Una intensa lluvia de granizo en el Zócalo de la CDMX sorprendió a los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) este miércoles 21 de mayo, mientras mantenían su plantón en la emblemática plaza. El fenómeno climático, que comenzó alrededor de las 18:30 horas, dejó a cientos de manifestantes enfrentando no solo el frío, sino también el granizo que cubrió sus tiendas de campaña y pertenencias.
La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México reportó que la precipitación duró aproximadamente cinco minutos, afectando principalmente la zona centro de la capital, donde los docentes han instalado su campamento desde hace semanas para exigir mejoras laborales.
Los maestros, que han sostenido su protesta desde el 15 de mayo, se preparaban para una nueva jornada de movilizaciones cuando el cielo nublado dio paso a una fuerte lluvia acompañada de granizo. Videos compartidos en redes sociales muestran cómo los manifestantes buscaron refugio bajo lonas y estructuras improvisadas, mientras el granizo golpeaba con fuerza la plancha del Zócalo.
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A pesar de las inclemencias del tiempo, los docentes se mantuvieron firmes, reafirmando su compromiso con la lucha por la derogación de reformas educativas y mejores condiciones salariales. La intensidad del fenómeno sorprendió a muchos, ya que mayo no es un mes típicamente asociado con este tipo de eventos climáticos en la capital mexicana.
Un desafío para la CNTE
El granizo en el Zócalo de la CDMX no solo afectó a los maestros de la CNTE, sino que también generó complicaciones logísticas para su protesta. Las lonas que cubren el campamento sufrieron daños, y algunos manifestantes reportaron que sus pertenencias se mojaron durante la breve pero intensa precipitación. La Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México desplegó un operativo para asistir a los presentes, asegurando que no se reportaron heridos, aunque sí hubo acumulación de agua en algunas áreas cercanas al campamento. Los docentes, sin embargo, se organizaron rápidamente para limpiar el área y continuar con sus actividades planeadas.

La CNTE ha utilizado el Zócalo como punto de concentración para visibilizar sus demandas, que incluyen la abrogación de la reforma educativa de 2019 y el rechazo a las políticas laborales del gobierno federal. Este plantón ha sido uno de los más largos de los últimos años, con la participación de maestros de estados como Oaxaca, Michoacán y Guerrero.
La llegada del granizo, aunque inesperada, no logró disuadir a los manifestantes, quienes han enfrentado condiciones adversas en el pasado, incluyendo altas temperaturas y lluvias durante sus protestas. La Secretaría de Gobierno de la CDMX ha mantenido un diálogo intermitente con los líderes de la CNTE, pero hasta ahora no se ha llegado a un acuerdo que ponga fin a la movilización.
Granizo en CDMX: Impacto en la ciudad
El granizo en el Zócalo de la CDMX también tuvo repercusiones en otras zonas del centro histórico, donde transeúntes y comerciantes se vieron sorprendidos por el cambio repentino del clima. La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil activó una alerta amarilla por lluvias en varias alcaldías, incluyendo Cuauhtémoc, donde se ubica el Zócalo, y recomendó a la población tomar precauciones ante posibles encharcamientos. Aunque el fenómeno fue breve, dejó una capa de hielo en las calles aledañas, lo que dificultó el tránsito peatonal y vehicular durante las horas siguientes.

Este evento climático se suma a un mayo inusualmente lluvioso en la Ciudad de México, que ha registrado precipitaciones por encima del promedio histórico para el mes, según el Servicio Meteorológico Nacional. Los maestros de la CNTE, por su parte, han hecho un llamado a las autoridades para que garanticen su seguridad mientras permanecen en el Zócalo, especialmente ante las condiciones climáticas adversas. Mientras tanto, los capitalinos siguen atentos al desarrollo de las protestas y al clima, que promete más lluvias en los próximos días. La resiliencia de los manifestantes frente a estos desafíos climáticos sigue siendo un punto central en su lucha por ser escuchados.