En un hecho sin precedentes, el Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó este martes en San Diego, California, cargos por narcoterrorismo del Cártel de Sinaloa contra dos de sus líderes, marcando la primera vez que se vincula legalmente al narcotráfico con el terrorismo en territorio estadounidense.
Los señalados son Pedro Inzunza Noriega, de 62 años, y su hijo Pedro Inzunza Coronel, de 33, acusados de haber introducido enormes cantidades de drogas en Estados Unidos durante décadas, operando como figuras clave del cártel mexicano. Ambos están ahora en la mira de la justicia federal, con una acusación que podría costarles la cadena perpetua.
Narcoterrorismo del Cártel de Sinaloa vinculado al tráfico de fentanilo
La acusación incluye cargos por narcoterrorismo y por tráfico de materiales utilizados con fines terroristas, entre ellos fentanilo, cocaína, heroína y metanfetaminas. Según el fiscal federal Adam Gordon, se trata de una causa “histórica”, ya que es la primera vez que se aplica la figura de narcoterrorismo a miembros del Cártel de Sinaloa.
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Gordon explicó en rueda de prensa que esta acusación es parte de un nuevo enfoque para combatir a los grupos criminales organizados, bajo el marco legal establecido por una orden ejecutiva del presidente Donald Trump. Esa orden, emitida en febrero, catalogó a varios cárteles mexicanos como Organizaciones Terroristas Extranjeras, entre ellos al de Sinaloa.
“El tráfico de estas sustancias no solo envenena nuestras comunidades, también es una forma de terrorismo moderno que destruye familias y desafía la autoridad del Estado”, declaró el fiscal.
EE.UU. detiene a 16 miembros del Cártel de Sinaloa. Foto del Departamento de Justicia de EE.UU.
Golpe al narcoterrorismo del Cártel de Sinaloa en México
El 3 de diciembre de 2024, en coordinación con autoridades mexicanas, se realizaron múltiples operativos en Sinaloa que derivaron en el decomiso de 1.500 kilogramos de fentanilo, la mayor incautación de esta droga sintética registrada hasta la fecha en el mundo. Las propiedades allanadas, según el expediente judicial, eran administradas por los Inzunza.
Las autoridades estadounidenses consideran que padre e hijo fueron durante años piezas clave en la cadena de suministro de cocaína proveniente de Colombia, y que en los últimos años ampliaron sus operaciones al tráfico de drogas sintéticas, especialmente fentanilo, sustancia vinculada a decenas de miles de muertes por sobredosis en Estados Unidos.
Además de los líderes, también fueron acusados otros presuntos integrantes de la red criminal, incluyendo a los mexicanos David Alejandro Heredia Velázquez, Daniel Eduardo Bojórquez y Javier Alonso Vázquez Sánchez; el guatemalteco Óscar René González Menéndez; y el costarricense Elías Alberto Quirós Benavides.
Todos enfrentan cargos por conspiración para distribuir narcóticos y participar en actividades terroristas ligadas al narcotráfico. Si son hallados culpables, podrían enfrentar penas de cadena perpetua y fuertes sanciones económicas.
Estados Unidos endurece su lucha contra el narcoterrorismo del Cártel de Sinaloa
Desde su nombramiento en abril de 2024, el fiscal Gordon creó una Unidad de Narcoterrorismo en el distrito sur de California, con el objetivo específico de atacar legalmente a los cárteles con herramientas más contundentes. Según sus palabras, esta estrategia representa una “cacería” legal contra los líderes criminales, quienes serán perseguidos “hasta que enfrenten la justicia en una corte federal”.
La fiscal especial Pam Bondi, también involucrada en el caso, subrayó que los días de impunidad para el Cártel de Sinaloa están llegando a su fin. “Se acabaron sus días de brutalizar al pueblo estadounidense sin consecuencias”, afirmó.
El nuevo enfoque ha sido bien recibido por varios sectores políticos y judiciales en EE.UU., que ven con preocupación el crecimiento del tráfico de fentanilo y el aumento de muertes por sobredosis. En 2023, más de 70.000 estadounidenses fallecieron por consumo de opioides sintéticos, una cifra alarmante que ha llevado a considerar este fenómeno como una emergencia nacional.
Foto: JIM LO SCALZO/EFE