Las autoridades de salud de EE. UU. han recomendado a las personas mayores de 60 años que eviten recibir la vacuna contra el chikungunya mientras se investigan reportes de efectos adversos post-comercialización. La decisión, anunciada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), afecta a la única vacuna aprobada contra esta enfermedad, conocida como Ixchiq, desarrollada por Valneva. Esta medida temporal surge tras la notificación de dos muertes y 17 eventos adversos entre 80,000 receptores, según datos preliminares de la FDA.
La vacuna Ixchiq fue autorizada en junio de 2024 para personas mayores de 18 años tras ensayos clínicos que mostraron su eficacia contra el virus transmitido por mosquitos, especialmente en regiones tropicales y subtropicales donde el chikungunya ha resurgido. Sin embargo, los recientes reportes han generado preocupación sobre su seguridad en adultos mayores, un grupo que podría ser más vulnerable a reacciones severas. Los CDC han indicado que la pausa se mantendrá mientras se analizan los datos, sin especificar una fecha para reanudar su uso en este rango de edad, lo que ha provocado un debate sobre los riesgos y beneficios de la inmunización.
Chikungunya: Contexto de la alerta en EE. UU.
La recomendación llega en un momento crítico, ya que la temporada de chikungunya, que coincide con el aumento de mosquitos en los meses cálidos, está a punto de intensificarse en varias partes de EE. UU., incluyendo el sur de Florida y Texas, donde los casos han aumentado desde 2023. El virus, transmitido por el mosquito Aedes aegypti, provoca fiebre, dolor articular intenso y fatiga, con un impacto significativo en comunidades vulnerables. Aunque la enfermedad rara vez es mortal, sus síntomas prolongados pueden ser debilitantes, especialmente para personas mayores.
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La FDA aprobó la vacuna tras demostrar una eficacia del 98% en adultos sanos menores de 60 años durante los ensayos, pero los datos de seguridad post-comercialización han revelado complicaciones en mayores, incluyendo reacciones alérgicas graves y problemas neurológicos. Hasta ahora, las autoridades no han confirmado la relación causal entre la vacuna y las muertes, pero han optado por la precaución mientras se completan las investigaciones. Esto ha llevado a que algunos estados, como Florida, ya estén ajustando sus programas de vacunación para priorizar a adultos más jóvenes.
Alternativas y recomendaciones
Con la vacuna en pausa para mayores de 60, las autoridades de salud están promoviendo medidas alternativas para proteger a esta población durante la temporada de chikungunya. El uso de repelentes con DEET, el uso de ropa que cubra la piel y la eliminación de agua estancada, donde se reproducen los mosquitos, son las principales estrategias recomendadas por los CDC. Además, se han intensificado las campañas de fumigación en áreas de alto riesgo, como el condado de Miami-Dade, donde se han reportado brotes esporádicos desde abril.
Los expertos también están evaluando la posibilidad de desarrollar una versión ajustada de la vacuna que sea segura para mayores, aunque esto podría tomar meses. Mientras tanto, los CDC instan a las personas mayores a consultar con sus médicos antes de recibir cualquier dosis, especialmente si ya han sido expuestos al virus. La temporada de chikungunya, que históricamente alcanza su pico en julio y agosto, sigue siendo un desafío para la salud pública, y esta pausa en la vacunación ha puesto el foco en la necesidad de soluciones más seguras para proteger a los grupos vulnerables.
La decisión ha generado reacciones mixtas entre la población, con algunos elogiando la cautela de las autoridades y otros cuestionando el retraso en una herramienta que podría prevenir miles de casos. Las autoridades prometen actualizaciones regulares mientras avanzan las investigaciones, dejando a los mayores de 60 en una posición de incertidumbre pero con un llamado claro a adoptar medidas preventivas para enfrentar esta amenaza estacional.