El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este jueves que la ciudadanía por nacimiento, consagrada en la Enmienda 14 de la Constitución, fue concebida para proteger a los “hijos de esclavos” tras la Guerra Civil y no para otorgar ciudadanía a los hijos de inmigrantes indocumentados. La afirmación, publicada en su red social Truth Social, coincide con la audiencia de la Corte Suprema que evalúa la legalidad de su orden ejecutiva para limitar este derecho, firmada el 20 de enero de 2025, en el inicio de su segundo mandato.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una fotografía de archivo. EFE/EPA/Chris Kleponis/ POOL
Declaraciones de Trump sobre la Enmienda 14
En su mensaje, Trump argumentó que la ciudadanía por nacimiento, establecida en 1868, buscaba garantizar la nacionalidad a los descendientes de esclavos liberados tras la Guerra Civil, finalizada en 1865. “No tenía nada que ver con la inmigración ilegal de personas de todo el mundo que quieren estafar a nuestro país”, escribió, añadiendo que “Estados Unidos es el único país que hace esto, y nadie sabe por qué”. Según el presidente, la Enmienda 14 no debería aplicarse a los hijos de inmigrantes indocumentados o de personas con visas temporales, a quienes acusó de aprovecharse del sistema mediante el “turismo de nacimiento”.
La Enmienda 14 establece que “todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos, y sujetas a su jurisdicción, son ciudadanos de Estados Unidos y del estado en el que residen”. Trump sostiene que la cláusula “sujetas a su jurisdicción” excluye a los hijos de no ciudadanos, una interpretación que contradice precedentes legales como el caso Wong Kim Ark de 1898, donde la Corte Suprema confirmó la ciudadanía de un hijo de inmigrantes chinos nacido en EE.UU.
Contexto de la orden ejecutiva
La orden ejecutiva de Trump, firmada el primer día de su mandato, prohíbe a las agencias federales reconocer la ciudadanía de niños nacidos en EE.UU. cuyos padres no sean ciudadanos o residentes permanentes legales. La medida, que entraría en vigor el 19 de febrero de 2025, afecta a los hijos de inmigrantes indocumentados y de personas con visas temporales, como turistas o estudiantes. Según el Migration Policy Institute, unos 255,000 bebés al año podrían quedar sin ciudadanía si la orden prospera, aumentando la población indocumentada en 2.7 millones para 2045.
La orden ha enfrentado múltiples desafíos legales. En enero y febrero de 2025, jueces federales en Seattle y Maryland emitieron órdenes preliminares para bloquearla, calificándola de inconstitucional. La Corte Suprema evalúa este jueves tres demandas presentadas por 22 estados demócratas, organizaciones de derechos civiles y mujeres embarazadas, quienes argumentan que la medida viola la Enmienda 14 y causaría un “daño irreparable” al negar derechos básicos como acceso a pasaportes y seguridad social.
Audiencia en la Corte Suprema
La Corte Suprema, con mayoría conservadora, examina no solo la constitucionalidad de la orden, sino también el alcance de los fallos judiciales que la bloquearon a nivel nacional. Trump ha solicitado que las restricciones se limiten a los demandantes individuales o a los estados involucrados, criticando las órdenes judiciales de alcance nacional. La audiencia no aborda directamente la interpretación de la Enmienda 14, pero un fallo a favor de Trump podría facilitar la implementación de su política migratoria, que incluye deportaciones masivas y restricciones al asilo.
El precedente de Wong Kim Ark y más de 150 años de jurisprudencia respaldan la ciudadanía por nacimiento para casi todos los nacidos en suelo estadounidense, salvo hijos de diplomáticos extranjeros. La administración Trump argumenta que los hijos de inmigrantes indocumentados no están “sujetas a la jurisdicción” de EE.UU., una postura que los tribunales inferiores han rechazado.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una fotografía de archivo. EFE/EPA/Chris Kleponis/ POOL
Marco histórico de la ciudadanía por nacimiento
La Enmienda 14, ratificada en 1868 tras la abolición de la esclavitud por la Enmienda 13, buscaba garantizar la ciudadanía a los afroamericanos liberados, anulando fallos como Dred Scott (1857), que negaba la ciudadanía a los afroamericanos. Aunque su propósito inicial estaba ligado a la posguerra civil, el caso Wong Kim Ark extendió su aplicación a los hijos de inmigrantes.
Actualmente, EE.UU. es uno de los 30 países que otorgan ciudadanía por nacimiento, junto con Canadá, México y la mayoría de América Latina, según datos del Migration Policy Institute.
Trump ha insistido en que la ciudadanía por nacimiento fomenta el “turismo de nacimiento” y beneficia a cárteles, calificando la práctica como un error que debe corregirse. Su orden ejecutiva forma parte de una agenda migratoria que incluye el despliegue de tropas en la frontera y redadas en lugares sensibles, medidas también cuestionadas en tribunales.