El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, sorprendió este fin de semana con una propuesta inusual: ofreció al gobierno de Venezuela un intercambio de prisioneros. A través de una publicación en su cuenta de X (antes Twitter), propuso repatriar a 252 venezolanos que actualmente están detenidos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), a cambio de un número igual de personas encarceladas en Venezuela por motivos políticos.
Según Bukele, la mayoría de estos ciudadanos venezolanos fueron deportados desde Estados Unidos y están relacionados con actividades delictivas. En contraste, afirma que los prisioneros políticos venezolanos fueron encarcelados “únicamente por oponerse” al régimen de Nicolás Maduro.
Nayib Bukele asegura que los venezolanos detenidos en el Cecot son delincuentes peligrosos
La oferta de Nayib Bukele ha generado una ola de reacciones, tanto en El Salvador como en Venezuela. Según el presidente salvadoreño, los venezolanos recluidos en el Cecot —una prisión de máxima seguridad que ha sido foco de atención internacional— fueron deportados por Estados Unidos bajo acusaciones de pertenecer a pandillas como el Tren de Aragua o la MS-13.
Te Recomendamos
“A diferencia de nuestros detenidos, muchos de los cuales han asesinado, otros han cometido violaciones y algunos incluso habían sido arrestados en múltiples ocasiones antes de ser deportados, sus presos políticos no han cometido ningún delito”, escribió Bukele, dirigiéndose directamente a Maduro.
Sin embargo, ni Estados Unidos ni las autoridades salvadoreñas han presentado pruebas contundentes que confirmen la pertenencia de los reclusos a estos grupos criminales. La falta de evidencias alimenta la controversia sobre la legalidad de su detención y el uso del Cecot como centro para migrantes deportados.
El Cecot, inaugurado en 2023, ha sido criticado por organizaciones internacionales de derechos humanos debido a las condiciones en que se encuentran los internos. La instalación tiene capacidad para 40 mil prisioneros y ha sido símbolo de la política de mano dura que Nayib Bukele ha implementado en su cruzada contra las pandillas.

Fotografía de archivo de personas deportadas en un avión militar estadounidense, a la base aérea Armando Escalon ubicada en San Pedro Sula (Honduras). EFE/Jose Valle
La respuesta de Venezuela: acusan a Nayib Bukele de “secuestro”
El gobierno de Nicolás Maduro respondió con dureza a la propuesta. El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, exigió la lista oficial de los venezolanos detenidos en El Salvador y calificó la medida como un “secuestro”.
Maduro, por su parte, negó que los deportados sean criminales. Según su administración, se trata de migrantes víctimas de la persecución política en Estados Unidos y ahora, en El Salvador. Incluso ha respaldado públicamente los llamados para que regresen a Venezuela.
La propuesta de Nayib Bukele también menciona a figuras concretas del entorno opositor venezolano. Entre ellos se encuentra Rafael Tudares, yerno del exiliado candidato presidencial Edmundo González, quien, según Bukele, fue detenido en Caracas a principios de enero de este año. También menciona a Corina Parisca de Machado, madre de la dirigente opositora María Corina Machado, quien habría sido objeto de presiones políticas por parte del régimen.
Nayib Bukele incluye a líderes asilados y activistas en su propuesta
Uno de los aspectos más controvertidos de la propuesta de Nayib Bukele es su alcance. El mandatario no se limitó a los prisioneros comunes ni a los casos de alto perfil. También ofreció intercambiar a cuatro dirigentes políticos refugiados en la embajada de Argentina en Caracas. Este grupo lleva más de un año solicitando asilo, acusados por el gobierno venezolano de actividades terroristas y traición a la patria.
Las fuerzas de seguridad venezolanas han mantenido retenes alrededor de la embajada, lo que los asilados consideran un “asedio”, aunque no han ingresado a las instalaciones diplomáticas.
En la lista presentada por Bukele también se incluyen activistas como la abogada Rocío San Miguel, el periodista Roland Carreño y al menos 50 ciudadanos de otras nacionalidades, entre ellas estadounidenses, que se encuentran detenidos en Venezuela.
La estrategia de Bukele parece buscar un doble objetivo: por un lado, aliviar la presión sobre su política migratoria y carcelaria, y por otro, posicionarse como defensor de los derechos humanos frente a lo que considera un régimen autoritario en Venezuela.

Fotografía de archivo del interior del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), la nueva cárcel construida por el gobierno de El Salvador, en Tecoluca (El Salvador). EFE/Rodrigo Sura
Popularidad regional de Nayib Bukele y críticas por su política de seguridad
A pesar de las críticas que ha recibido por parte de organizaciones internacionales, Nayib Bukele continúa siendo uno de los líderes más populares de América Latina. En febrero de 2024, fue reelegido con una amplia mayoría y ha utilizado con eficacia las redes sociales para construir una imagen de gobernante fuerte y directo.
Bukele se ha autoproclamado “el dictador más cool del mundo” y “rey filósofo”, títulos provocadores que ha utilizado para responder a sus detractores, quienes lo acusan de socavar las instituciones democráticas de El Salvador.
Su enfoque de “mano dura” ha sido efectivo en términos de reducción de homicidios, según cifras oficiales, pero también ha generado denuncias de abusos a gran escala, detenciones arbitrarias y condiciones inhumanas en los centros penitenciarios.
La propuesta de intercambio con Venezuela no solo añade un nuevo capítulo a su política exterior, sino que también refuerza su estrategia de presentar su modelo de gobierno como un ejemplo a seguir en la región.