En una nueva medida de control migratorio, Estados Unidos anunció que rechazará visas a mujeres extranjeras embarazadas si se determina que su objetivo principal es dar a luz en el país para que sus hijos obtengan la ciudadanía automáticamente. Esta práctica, conocida como turismo de parto en Estados Unidos, ha sido calificada como inaceptable por las autoridades consulares.
La información fue difundida por la Embajada de EE.UU. en México a través de su cuenta oficial en X (antes Twitter), donde se advierte que los funcionarios consulares están tomando medidas contra quienes intentan abusar del sistema migratorio estadounidense. “Es inaceptable que padres extranjeros utilicen una visa de turista con el propósito principal de dar a luz en EE.UU.”, señala el comunicado.
Turismo de parto en Estados Unidos: una práctica en la mira del Departamento de Estado
Aunque la Constitución estadounidense, a través de la Enmienda 14, garantiza la ciudadanía a toda persona nacida en el territorio nacional, el Departamento de Estado considera inadmisible el ingreso al país con la intención principal de tener un hijo en suelo estadounidense para adquirir la ciudadanía.
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La política no prohíbe explícitamente la entrada de mujeres embarazadas. Sin embargo, los oficiales de inmigración pueden negar la entrada si determinan que la persona planea permanecer en el país hasta dar a luz, sin los medios económicos para cubrir los gastos médicos o sin una justificación clara sobre su regreso.
El turismo de parto en Estados Unidos ha sido una práctica común durante años, especialmente entre ciudadanos de países como China, Rusia, Turquía y Nigeria, quienes buscan que sus hijos accedan a beneficios a largo plazo como educación gratuita, oportunidades laborales y una eventual vía para el patrocinio familiar.
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Embajada de EE.UU. advierte sobre el turismo de parto en Estados Unidos
La publicación de la Embajada de EE.UU. en México no solo advierte a los viajeros sobre el rechazo de visas, sino que también confirma que ya se están tomando acciones concretas. “Los funcionarios consulares estadounidenses rechazan estas solicitudes de visa con base en la ley de inmigración”, se indica en el mensaje.
A pesar de que el turismo de parto en Estados Unidos no es un delito tipificado como tal, las autoridades aseguran que se están tomando medidas más estrictas para evitar que esta práctica se convierta en una estrategia de obtención fraudulenta de la ciudadanía estadounidense. Además, las personas involucradas en organizar o lucrarse con este tipo de esquemas pueden enfrentar cargos penales, como ocurrió recientemente con un caso que involucra a ciudadanos chinos.
Phoebe Dong y su esposo, Michael Wei Yueh Liu, fueron condenados por conspiración y lavado de dinero. Ambos operaban una “casa de maternidad” en California donde alojaban a mujeres embarazadas que deseaban tener a sus hijos en EE.UU. A cambio, cobraban miles de dólares. CBS News reportó que, tras dar a luz, las madres regresaban a sus países de origen con sus bebés ciudadanos estadounidenses.
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Visas bajo revisión: implicaciones migratorias del turismo de parto en Estados Unidos
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) ha confirmado que no existen regulaciones que prohíban explícitamente la entrada de mujeres embarazadas. No obstante, cada caso será evaluado por los oficiales migratorios en función de distintos factores como:
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La fecha probable del parto.
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La duración prevista de la estadía.
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La posesión de seguro médico adecuado.
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La capacidad económica para cubrir los gastos relacionados con el embarazo y el parto.
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La intención de regresar a su país de origen tras un tiempo limitado.
Si estos requisitos no son demostrables, las visas pueden ser rechazadas de inmediato. La embajada subrayó que el objetivo de estas medidas no es penalizar el embarazo, sino evitar el uso indebido de las visas de turismo con fines migratorios encubiertos.
Aunque los defensores del turismo de parto en Estados Unidos argumentan que es una elección legítima dentro del marco constitucional, el Gobierno federal ha dejado claro que tomará medidas para impedir que este tipo de nacionalización por suelo (jus soli) sea utilizada como un atajo migratorio.
La administración de Donald Trump ya había mostrado interés en eliminar la ciudadanía por nacimiento durante su primer mandato en 2018. Aunque esa propuesta no se materializó, la actual política refleja una continuidad en el endurecimiento de las reglas migratorias bajo su liderazgo.