Un operativo federal de inmigración llevado a cabo en el restaurante 1942 Tacos & Tequila, ubicado en Beaver County, Pensilvania, terminó con la detención de ocho personas. La redada de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas), el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), se enmarca dentro de una investigación criminal sobre empleo y contratación de personas en situación migratoria irregular.
El establecimiento, reconocido por su oferta de cocina mexicana, se encontraba operando con normalidad hasta el momento en que los agentes federales ejecutaron una orden de registro. Testigos describieron la escena con una fuerte presencia policial y vehículos oficiales con ventanas oscurecidas frente al local, un protocolo habitual para mantener la discreción en este tipo de operativos.
Según confirmó ICE a CBS News, la operación está relacionada con una investigación activa y, debido a su naturaleza confidencial, no se han proporcionado más detalles por el momento. Lo que sí se ha confirmado es que los ocho arrestos se produjeron por violaciones a la ley migratoria vigente en Estados Unidos.
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(Crédito: Google Earth)
Redada de inmigración en 1942 Tacos & Tequila genera reacciones entre los clientes
El restaurante, que también cuenta con sucursales en Cleveland y Newell (Virginia Occidental), solo fue intervenido en su sede de Rochester, ubicada a unos 48 kilómetros de Pittsburgh. A pesar del despliegue federal y del cierre temporal tras la redada, el local reabrió sus puertas al día siguiente, operando con normalidad.
Sin embargo, los clientes habituales no tardaron en notar cambios. Donna Bentler, una vecina de la zona, relató a CBS News que el personal había cambiado por completo: “Si realmente estaban aquí ilegalmente, entonces no tengo problema con que se los lleven. Pero eran increíbles. Estuvimos allí recientemente y ahora hay personas completamente nuevas”.
Esta declaración refleja el impacto emocional que una redada de inmigración puede tener en la comunidad, especialmente cuando los trabajadores forman parte del día a día en negocios pequeños. El caso de 1942 Tacos & Tequila ha puesto sobre la mesa el debate sobre cómo las operaciones migratorias afectan no solo a los trabajadores, sino también a los clientes y a la estabilidad de los comercios locales.
Agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos se preparan para redadas para buscar indocumentados, en una fotografía de archivo. EFE/Dominick Reuter
Redada de ICE en 1942 Tacos & Tequila preocupa a la comunidad
El operativo no pasó desapercibido para las autoridades locales. La oficina del congresista Chris Deluzio, quien representa la región, reaccionó rápidamente. En declaraciones recogidas por CBS News y KDKA-TV, su equipo explicó que estaban al tanto de la redada desde que miembros preocupados de la comunidad se comunicaron con ellos. Deluzio aseguró que su despacho está trabajando para obtener información directa de las agencias involucradas.
Este tipo de acciones suele generar tensión política, sobre todo en zonas donde los pequeños negocios dependen en gran parte de trabajadores inmigrantes. En muchas comunidades, el personal extranjero —regularizado o no— es parte fundamental de la economía y del tejido social.
Tiffany McAllister, otra clienta habitual del restaurante, expresó su desconcierto: “Es asombroso, para ser honesta. Entiendo que tienen ciertos criterios o requisitos para determinadas situaciones, pero yo nunca tuve ningún problema con ellos”. Su comentario pone en evidencia cómo este tipo de intervenciones puede generar dudas entre los consumidores y afectar la reputación del negocio, incluso cuando no existen cargos penales directos contra los propietarios.