El Vaticano hizo público el testamento espiritual del papa Francisco, redactado por el pontífice argentino el 29 de junio de 2022 en su residencia de Santa Marta. El documento, escrito de su puño y letra, expresa de forma clara sus deseos para el día de su muerte: un entierro sencillo, sin lujos, y una tumba humilde en la Basílica de Santa María la Mayor.
El papa Francisco falleció este lunes 21 de abril a los 88 años a causa de un ictus cerebral, según informó oficialmente la Santa Sede. Su deceso ocurrió a las 7:35 horas locales en la Casa Santa Marta, donde residía desde su elección como sumo pontífice en 2013.
El papa Francisco pidió una tumba sencilla “en la tierra” y sin adornos
En su testamento espiritual, el papa Francisco dejó instrucciones precisas sobre su lugar de sepultura. Solicitó que su tumba fuera colocada en un nicho de la nave lateral de la Basílica de Santa María la Mayor, ubicada entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza. Pidió, además, que el sepulcro fuera en la tierra, sin decoración particular y con una inscripción única: Franciscus.
Te Recomendamos
“Sintiendo que se acerca el ocaso de mi vida terrena, y con viva esperanza en la Vida Eterna, deseo expresar mi voluntad testamentaria solo en cuanto al lugar de mi sepultura”, escribió en el documento.
El pontífice también indicó que los gastos relacionados con su entierro serían cubiertos con una suma que había reservado previamente y que debía ser transferida directamente a la basílica romana. Según se detalla, el encargo de esta gestión fue confiado al arzobispo Rolandas Makrickas, comisario extraordinario del Capítulo Liberiano.
Este documento fue publicado por la oficina de prensa del Vaticano luego del fallecimiento del pontífice, y refleja la austeridad y humildad que marcaron tanto su papado como su vida personal. Durante más de una década, el papa Francisco insistió en llevar una vida sin ostentaciones, eligiendo incluso vivir en la modesta Casa Santa Marta en lugar del Palacio Apostólico.

El papa Francisco en una imagen de 2022. EFE/EPA/Massimo Percossi
Causas oficiales de la muerte del papa Francisco
La Santa Sede confirmó que el papa Francisco murió debido a un ictus cerebral que le provocó un coma profundo y un fallo cardiocirculatorio irreversible. La información fue detallada en un parte médico firmado por Andrea Arcangeli, director de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano.
El parte certifica que el fallecimiento ocurrió en la mañana del lunes 21 de abril, y fue constatado mediante un electrocardiograma. El pontífice ya había sido hospitalizado en el Policlínico Gemelli de Roma durante 38 días, desde enero hasta finales de marzo, por complicaciones respiratorias.
En su historial médico, el papa Francisco padecía hipertensión, diabetes, bronquitis múltiple e insuficiencia respiratoria aguda debido a una neumonía bilateral. Pese a su avanzada edad y las múltiples afecciones, el pontífice había continuado con algunas actividades públicas, incluida su última aparición en el Domingo de Resurrección.
Durante esa ceremonia, tan solo un día antes de su fallecimiento, se asomó al balcón de la Basílica de San Pedro para impartir la tradicional bendición Urbi et Orbi. Fue la última vez que se mostró ante los fieles.

El papa Francisco habla durante la bendición Urbi et Orbi este domingo, en la Plaza de San Pedro en la Ciudad del Vaticano (Vaticano). EFE/EPA/Angelo Carconi
El papa Francisco ofreció su sufrimiento por la paz mundial
En una de las secciones más emotivas del testamento, el papa Francisco dejó un mensaje que resume su visión espiritual: “El sufrimiento que se hizo presente en la última parte de mi vida lo ofrecí al Señor por la paz mundial y la fraternidad entre los pueblos”.
Asimismo, pidió a quienes lo conocieron que continúen orando por él, y manifestó su deseo de que el Señor otorgue “la recompensa merecida a quienes me han amado”.
El testamento también revela su profunda devoción mariana: “Mi vida y mi ministerio sacerdotal y episcopal los he confiado siempre a la Madre de Nuestro Señor, María Santísima. Por tanto, pido que mis restos mortales descansen, esperando el día de la resurrección en la Basílica Papal de Santa María la Mayor”.
Tras su fallecimiento, su cuerpo fue trasladado a la capilla de la residencia papal, donde reposará temporalmente antes de ser llevado a la basílica, conforme a sus deseos.
El Vaticano ya ha iniciado los preparativos del funeral, que seguirá un rito más sencillo de lo habitual, en línea con la solicitud del propio pontífice. No habrá velatorio en la Basílica de San Pedro, como fue costumbre con otros papas, y se espera que el entierro sea más íntimo, pero no menos significativo para los fieles.