Ley de Trump avanza en la Cámara: impuestos y programas sociales en juego
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este jueves por un estrecho margen el ambicioso proyecto de ley del presidente Donald Trump que combina recortes de impuestos, limitaciones a programas sociales y cambios regulatorios. Con 215 votos a favor y 214 en contra, la aprobación representa una victoria clave tanto para Trump como para el presidente de la Cámara, Mike Johnson, quien enfrentó intensas presiones para unir al Partido Republicano.
El paquete legislativo, bautizado por los republicanos como “One Big Beautiful Bill Act”, todavía debe superar el filtro del Senado, donde se anticipan modificaciones importantes. El proyecto forma parte del esfuerzo de Trump por cumplir con sus promesas de campaña y reforzar su agenda interna rumbo a las elecciones presidenciales.
Qué incluye la ley: recortes, cambios y nuevas exigencias
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Entre las medidas más destacadas se encuentran los recortes permanentes a los impuestos individuales establecidos en la ley de 2017 y una reestructuración profunda de la red de protección social. El texto plantea restricciones adicionales al acceso a Medicaid y a los cupones de alimentos, además de imponer requisitos laborales más estrictos para los beneficiarios.
Uno de los cambios clave es la aceleración de esos requisitos laborales en Medicaid hasta finales de 2026. También se contempla la eliminación temprana de incentivos fiscales a energías limpias que fueron aprobados durante la administración de Joe Biden, un punto de fricción con los demócratas.
Trump presiona y unifica a los republicanos divididos
La aprobación del proyecto no fue sencilla. El Partido Republicano se vio obligado a negociar intensamente con sus propias filas, ante la resistencia tanto de conservadores duros como de legisladores centristas. Trump, en una jugada inusual, intervino personalmente convocando a legisladores a la Casa Blanca y pronunciando un discurso cerrado de 90 minutos para convencer a los indecisos.
“Necesitamos actuar ahora para proteger nuestra economía y poner a las familias estadounidenses primero”, habría dicho el presidente en ese encuentro, de acuerdo con asesores republicanos. Su intervención fue clave para calmar tensiones internas y empujar el proyecto hacia adelante.
Negociaciones de última hora: concesiones y ajustes
Para lograr el apoyo necesario, los líderes republicanos presentaron en la víspera de la votación una serie de enmiendas que modificaron sustancialmente el texto original. Entre las concesiones más importantes destaca el ajuste al límite de deducción de impuestos estatales y locales, conocido como SALT. Inicialmente propuesto en 30.000 dólares, fue ampliado a 40.000 tras la presión de legisladores de estados con alta carga fiscal como Nueva York, Nueva Jersey y California.
La medida busca atraer el respaldo de representantes de distritos suburbanos, preocupados por el impacto fiscal que los recortes podrían tener en sus electores. También se incorporaron ajustes a programas de ayuda y modificaciones al calendario de implementación de ciertos recortes.
Johnson celebra una victoria clave en medio de tensiones
El presidente de la Cámara, Mike Johnson, enfrentaba una presión creciente para demostrar liderazgo y evitar una fractura interna en su bancada. Las tensiones con sectores ultraconservadores amenazaban con descarrilar la propuesta, pero las negociaciones dieron fruto en el último momento.
“Nunca se sabe hasta el último voto, pero estoy convencido de que aprobaremos este proyecto de ley esta noche”, afirmó Johnson antes de la votación. “Es una legislación enorme con muchos elementos en juego, pero lo lograremos antes del Día de los Caídos, como prometimos”.
Próximos pasos: el Senado y la batalla final
Con la aprobación en la Cámara, el proyecto de ley se dirige ahora al Senado, donde la mayoría demócrata anticipa una fuerte oposición. Algunos senadores republicanos también han manifestado dudas sobre el alcance de los recortes y los efectos a largo plazo sobre las clases medias y los programas sociales.
No obstante, Trump y sus aliados confían en que la presión política y la cercanía del proceso electoral les permitan mantener el impulso. Mientras tanto, organizaciones de defensa de derechos sociales han advertido que, de aprobarse sin cambios, la ley podría afectar a millones de estadounidenses vulnerables que dependen de Medicaid y otros programas federales.