Trabajar más de 52 horas semanales podría modificar tu cerebro, según estudio surcoreano
Un reciente estudio realizado por investigadores de las universidades Chung-Ang y Yonsei en Corea del Sur sugiere que trabajar más de 52 horas a la semana podría provocar cambios significativos en la estructura cerebral. La investigación, publicada en la revista Occupational and Environmental Medicine, analizó a 110 profesionales de la salud, dividiéndolos en dos grupos según sus horas laborales: aquellos que trabajaban 52 horas o más por semana y quienes laboraban menos de ese tiempo.
Utilizando técnicas avanzadas de neuroimagen, los científicos identificaron alteraciones en regiones del cerebro relacionadas con funciones ejecutivas y regulación emocional en el grupo con jornadas laborales más extensas. Estas áreas incluyen el giro frontal medio, implicado en la atención y la memoria, y la ínsula, asociada al procesamiento emocional y la autoconciencia.
Posibles implicaciones a largo plazo para la salud mental y cognitiva
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Aunque algunos cambios observados podrían interpretarse como adaptaciones temporales para enfrentar demandas laborales intensas, los investigadores advierten que la exposición prolongada al estrés sin periodos adecuados de recuperación podría llevar a fatiga, inestabilidad emocional y disminución del rendimiento cognitivo.
«Las personas que trabajaban 52 o más horas a la semana mostraron cambios significativos en las regiones cerebrales asociadas con la función ejecutiva y la regulación emocional», señalaron los autores del estudio. Estos hallazgos podrían proporcionar una base biológica para los desafíos cognitivos y emocionales reportados por individuos con cargas laborales excesivas.
Contexto global: el exceso de trabajo como problema de salud pública
Este estudio se suma a una creciente preocupación internacional sobre los efectos del exceso de trabajo en la salud. En 2021, un informe conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estimó que trabajar más de 55 horas semanales está asociado con un aumento del 35% en el riesgo de accidente cerebrovascular y un 17% en el riesgo de morir por cardiopatía isquémica.
La OMS y la OIT destacaron que en 2016, aproximadamente 745,000 muertes fueron atribuibles a largas jornadas laborales, convirtiéndose en un factor de riesgo significativo para la salud laboral a nivel mundial.
Limitaciones del estudio y necesidad de investigaciones adicionales
Los autores del estudio surcoreano reconocen ciertas limitaciones en su investigación, como el tamaño reducido de la muestra y el enfoque exclusivo en profesionales de la salud. Por ello, enfatizan la necesidad de realizar estudios adicionales en diversas poblaciones y contextos laborales para comprender mejor la relación entre las horas de trabajo y los cambios estructurales en el cerebro.
«Si bien los resultados deben interpretarse con cautela debido a la naturaleza exploratoria de este estudio piloto, representan un primer paso significativo para comprender la relación entre el exceso de trabajo y la salud cerebral», concluyeron los investigadores.
Recomendaciones para empleadores y trabajadores
Expertos en salud laboral sugieren que tanto empleadores como trabajadores deben ser conscientes de los riesgos asociados con jornadas laborales prolongadas. Implementar políticas que promuevan un equilibrio entre la vida laboral y personal, así como fomentar ambientes de trabajo que prioricen la salud mental, podría mitigar los efectos negativos del exceso de trabajo.
«Los gobiernos, los empleadores y los trabajadores pueden tomar medidas para proteger la salud de los trabajadores durante las largas jornadas laborales», aconsejó Frank Pega, funcionario técnico de la OMS, en relación con estudios previos sobre el tema.
Este estudio destaca la importancia de abordar el exceso de trabajo no solo como una cuestión de productividad, sino también como un problema de salud pública que requiere atención y acción coordinada.