El escudo de León XIV fue revelado oficialmente por la Oficina de Prensa de la Santa Sede tras días de especulación sobre sus símbolos, colores y mensaje espiritual. La explicación fue elaborada por el padre Antonio Pompili, vicepresidente del Instituto Heráldico Genealógico Italiano, y se dio a conocer tras la primera reunión del papa León XIV con los cardenales y su sorpresiva visita a la tumba de su predecesor, Francisco.
Desde su publicación, el escudo ha generado múltiples interpretaciones entre teólogos, heraldistas y fieles, por los elementos que lo componen: un lirio plateado, un corazón ardiente atravesado por una flecha y un libro que lo sostiene. Todos estos elementos, explica el Vaticano, no solo tienen una fuerte carga simbólica, sino que además revelan las raíces espirituales y pastorales del nuevo pontífice, el agustino Robert Prevost.
Significado espiritual y heráldico del escudo de León XIV
Según la nota oficial del Vaticano, el escudo de León XIV está coronado por una mitra de plata decorada con tres bandas doradas y sostenido por las tradicionales llaves petrinas, símbolo del poder espiritual conferido al apóstol Pedro. El escudo se divide en dos campos: uno azul y otro marfil.
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El campo azul representa los cielos y es tradicionalmente mariano. En él aparece un lirio blanco (flos florum), un símbolo clásico de la Virgen María, que también alude a la pureza. El campo marfil, por su parte, está asociado con la santidad. En este espacio se representa el corazón atravesado por una flecha, sobre un libro abierto: se trata del emblema de la Orden de San Agustín, a la que pertenece León XIV.
Este corazón flechado ha estado presente en el emblema agustino desde el siglo XVI. El libro representa la Palabra de Dios, y la flecha, el amor que atraviesa y transforma. El conjunto remite a la espiritualidad agustiniana, centrada en la interioridad, el amor divino y la búsqueda de la verdad.

El papa León XIV (c), ayer en el Vaticano. EFE/EPA/Andrea Solero
El escudo de León XIV y su lema agustiniano
El escudo de León XIV se complementa con un lema profundamente enraizado en la tradición patrística: In illo uno unum (“En un solo Cristo somos uno”). La frase está tomada de un sermón de San Agustín (Exposición al Salmo 127,3), donde se explica que aunque los cristianos son muchos, están unidos en Cristo como un solo cuerpo.
Este lema no es casual. León XIV ha mostrado desde el inicio de su pontificado una clara orientación hacia la unidad, el diálogo y la vida comunitaria. Su formación en la espiritualidad agustiniana y su experiencia pastoral en América Latina marcan fuertemente su enfoque eclesial.
Reacciones al escudo de León XIV y su impacto
Tras la publicación del escudo de León XIV, numerosos medios religiosos y analistas han resaltado el retorno a una iconografía más sobria, cargada de significado doctrinal. A diferencia de otros escudos pontificios recientes que enfatizaban la misión pastoral o el origen del pontífice, este destaca su identidad espiritual.
El uso del lirio y del emblema agustiniano remite a una herencia espiritual más que cultural. No hay referencias directas a la nacionalidad estadounidense de León XIV, ni símbolos contemporáneos. Esto ha sido interpretado como una señal de continuidad con una visión universal de la Iglesia.

Una imagen de mano facilitada por los medios de comunicación vaticanos muestra al papa León XIV celebrando misa con los cardenales electores en la Capilla Sixtina de la Ciudad del Vaticano. EFE/EPA/Vatican Media
Además, la elección del color azul mariano y del marfil contrasta con paletas más llamativas usadas por pontífices anteriores. La sobriedad estética parece ir de la mano con el carácter reservado y contemplativo que muchos han señalado en el nuevo papa.
El escudo de León XIV ya se ha incorporado a documentos oficiales, ornamentos litúrgicos y publicaciones vaticanas. También será visible en actos protocolarios, banderas papales y medios de comunicación.
A medida que avanza su pontificado, los elementos del escudo podrían convertirse en ejes visuales de su mensaje. Tal como ocurrió con el escudo de Benedicto XVI —centrado en la tradición europea cristiana— o el de Francisco —que destacaba la misericordia y la periferia—, el escudo de León XIV transmite ya una idea de orientación y prioridad pastoral: unidad en Cristo, fidelidad a la tradición agustiniana y contemplación del misterio divino.