El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil ordenó este jueves el ingreso inmediato en prisión del expresidente Fernando Collor de Mello, quien gobernó entre 1990 y 1992. Collor fue condenado en 2023 a ocho años y diez meses de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero, pero la ejecución de la sentencia se había pospuesto debido a recursos judiciales pendientes.
El ministro Alexandre de Moraes, uno de los jueces más influyentes de la corte, rechazó el último intento de la defensa para aplazar la decisión. Según el fallo, ese recurso tenía un carácter “meramente dilatorio” y pretendía evitar que se cumpliese el castigo impuesto por su implicación en un caso de corrupción que involucra a BR Distribuidora, una antigua subsidiaria de la estatal Petrobras.
De esta forma, la corrupción de Fernando Collor vuelve al centro de la atención pública y política en Brasil, en un momento en que el país busca reforzar sus instituciones frente a los escándalos del pasado.
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Fotografía de archivo del magistrado de la Suprema Corte de Brasil, Alexandre de Moraes. EFE/ Andre Borges
El caso de corrupción de Fernando Collor vinculado a BR Distribuidora
La condena contra Collor está relacionada con una compleja red de sobornos pagados a cambio de facilitar contratos irregulares entre BR Distribuidora y empresas privadas. De acuerdo con la investigación, el exsenador recibió alrededor de 20 millones de reales (3,5 millones de dólares) entre 2010 y 2014.
La sentencia sostiene que Collor usó su influencia política para nombrar y mantener directivos en la subsidiaria de Petrobras, asegurando que ciertas empresas se beneficiaran con contratos de distribución de combustibles. Las comisiones ilegales se habrían destinado a campañas políticas y gastos personales, ocultando los montos mediante transacciones bancarias encubiertas.
Este esquema de corrupción de Fernando Collor fue descubierto como parte de las investigaciones derivadas de la Operación Lava Jato, que ya había implicado a otros presidentes como Luiz Inácio Lula da Silva y Michel Temer, aunque en situaciones judiciales distintas.
El presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva. EFE/André Borges
Corrupción de Fernando Collor: impacto de la decisión del Supremo de Brasil
La prisión inmediata de Collor se produce después de décadas de una carrera política marcada por escándalos. Collor fue el primer presidente elegido por voto directo tras la dictadura militar, pero su mandato terminó abruptamente en 1992 cuando renunció durante un proceso de juicio político por corrupción, del cual fue finalmente absuelto por el Supremo.
A pesar de aquel episodio, Collor volvió a la vida pública. Fue senador entre 2007 y 2023 y en 2022 intentó sin éxito regresar al poder como gobernador del estado de Alagoas. Sin embargo, su influencia se redujo notablemente, y la reciente condena por corrupción de Fernando Collor pone fin a sus aspiraciones políticas.
La decisión de Alexandre de Moraes deberá ser revisada por el pleno del STF, pero sin perjuicio del inicio del cumplimiento de la pena. Esta medida refuerza la idea de que los crímenes de corrupción no quedarán impunes, sin importar el cargo o la figura pública implicada.
Contexto histórico y judicial de la corrupción de Fernando Collor
La figura de Fernando Collor ha sido controvertida desde su llegada al poder. Su discurso modernizador, que prometía privatizaciones y reformas económicas, se vio rápidamente opacado por denuncias de tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito. Aunque en 1994 fue absuelto por la Corte Suprema de las acusaciones que causaron su renuncia, el estigma nunca desapareció del todo.
Este nuevo capítulo en la historia judicial de Brasil refuerza un patrón: desde la democratización, todos los presidentes brasileños, salvo Fernando Henrique Cardoso, han enfrentado investigaciones judiciales. La corrupción de Fernando Collor, aunque data de años posteriores a su presidencia, reaviva el debate sobre la ética en la política brasileña.
Estrategia judicial y lo que viene a continuación
La defensa de Collor puede intentar nuevos recursos, pero el inicio del cumplimiento de la pena parece irreversible. Según el sistema judicial brasileño, una vez que el pleno del Supremo valide la decisión de Moraes —algo que podría ocurrir este mismo viernes en sesión virtual—, no habría margen para suspender la prisión.
Además, esta condena por corrupción de Fernando Collor podría dar pie a otros procesos relacionados con la malversación de fondos públicos, lavado de activos y delitos electorales cometidos durante su periodo como senador.