El asalto a Kim Kardashian en París en 2016 podría llevar a los acusados a pasar hasta una década en prisión, según lo solicitado por la Fiscalía francesa este miércoles 21 de mayo. El juicio, que comenzó el 28 de abril en el Tribunal de lo Penal de París, enfrenta a diez acusados, mayormente hombres mayores de 60 años apodados «los abuelos ladrones», por el robo de joyas valoradas en nueve millones de euros.
La estrella estadounidense, quien testificó el 13 de mayo, relató el trauma de ser amordazada y encerrada en un baño mientras los asaltantes escapaban con un anillo de compromiso de cuatro millones de dólares y otras piezas. La Fiscalía ha pedido entre seis y diez años de cárcel, con una pena máxima para el presunto líder, Aomar Aït Khedache, de 69 años, quien confesó atar a Kardashian pero niega ser el cerebro del plan.
El incidente ocurrió la madrugada del 3 de octubre de 2016, cuando cinco hombres disfrazados de policías irrumpieron en el Hôtel de Pourtalès, donde Kardashian se hospedaba durante la Semana de la Moda. Los asaltantes, armados con una pistola, amenazaron al recepcionista nocturno y subieron a la habitación de la empresaria, quien estaba sola tras la salida de su guardaespaldas con su hermana Kourtney.
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Tras robar las joyas, dejaron pistas como un collar perdido en la huida y ADN en la cinta usada para amordazar a la víctima, lo que llevó a su identificación y arresto en enero de 2017. El caso, uno de los más mediáticos de Francia en décadas, ha mantenido a las autoridades trabajando para esclarecer los roles de cada implicado.
Asalto a Kim Kardashian: Los detalles del juicio
El juicio, que se extenderá hasta el 23 de mayo, ha revelado la complejidad del caso. Aomar Aït Khedache, conocido como «Omar el Viejo», enfrenta la pena más alta por su supuesta dirección del asalto, aunque se comunica por escrito debido a su sordera. Otro acusado, Yunice Abbas, de 71 años, admitió actuar como vigilante y escribió un libro titulado «Yo secuestré a Kim Kardashian» en 2021, lo que ha complicado su defensa. Abbas, quien dejó caer un collar durante la fuga, se arrepintió públicamente y dijo que fue su «último golpe» antes de retirarse. Entre los acusados hay también personas con problemas de salud, como Didier Dubreucq, apodado «Ojos Azules», quien recibió permiso para ausentarse por quimioterapia.

El Tribunal de lo Penal de París ha manejado un proceso con alta expectación, acreditando a más de 400 periodistas. Dos de los doce iniciales no comparecen: uno falleció en marzo y otro, de 80 años, está excusado por demencia. Kardashian, quien asistió acompañada de su madre Kris Jenner, describió en su testimonio cómo temió por su vida, pensando que sería violada o asesinada. Las autoridades han destacado la coordinación de la banda, que incluyó la reventa de joyas en Amberes, Bélgica, aunque solo un collar fue recuperado. El veredicto está programado para el viernes, dejando en vilo el destino de los acusados.
Reacciones y posibles sentencias
La solicitud de la Fiscalía refleja la gravedad del delito, catalogado como «robo con arma en banda organizada» y «secuestro». Las penas podrían agravarse por antecedentes delictivos de varios acusados, muchos con historiales de robos a bancos. Abbas, por ejemplo, admitió haber cometido actos por necesidad económica, mientras que Khedache defendió que el plan fue sugerido por un informador cercano a Kardashian, algo que las autoridades investigan pero no han confirmado. La decisión final dependerá del jurado, que evalúa testimonios como el de la estilista Simone Harouche, quien escuchó los gritos de desesperación desde una habitación contigua.
El caso ha reavivado debates sobre la seguridad en eventos de alto perfil como la Semana de la Moda. Mientras los acusados esperan el fallo, Kardashian ha evitado comentarios adicionales, reservando su postura para el proceso legal. La esperanza de las autoridades es que este juicio cierre un capítulo traumático para la empresaria y disuada futuros crímenes similares en la capital francesa.