Andrés Calamaro interrumpe show tras polémica defensa de la tauromaquia
El cantante argentino Andrés Calamaro protagonizó un incidente durante su concierto en Cali, Colombia, al abandonar momentáneamente el escenario tras ser abucheado por defender la tauromaquia, una práctica que ha generado intensos debates y prohibiciones en el país.
Gira “Agenda 1999 Tour” y el contexto del concierto en Cali
Calamaro se encontraba en Cali como parte de su gira “Agenda 1999 Tour”. El concierto se realizó en la antigua plaza de toros de la ciudad, ahora conocida como Arena Cañaveralejo, un espacio emblemático que perdió su función taurina luego de que Colombia prohibiera oficialmente las corridas de toros en varias regiones, en medio de un creciente movimiento contra esta tradición.
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El cantante, conocido por su amplio repertorio y estilo ecléctico, generó controversia cuando en medio de su show simuló movimientos propios del toreo mientras interpretaba el tema “La Falca”, usando una chamarra roja que evocaba el capote del torero. Este gesto provocó los primeros abucheos de un público que, en su mayoría, rechaza la tauromaquia.
Defensa abierta de la tauromaquia y reacciones del público
Lo que siguió fue una defensa explícita por parte de Calamaro hacia la tauromaquia y quienes dependen de esta actividad. Antes de interpretar la siguiente canción, dedicó un mensaje a “todos los toreros, ganaderos, banderilleros y aficionados que se quedan sin trabajo” a raíz de las prohibiciones vigentes. Estas palabras encendieron aún más el descontento del público, que comenzó a abuchear con mayor intensidad.
Ante esta presión, Calamaro expresó por el micrófono: “lo siento, están cancelados y bloqueados, hasta nunca”, y se retiró del escenario, sorprendiendo a los asistentes. Sin embargo, tras algunos minutos y con el apoyo de varios seguidores que pedían su regreso, el cantante volvió para continuar con el concierto, aunque la atmósfera ya no fue la misma.
Polémica en torno a la tauromaquia en Colombia y América Latina
La polémica en torno a la tauromaquia no es nueva en Colombia ni en América Latina. Mientras algunos defienden esta práctica como parte fundamental del patrimonio cultural y una fuente importante de empleo, otros la consideran una forma de maltrato animal incompatible con los valores modernos de bienestar y protección animal.
Colombia se unió a una lista creciente de países y ciudades que han impuesto prohibiciones o restricciones a las corridas de toros, en respuesta a la presión social y ambiental. Esta lucha ha polarizado a la sociedad, y eventos como el vivido en Cali con Calamaro reflejan esa división.
Calamaro responde en redes sociales
Después del concierto, Andrés Calamaro usó su cuenta oficial de Instagram para compartir su postura sobre el conflicto generado. En su mensaje señaló que la decisión de cerrar la plaza de toros de Cali no fue consultada ni votada por la ciudadanía local, sino que atribuyó la prohibición a “la complicidad de la ignorancia adolescente de una minoría” y a “movidas políticas para tejer alianzas y sumar una mayoría”.
Calamaro defendió la tauromaquia como una expresión cultural y laboral, escribiendo que “Colombia es taurina como es musical, es tradicional, cultural, trabajo y libertad”. Este mensaje volvió a abrir el debate entre sus seguidores y críticos en redes sociales.
Contexto político y cultural con impacto en la música y eventos públicos
La defensa de la tauromaquia por parte de Calamaro ocurre en un contexto regional donde las expresiones culturales tradicionales están siendo reevaluadas, y artistas frecuentemente se ven involucrados en polémicas por sus posiciones sobre temas sensibles.
En Estados Unidos, donde Donald Trump es presidente, debates similares sobre tradiciones culturales y derechos humanos también influyen en la opinión pública y en eventos artísticos. La música y el arte se convierten así en un espacio donde estas tensiones se manifiestan y donde los artistas deben navegar entre su expresión creativa y las demandas sociales.
El caso de Calamaro en Cali es un ejemplo claro de cómo las decisiones políticas y culturales afectan directamente la experiencia artística y la relación entre artistas y público, reflejando también los cambios en las sociedades latinoamericanas y sus valores.