La jueza Hannah Dugan del condado de Milwaukee fue imputada por un gran jurado federal este martes 13 de mayo por presuntamente impedir que agentes de inmigración arrestaran a un inmigrante indocumentado durante una audiencia judicial. La noticia ha generado un intenso debate en la comunidad local y más allá, especialmente tras su declaración de inocencia en una audiencia preliminar celebrada esta tarde a las 2:00 p.m. hora local. Dugan enfrenta una posible condena de hasta seis años de prisión, lo que ha puesto bajo escrutinio las prácticas judiciales en el estado de Wisconsin y ha avivado las discusiones sobre inmigración y el poder judicial.
El caso comenzó a principios de abril, cuando Dugan, jueza del circuito del condado de Milwaukee, habría ayudado a un hombre indocumentado acusado de violencia doméstica a evitar la detención por parte de agentes de ICE durante una audiencia en su sala. Según las autoridades federales, la jueza habría ordenado al acusado salir por una puerta trasera del tribunal, permitiéndole evadir a los agentes que esperaban afuera. El individuo, que enfrentaba cargos por agredir gravemente a su compañero de cuarto, fue arrestado días después, pero el incidente desencadenó una investigación que llevó a los cargos actuales contra Dugan.
Detalles del caso contra Dugan
La investigación federal señala que Hannah Dugan actuó intencionalmente para obstruir el trabajo de ICE, lo que llevó a su suspensión indefinida por parte de la Corte Suprema de Wisconsin el 29 de abril de 2025. Las autoridades judiciales estatales confirmaron que la jueza fue relevada temporalmente de sus funciones tras las acusaciones iniciales, mientras se desarrollaba la pesquisa. El gran jurado federal emitió la imputación formal esta semana, acusándola de obstrucción a la justicia y conspiración, cargos que podrían resultar en una pena significativa si es encontrada culpable en un juicio que aún no tiene fecha definida.
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Dugan, quien lleva más de una década en el sistema judicial de Milwaukee, se declaró inocente durante la audiencia de hoy, argumentando que sus acciones fueron un ejercicio de discreción judicial para proteger al acusado durante el proceso legal. Sin embargo, las autoridades federales sostienen que sus decisiones excedieron su autoridad y violaron las leyes de inmigración. El caso ha generado reacciones mixtas, con algunos defendiendo su intención de garantizar un juicio justo, mientras otros critican lo que perciben como un abuso de poder en un contexto de creciente tensión migratoria en Estados Unidos.
Repercusiones y opiniones
La polémica en Milwaukee ha puesto bajo la lupa las relaciones entre el poder judicial y las políticas de inmigración, especialmente en un estado como Wisconsin, que ha visto un aumento en las detenciones de inmigrantes indocumentados en los últimos años. La Corte Suprema de Wisconsin, que supervisa las conductas éticas de los jueces, mantiene abierta una investigación paralela, mientras las autoridades federales avanzan con el proceso penal. La jueza, de 48 años, enfrenta un futuro incierto, con su carrera judicial en riesgo y un juicio que podría establecer un precedente sobre los límites de la autoridad judicial en casos de inmigración.
La comunidad local está dividida, con algunos manifestantes reunidos fuera del tribunal esta tarde en apoyo a Dugan, argumentando que sus acciones protegieron a un individuo vulnerable. Otros, sin embargo, exigen una sanción severa, viendo el caso como un ejemplo de corrupción judicial. Las autoridades de inmigración han reforzado su presencia en Milwaukee desde el incidente, mientras el caso sigue desarrollándose, captando la atención nacional en un momento donde los debates sobre inmigración y justicia dominan la agenda. Este suceso marca un capítulo controvertido en la historia judicial de la ciudad, destacando las tensiones en torno a un tema que sigue siendo polarizante.