Virginia Giuffre, una de las víctimas de Jeffrey Epstein por abuso sexual y tráfico de menores, falleció el 24 de abril de 2025 a los 41 años en su granja en Neergabby, Australia Occidental, según un comunicado de su familia emitido el 25 de abril. La familia afirmó que Giuffre, conocida por su valentía al enfrentar a figuras poderosas como Epstein y el príncipe Andrés, murió por suicidio, tras años de lucha contra las secuelas del trauma. Su denuncia fue clave para destapar la red de tráfico sexual de Epstein, según documentos judiciales del Distrito Sur de Nueva York. Su tuit de 2021, donde negaba intenciones suicidas, ha generado especulaciones tras su muerte.
Una denuncia histórica
Nacida como Virginia Roberts en 1983 en California, Giuffre tuvo una infancia marcada por el abuso, incluyendo agresiones sexuales a los 7 años y periodos en hogares de acogida, según su declaración en documentos judiciales de 2015. En 2000, a los 16 años, fue reclutada por Ghislaine Maxwell, entonces asociada de Epstein, mientras trabajaba en el club Mar-a-Lago de Donald Trump en Palm Beach, según el Departamento de Justicia de EE.UU. Maxwell, condenada en 2021 a 20 años de prisión por tráfico sexual, la presentó a Epstein bajo la fachada de un empleo como masajista, iniciando años de abuso, según la Oficina de Víctimas del Departamento de Justicia.
Giuffre alegó que Epstein y Maxwell la traficaron a hombres influyentes, incluido el príncipe Andrés, cuando tenía 17 años, según una demanda presentada en 2021. El caso contra Andrés, resuelto extrajudicialmente en 2022 por 16 millones de dólares, incluyó una donación a la organización de Giuffre, Victims Refuse Silence, según el comunicado de su publicista, Dini von Mueffling. Andrés negó las acusaciones, pero el acuerdo evitó un juicio público, según el Departamento de Comunicaciones de Buckingham Palace.
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Virginia Giuffre y su valentía
En 2009, Giuffre demandó a Epstein como Jane Doe 102, logrando un acuerdo de 500,000 dólares, según documentos judiciales desclasificados en 2022. Su testimonio fue crucial para la condena de Maxwell y las investigaciones del FBI contra Epstein, quien se suicidó en 2019 mientras aguardaba juicio por tráfico sexual, según el Departamento de Justicia de EE.UU. Giuffre fundó Victims Refuse Silence en 2015, renombrada como Speak Out, Act, Reclaim (SOAR) en 2021, para apoyar a sobrevivientes de tráfico sexual, según el sitio oficial de la organización.
Madre de tres hijos, Giuffre se mudó a Australia en 2002 tras conocer a su esposo, Robert, durante un viaje a Tailandia, según su publicista. Sin embargo, enfrentó dificultades personales, incluyendo acusaciones de abuso doméstico contra Robert en enero de 2025, según un comunicado suyo del 9 de abril. Un accidente de tráfico en marzo de 2025, que la dejó con insuficiencia renal, marcó sus últimos meses, según su publicación en Instagram del 31 de marzo.
Preguntas sin respuesta
La muerte de Giuffre ha reavivado el interés en los archivos sellados de Epstein, según el Departamento de Justicia de EE.UU. Aunque la policía de Australia Occidental no trata su muerte como sospechosa, el tuit de 2021 donde afirmó “no estoy en absoluto suicida” ha alimentado teorías en X, según publicaciones del 25 de abril de 2025. La investigación forense sigue en curso, según un portavoz policial el 26 de abril.
Sigrid McCawley, abogada de Giuffre, la describió como “una campeona para otras víctimas”, según un comunicado del 25 de abril. Su familia destacó su amor por sus hijos y animales, afirmando que “brilló a pesar de la adversidad”. Mientras el mundo reflexiona sobre su impacto, el legado de Giuffre como defensora de las sobrevivientes de abuso sexual permanece, con su organización SOAR continuando su misión, según su sitio oficial.