmigración. Hasta el momento, no se ha confirmado si los funcionarios pertenecen al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) o al Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Ambas agencias han sido contactadas por medios locales, pero no han ofrecido comentarios oficiales.
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Foto: NBC News
La detención de inmigrante indocumentado reactiva el debate migratorio en California
La detención de inmigrante indocumentado en un contexto familiar y escolar ha reavivado el debate sobre los métodos de detención utilizados por las autoridades federales. La familia, originaria de Puebla, México, llegó a Estados Unidos hace más de dos décadas. Desde entonces, han echado raíces en Azusa, donde el matrimonio ha formado una familia con tres hijos y un nieto.
“No tenía una orden de deportación, no sé por qué se lo llevaron”, afirmó la esposa en declaraciones a NBC. La mujer pidió mantenerse en el anonimato por temor a represalias o procesos migratorios en su contra. Según explicó, su esposo nunca tuvo problemas legales y no había recibido notificaciones de comparecencia ante tribunales migratorios.
El impacto emocional en la familia ha sido profundo. La menor de 14 años, testigo directa de la detención, se encuentra recibiendo apoyo psicológico. “Mi hija no deja de preguntar qué va a pasar con su papá. No sé qué decirle”, expresó la madre.
Reacciones a la detención de inmigrante indocumentado en Azusa
Diversas organizaciones defensoras de derechos de los migrantes condenaron el operativo. “Detener a una persona frente a su hija, camino a la escuela, no es solo una violación a los principios de humanidad, sino también una agresión emocional para una menor de edad”, afirmó una vocera de la organización Chirla (Coalition for Humane Immigrant Rights of Los Angeles).
En redes sociales, varios usuarios expresaron su preocupación por la forma en que se llevan a cabo las detenciones en barrios residenciales. “No es la primera vez que vemos este tipo de operativos. Usan tácticas que parecen de película, pero las consecuencias son reales para las familias”, escribió en X (antes Twitter) una activista local.
El caso también generó reacciones entre líderes políticos. Algunos concejales del área de Los Ángeles pidieron una revisión de los protocolos que utilizan las agencias federales al ejecutar operativos en zonas escolares o en presencia de menores.
Foto: NBC News
El futuro del padre detenido: incertidumbre legal
Hasta la noche del viernes, no se había informado sobre el paradero del hombre ni sobre los cargos específicos en su contra. Su familia teme que sea deportado sin derecho a audiencia, una práctica que, si bien no es común, ha ocurrido en situaciones similares cuando no se presentan recursos legales a tiempo.
Expertos en inmigración indicaron que la ausencia de una orden de deportación confirmada podría ser clave para su defensa. Además, subrayaron que el hecho de llevar más de 20 años viviendo en el país y contar con una familia establecida podría ayudar en su caso, si se presenta una solicitud de cancelación de deportación bajo las disposiciones legales del país.
Mientras tanto, la familia permanece en Azusa, sin respuestas oficiales, con la esperanza de que organizaciones legales tomen el caso y logren frenar una posible deportación inmediata.