Maikelys vuelve a casa: la niña separada por EE.UU. regresa a Venezuela tras un año de espera
Maikelys Antonella Espinoza Bernal, la niña venezolana de dos años que permanecía bajo custodia de las autoridades estadounidenses tras la deportación de sus padres, regresó este miércoles a Venezuela. La menor fue recibida en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar por la primera dama, Cilia Flores, y el ministro del Interior, Diosdado Cabello, quienes calificaron su retorno como una «gran victoria».
Acusaciones sin pruebas y separación familiar
La separación de Maikelys de sus padres ocurrió en mayo de 2024, cuando Yorelys Bernal y Maiker Espinoza fueron detenidos por ingresar ilegalmente a Estados Unidos. Las autoridades estadounidenses los acusaron de tener vínculos con el grupo criminal Tren de Aragua, aunque no presentaron pruebas concluyentes. Según la familia, las acusaciones se basaron en tatuajes que portaban, los cuales eran de carácter personal y no indicativos de afiliación a pandillas .
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Mientras los padres eran deportados por separado—la madre a Venezuela y el padre a una prisión en El Salvador—Maikelys fue puesta bajo custodia de la Oficina de Reubicación de Refugiados de EE.UU., siendo trasladada entre varios hogares temporales .
Reencuentro en el Palacio de Miraflores
Tras intensas gestiones diplomáticas, Maikelys fue repatriada en un vuelo que transportaba a 226 migrantes venezolanos desde Texas. En el Palacio de Miraflores, la niña se reunió con su madre y su abuela. El presidente Nicolás Maduro expresó su agradecimiento al expresidente Donald Trump y al enviado especial Rich Grenell por facilitar el retorno de la menor, calificando el acto como «un gesto profundamente humano» .
El padre permanece detenido en El Salvador
Maiker Espinoza, padre de Maikelys, fue trasladado en marzo a la prisión de máxima seguridad CECOT en El Salvador, acusado por el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. de ser «teniente» del Tren de Aragua. Sin embargo, su familia y el gobierno venezolano niegan estas acusaciones, argumentando que no existen antecedentes penales en su contra más allá de infracciones migratorias .
Implicaciones políticas y humanitarias
El caso de Maikelys ha generado tensiones diplomáticas entre Venezuela y Estados Unidos, con el gobierno venezolano denunciando la separación como un «secuestro». Organizaciones de derechos humanos han criticado las políticas migratorias que resultan en la separación de familias y la detención de migrantes sin pruebas concluyentes de actividades delictivas.
La repatriación de Maikelys pone en relieve los desafíos y controversias en torno a las políticas migratorias y de deportación, así como la necesidad de enfoques más humanitarios y respetuosos de los derechos de los migrantes y sus familias.