El asesinato de María del Carmen Morales, madre buscadora en el estado mexicano de Jalisco, ha generado una profunda indignación entre organizaciones civiles y familiares de personas desaparecidas. La madre buscadora, junto a su hijo Jaime Daniel Ramírez Morales, fue asesinada en un ataque armado durante la madrugada del jueves en Tlajomulco de Zúñiga, según informó la Fiscalía estatal a CNN.
Morales era integrante activa del Colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, una organización que ha denunciado públicamente la existencia de fosas clandestinas y centros de tortura en distintas zonas del estado. En marzo de este año, el colectivo dio a conocer el hallazgo del llamado Rancho Izaguirre, ubicado en el municipio de Teuchitlán, donde se encontraron restos humanos, estructuras similares a crematorios y evidencia de prácticas violentas utilizadas por grupos criminales.
El crimen ocurrió apenas semanas después de la muerte de Teresa González, otra madre buscadora que falleció tras ser herida de bala en un intento de secuestro. En ambos casos, las víctimas formaban parte de grupos dedicados a la localización de personas desaparecidas y habían participado activamente en las búsquedas en el Rancho Izaguirre.
Te Recomendamos
Fotografía de archivo de familiares de personas desaparecidas frente al Rancho Izaguirre (México). EFE/ Francisco Guasco
Asesinato de María del Carmen Morales expone riesgos para madres buscadoras
El asesinato de María del Carmen Morales marca el segundo ataque letal contra integrantes de colectivos en menos de un mes en Jalisco, una de las entidades con mayor número de desaparecidos en México. Aunque la Fiscalía local no ha confirmado un vínculo directo entre el crimen y su labor como madre buscadora, la posibilidad de que su activismo haya motivado el ataque no ha sido descartada.
“Hasta ahora no hay elementos que confirmen que el ataque esté relacionado con su labor, pero se están agotando todas las líneas de investigación”, declaró Denis Rodríguez, portavoz de la Fiscalía del Estado de Jalisco, al ser consultado por CNN. No obstante, los colectivos de búsqueda insisten en que este tipo de crímenes no pueden ser tratados como hechos aislados, ya que existe un patrón de violencia sistemática contra quienes exigen verdad y justicia.
De acuerdo con datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), Jalisco encabeza la lista con más de 15,000 casos activos. A ello se suma un contexto de impunidad, donde las agresiones contra activistas, madres buscadoras y periodistas rara vez son esclarecidas.
La inseguridad que enfrentan estas mujeres no es nueva. En los últimos tres años, al menos seis madres buscadoras han sido asesinadas en diferentes estados del país, entre ellos Sonora, Veracruz, Sinaloa y ahora Jalisco. A pesar de que su labor debería contar con medidas de protección especiales, muchas continúan realizando búsquedas sin apoyo oficial.
Fotografía de un integrante de la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Jalisco reguardando un área acordonada en el Rancho Izaguirre (México). EFE/ Francisco Guasco
Asesinato de María del Carmen Morales: exigencia de justicia desde los colectivos
Tras el asesinato de María del Carmen Morales, el Colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco emitió un comunicado en el que exigió a las autoridades una investigación transparente y rápida. “Hoy nos arrebataron a una compañera valiente. No vamos a permitir que esto quede impune”, señalaron en redes sociales.
María del Carmen buscaba desde febrero de 2024 a su hijo Ernesto Julián Ramírez Morales, desaparecido en la colonia Las Villas, también en Tlajomulco. Desde entonces, se unió al colectivo y participó en múltiples jornadas de búsqueda en campo. En su testimonio público, había narrado la angustia de recibir llamadas falsas, la indiferencia de algunas autoridades y el temor constante de ser silenciada.
La comunidad local ha expresado su preocupación por el nivel de violencia que enfrentan los colectivos. “Las madres buscadoras están haciendo el trabajo que debería hacer el Estado.»YY encima las matan”, comentó una vecina de la zona donde ocurrió el ataque, quien pidió no revelar su identidad por razones de seguridad.
En el caso de Teresa González, la Fiscalía confirmó que fue atacada con arma de fuego tras resistirse a un intento de secuestro. Ella también buscaba a un ser querido: su hermano, desaparecido en Guadalajara en febrero de 2024. González participó activamente en las búsquedas en Rancho Izaguirre, donde fue vista por última vez poco antes del atentado.
Más que una cifra: el legado de María del Carmen Morales
Aunque su nombre ahora aparece en titulares por su trágica muerte, el asesinato de María del Carmen Morales es también un recordatorio del rostro humano detrás de la crisis de desapariciones en México. Era madre, luchadora incansable y parte de una red de mujeres que se rehúsan a rendirse ante el dolor.
El caso ha despertado reacciones en diversas organizaciones nacionales e internacionales. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) expresó su preocupación por los ataques sistemáticos a personas defensoras de derechos humanos, mientras que Amnistía Internacional urgió al gobierno mexicano a garantizar la seguridad de quienes buscan a sus seres queridos.
Al cierre de esta edición, la Fiscalía de Jalisco mantiene abierta la carpeta de investigación, sin que se haya identificado públicamente a los responsables del crimen.