El primer ministro canadiense Mark Carney confirmó este miércoles que su gobierno está en conversaciones con Estados Unidos para analizar la incorporación de Canadá al sistema antimisiles Cúpula Dorada, una iniciativa del presidente estadounidense Donald Trump que busca crear una red de defensa con capacidades tanto terrestres como espaciales.
La noticia fue anunciada durante una conferencia de prensa en Ottawa, el 21 de mayo de 2025. Según Carney, su administración ya ha mantenido comunicaciones tanto con Trump como con altos funcionarios estadounidenses para evaluar los términos de una eventual participación canadiense.
“¿Es una buena idea para Canadá? Sí, es bueno tener protecciones listas para los canadienses”, declaró Carney.
Este desarrollo marca un cambio notable en la política de defensa canadiense, históricamente más reservada respecto a iniciativas de militarización espacial. La posible adhesión de Canadá al sistema Cúpula Dorada genera debate tanto en el ámbito político como entre analistas de seguridad internacional.
CÚPULA DORADA: EL SISTEMA ANTIMISILES DE TRUMP QUE LLEGA AL ESPACIO
El sistema antimisiles Cúpula Dorada fue anunciado por Donald Trump el martes 20 de mayo como un megaproyecto de defensa nacional con una inversión inicial estimada en 175 mil millones de dólares. A diferencia de sistemas tradicionales, este integrará armamento y sensores tanto terrestres como espaciales, y buscará detectar, interceptar y destruir misiles balísticos en cualquiera de las cuatro etapas de un eventual ataque.
Estas etapas incluyen:
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Prevención previa al lanzamiento, mediante inteligencia anticipada y ataques preventivos.
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Intercepción inicial tras el lanzamiento, cuando el proyectil empieza su fase ascendente.
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Interceptación en vuelo medio, cuando el misil se encuentra en trayectoria balística fuera de la atmósfera.
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Destrucción en fase terminal, en los últimos segundos antes del impacto.
La administración Trump ha prometido que el sistema estará plenamente operativo antes del término de su mandato en 2029. En palabras del propio presidente, este proyecto será “el escudo impenetrable más grande del mundo libre”.
CANADÁ Y LA CÚPULA DORADA: DETALLES DE LA PROPUESTA DE PARTICIPACIÓN
Según Mark Carney, la posibilidad de que Canadá se una al programa Cúpula Dorada no solo está sobre la mesa, sino que ya ha sido discutida en reuniones de alto nivel. El mandatario canadiense señaló que Ottawa está interesado en contribuir con su “parte correspondiente” y trabajar en coordinación con Washington para fortalecer la seguridad del continente.
Donald Trump, por su parte, ha confirmado que recibió una señal de interés formal por parte del gobierno canadiense. En sus declaraciones más recientes, subrayó su voluntad de integrar a los aliados tradicionales de EE.UU. al proyecto, pero recalcó que cada país deberá asumir compromisos financieros y operativos en función de su capacidad.
Canadá podría desempeñar un rol estratégico dentro del sistema antimisiles Cúpula Dorada gracias a su ubicación geográfica, que lo convierte en una zona ideal para la instalación de sensores de alerta temprana, satélites de vigilancia y plataformas de interceptación.
Además, Ottawa ya colabora en iniciativas conjuntas con el Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD), lo que facilitaría su integración a una estructura multinacional más compleja como la que propone Trump con Cúpula Dorada.
PREOCUPACIONES SOBRE CÚPULA DORADA EN EL ÁMBITO INTERNACIONAL
El anuncio de Trump ha generado respuestas mixtas en la comunidad internacional. Mientras algunos países aliados como Japón y Polonia han mostrado interés, otras naciones y organizaciones han expresado serias preocupaciones sobre la viabilidad y las implicancias legales de militarizar el espacio.
China y Rusia, por ejemplo, ya han condenado el plan Cúpula Dorada, calificándolo como una amenaza para la estabilidad estratégica global. El vocero del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, declaró que el programa “desestabiliza los equilibrios existentes y podría generar una nueva carrera armamentista en el espacio”.
Por su parte, el Kremlin alertó sobre el “alto riesgo de errores de cálculo” en un escenario con múltiples actores armados en órbita, y advirtió que podría verse obligado a responder con iniciativas similares si Estados Unidos sigue adelante con su escudo espacial.
CÚPULA DORADA Y LA OPINIÓN PÚBLICA CANADIENSE
En Canadá, el debate sobre la posible participación en el sistema antimisiles Cúpula Dorada ya comienza a tomar forma. Mientras el Partido Liberal, liderado por Carney, sostiene que es una medida lógica de protección nacional, algunos sectores de la oposición han expresado su rechazo.
La líder del Nuevo Partido Democrático (NDP), Jagmeet Singh, señaló que Canadá debe priorizar soluciones diplomáticas y no contribuir a la militarización del espacio. Asimismo, organizaciones civiles y académicos han planteado inquietudes sobre el uso de recursos públicos en un programa de alto costo que podría no ofrecer garantías completas de seguridad.
“Estamos hablando de miles de millones de dólares destinados a un sistema que ni siquiera ha sido probado completamente. Además, nos vincularía a una visión de seguridad muy alineada con la doctrina militar de Trump”, afirmó Michelle Lapointe, profesora de relaciones internacionales de la Universidad de Toronto.
FUTURO INCIERTO DE LA CÚPULA DORADA Y LA PARTICIPACIÓN DE CANADÁ
Aunque las conversaciones están en marcha, no existe aún una hoja de ruta oficial para la incorporación de Canadá al sistema Cúpula Dorada. Los próximos meses serán claves para determinar si Ottawa formaliza su adhesión, qué tipo de infraestructura estaría dispuesto a aportar, y cuál sería el grado de participación tecnológica o militar.
Por ahora, el gobierno de Carney ha optado por un discurso moderado, evitando confirmar compromisos firmes mientras sigue evaluando los costos, beneficios y riesgos. La situación geopolítica global, la carrera armamentista en desarrollo y el rumbo de la administración Trump podrían influir decisivamente en la postura final del gobierno canadiense.
Mientras tanto, la palabra clave que resume el escenario es clara: Cúpula Dorada. Ya sea como símbolo de defensa continental o como polémico proyecto de poder, este sistema antimisiles será uno de los temas centrales de la política internacional en lo que resta de la década.
