La Corte Suprema de Justicia de Argentina reveló este lunes un hallazgo impactante: varias cajas con material vinculado al nazismo, cuyo ingreso al país se produjo en 1941, durante los años más intensos de la Segunda Guerra Mundial. Este descubrimiento, realizado durante el traslado de documentos para la creación de un museo dentro del tribunal, ha abierto un nuevo capítulo en la historia de los documentos ocultos en el país, algunos de los cuales podrían arrojar luz sobre aspectos desconocidos de la historia del Holocausto.
El descubrimiento del material nazista
El presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, ordenó un relevamiento detallado del contenido encontrado, luego de que, al abrir una de las cajas, se identificara material destinado a consolidar la ideología nazi en Argentina. Este material incluye documentos que habían sido detenidos en 1941 por las autoridades locales, cuando fueron enviados al país desde la Embajada Alemana en Tokio. Según el comunicado oficial de la Corte, el hallazgo se produjo en el marco del proceso de mudanza de archivos para la futura instalación de un museo dentro de la misma Corte.
Rosatti encabezó la apertura formal de las cajas el viernes pasado, en compañía de autoridades judiciales y de la comunidad judía de Argentina. Entre los asistentes se encontraban el Gran Rabino de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), Eliahu Hamra, el director ejecutivo del Museo del Holocausto de Buenos Aires, Jonathan Karszenbaum, y la investigadora de la misma institución, Marcia Ras.
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Fotografía cedida que muestra (i-d) al director Ejecutivo del Museo del Holocausto de Buenos Aires, Jonathan Karszenbaum, la investigadora del Museo del Holocausto de Buenos Aires, Marcia Ras, el presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, y el director del Centro de Asistencia Judicial Federal (CAJF), Pablo Lamounan, revisando documentos relacionados al nazismo. EFE/ Corte Suprema de Justicia
El origen de las cajas y su relación con la Segunda Guerra Mundial
La historia del material encontrado tiene su origen el 20 de junio de 1941, cuando 83 bultos enviados por la Embajada Alemana en Tokio llegaron a Argentina a bordo del vapor japonés «Nan-a-Maru». Aunque los diplomáticos alemanes intentaron hacer pasar los documentos como efectos personales de su personal, las autoridades argentinas, preocupadas por la posible naturaleza del material, decidieron intervenir.
De acuerdo con el relato oficial de la Corte Suprema, la División de Aduanas y Puertos detuvo el ingreso de los bultos, y la situación fue derivada al entonces canciller argentino Enrique Ruiz Guiñazú. Ante el posible impacto que el material pudiera tener sobre la neutralidad de Argentina en la guerra, la Comisión Especial Investigadora de las Actividades Antiargentina, que funcionó entre 1941 y 1943, asumió el caso.
El 8 de agosto de 1941, un grupo compuesto por funcionarios de la Aduana, la Cancillería y la mencionada comisión abrió cinco cajas al azar. Entre los documentos hallados se encontraron postales, fotografías y material propagandístico del régimen nazi, así como miles de libretas de afiliación a la Organización del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán y a la Unión Alemana de Gremios.
Impacto del hallazgo y el proceso de digitalización
El material hallado en la Corte Suprema será sometido a un proceso de digitalización y clasificación, un trabajo que se llevará a cabo en conjunto con el Museo del Holocausto. El objetivo es realizar un inventario detallado de los documentos y determinar si contienen información crucial sobre el Holocausto o si las pistas encontradas pueden arrojar nuevas revelaciones sobre aspectos desconocidos de la Segunda Guerra Mundial.
Fotografía cedida por la Corte Suprema de Justicia de un documento relacionado al nazismo. EFE/ Corte Suprema de Justicia
La neutralidad argentina y su relación con el nazismo
Argentina mantuvo una postura neutral durante la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial, aunque en 1944 rompió relaciones con las potencias del Eje. En 1945, ya al final del conflicto, el país declaró la guerra a Alemania y Japón. A pesar de esta neutralidad oficial, muchos jerarcas nazis encontraron refugio en Argentina después de la guerra, como el caso de Adolf Eichmann, uno de los principales organizadores del Holocausto.
Eichmann fue capturado por el Mossad, el servicio de inteligencia israelí, en Argentina en 1960. Posteriormente, fue juzgado en Jerusalén, donde fue declarado culpable de numerosos crímenes y condenado a muerte. Su ejecución se llevó a cabo el 1 de junio de 1962.
El legado del nazismo en Argentina
Entre 1933 y 1954, unos 40.000 judíos llegaron a Argentina huyendo de la persecución nazi en Europa. Esto convirtió a Argentina en el país con la mayor población judía de Latinoamérica. Sin embargo, el país no solo albergó a judíos, sino también a varios jerarcas nazis que se establecieron allí para escapar de la justicia internacional.
Además de Eichmann, Argentina fue hogar de otros nazis de alto rango, como el médico de las SS Josef Mengele, aunque su presencia fue menos conocida. El país también albergó a varios miembros de las SS y otros oficiales de la Gestapo, quienes lograron eludir la captura durante años.
Los ataques a la comunidad judía en Argentina
A lo largo de las décadas, la comunidad judía en Argentina ha sido víctima de dos de los ataques terroristas más devastadores en la historia del país: el atentado contra la Embajada de Israel en 1992 y la explosión de la sede de la AMIA en 1994. Ambos ataques, que dejaron más de 100 muertos, fueron dirigidos principalmente a la comunidad judía, pero a pesar de la magnitud de los atentados, las investigaciones han quedado en gran parte sin resolver, generando un fuerte sentimiento de impunidad.