El Vaticano vivió un momento histórico con la ceremonia de entronización del papa León XIV. El evento marcó oficialmente el inicio de su pontificado ante miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro y representantes de más de 150 países. Entre ellos, México estuvo presente a través de Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Gobernación, quien asistió como emisaria de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Durante la ceremonia, Rosa Icela Rodríguez entregó una carta oficial firmada por la presidenta, en la que se extiende una invitación al papa León XIV para visitar México. La funcionaria estuvo acompañada por Alberto Barranco, embajador de México ante la Santa Sede, con quien compartió momentos clave de la visita diplomática.
En sus redes sociales, Rodríguez documentó su estancia en el Vaticano, agradeciendo al embajador Barranco por su hospitalidad y destacando la importancia del encuentro. Señaló que la participación de México en este acto de relevancia internacional representa una oportunidad para fortalecer el diálogo entre ambos Estados.
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El papa León XIV: un liderazgo con enfoque social
El papa León XIV, nacido como Robert Francis Prevost, es el primer pontífice de origen estadounidense y con estrechos vínculos con América Latina, en particular con Perú, donde residió durante años. Su elección ha sido interpretada como un gesto de apertura hacia nuevas sensibilidades dentro de la Iglesia católica.
En su primera homilía como sumo pontífice, León XIV hizo un llamado a la reconciliación, tanto dentro de la Iglesia como en el mundo. Pidió a los fieles rechazar el miedo al diferente y combatir los prejuicios, subrayando la necesidad de construir puentes entre culturas y religiones.
Durante la ceremonia, recibió el palio y el anillo del pescador, símbolos litúrgicos de su nuevo rol. El cardenal Luis Antonio Tagle fue el encargado de presidir la ceremonia, en la que el nuevo papa manifestó su voluntad de ser un servidor humilde, cercano a los pobres y comprometido con la justicia social.

Fotografía de archivo del papa León XIV. EFE/EPA/ Riccardo Antimiani