La Administración del Seguro Social de EE.UU. anunció que abandona una controversial política antifraude que había generado preocupación entre los ciudadanos, especialmente los mayores, debido a los retrasos significativos que causó en el procesamiento de solicitudes de beneficios.
La medida, que incluía una retención de tres días para verificar fraudes en las solicitudes de jubilación, fue suspendida tras apenas un mes de implementación, según un correo electrónico interno enviado a los empleados de la agencia. Este cambio se produce en un contexto de crecientes retrasos, con casi 575,000 solicitudes de beneficios de jubilación pendientes, de las cuales 140,000 llevan estancadas al menos 60 días.
La política antifraude, impulsada inicialmente por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) bajo la dirección de Elon Musk, buscaba reforzar la verificación de identidad para evitar fraudes, pero terminó causando más problemas de los que resolvió. La retención de solicitudes, que se aplicaba principalmente a quienes solicitaban beneficios por teléfono, generó demoras de hasta un 25% en el procesamiento de reclamaciones y afectó el servicio al cliente, según un documento interno de la agencia. La decisión de eliminar esta medida ha sido vista como un intento de aliviar la presión sobre un sistema ya sobrecargado.
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¿Por qué se suspendió?
La política antifraude, implementada el 14 de abril de 2025, requería que las solicitudes telefónicas de beneficios de jubilación, sobrevivientes o familiares fueran revisadas durante tres días para detectar posibles fraudes. Si se encontraba alguna irregularidad, los solicitantes debían presentarse en persona en una oficina local para verificar su identidad. Sin embargo, el proceso resultó ineficaz: de más de 110,000 reclamaciones revisadas, solo dos casos fueron identificados como potencialmente fraudulentos, según datos internos de la Administración del Seguro Social. Este bajo índice de detección llevó a cuestionar la utilidad de la medida.
Además, la política contribuyó a un aumento significativo en los retrasos. Stephen Evangelista, comisionado adjunto de operaciones del Seguro Social, informó a los empleados que la acumulación de solicitudes había alcanzado niveles récord este año, en parte debido a la ola máxima de baby boomers que están llegando a la edad de jubilación y a una ley reciente del Congreso que incrementó los beneficios para casi 3 millones de trabajadores federales, estatales y locales. La eliminación de la retención de tres días busca acelerar el procesamiento de estas solicitudes y mejorar la experiencia de los usuarios.
Impacto en los beneficiarios
La suspensión de la política antifraude ha sido recibida con alivio por muchos beneficiarios, especialmente los ciudadanos mayores y personas con discapacidades, quienes enfrentaban dificultades para cumplir con los requisitos de verificación en persona. La medida había generado confusión, con muchos acudiendo a oficinas locales o saturando las líneas telefónicas para aclarar dudas, temiendo perder sus beneficios. La Administración del Seguro Social también enfrenta desafíos internos, ya que los recortes de personal han reducido su capacidad para manejar la creciente demanda de solicitudes.
El sistema HeaRT, implementado a nivel nacional el 17 de marzo de 2025, ha permitido mejorar la eficiencia en las audiencias al admitir formatos en persona, por teléfono y video, beneficiando a unos 500,000 clientes al año. Sin embargo, la presión sigue siendo alta para los empleados, quienes ahora deben trabajar más duro para reducir el backlog de solicitudes. Un portavoz de la agencia señaló que continuarán refinando los algoritmos antifraude para enfocarse solo en casos de alto riesgo, buscando un equilibrio entre la protección contra fraudes y la rapidez en el servicio.
Seguro Social: Retos futuros
El abandono de esta política antifraude no resuelve todos los problemas del Seguro Social. La agencia sigue enfrentando un volumen récord de solicitudes, y los recortes de personal, que incluyen 7,000 puestos eliminados en los últimos meses, han generado advertencias sobre un posible colapso en la atención. Más de 73 millones de estadounidenses dependen de los beneficios del Seguro Social, y cualquier demora puede tener un impacto significativo en su calidad de vida, especialmente para jubilados y personas con discapacidades.
El comisionado interino Lee Dudek ha enfatizado la importancia de un buen servicio al cliente, alineándose con la visión del presidente Trump de priorizar a los ciudadanos. Mientras tanto, los beneficiarios deben estar atentos a nuevas medidas, como la obligación de presentar el Formulario SSA-7162 para quienes viven fuera de EE.UU., cuyo plazo venció el 15 de mayo y ha resultado en suspensiones automáticas de pagos para quienes no cumplieron. La eficiencia del sistema sigue siendo un desafío clave para el Seguro Social en los próximos meses.