La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, denunció este jueves que su Gobierno no recibió ninguna notificación por parte de Estados Unidos sobre la deportación de un ciudadano mexicano a Sudán del Sur, país afectado por un conflicto armado interno y considerado de alto riesgo por el propio Departamento de Estado estadounidense.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum señaló que el Gobierno mexicano no fue informado de la deportación de Jesús Muñoz Gutiérrez, quien estaba detenido en EE.UU. por cargos de homicidio y fue enviado junto a otros siete migrantes de diferentes nacionalidades a Sudán del Sur.

“No fue informado México. Primero tendría que determinarse si (el ciudadano) desea ser repatriado. Y si fuera el caso, Estados Unidos tendría que devolverlo a México, donde seguiría el protocolo correspondiente, porque muy probablemente también estaría privado de la libertad”, explicó la mandataria.
El hecho ha generado alarma tanto en México como en sectores defensores de los derechos humanos en EE.UU., ya que Sudán del Sur se encuentra actualmente en un estado de violencia generalizada y desplazamientos masivos de civiles. Además, según informes, ninguno de los deportados tenía vínculos con ese país africano, salvo uno.
DEPORTACIÓN A SUDÁN DEL SUR VIOLA PROTOCOLOS, ALERTA MÉXICO
La deportación a Sudán del Sur ha sido calificada por autoridades mexicanas y organizaciones internacionales como una acción irregular, que no siguió los canales formales establecidos entre ambos países.
De acuerdo con la normativa vigente, cualquier deportación de un ciudadano mexicano debe ser notificada previamente a la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, algo que, según Sheinbaum, no ocurrió en este caso. Además, cuando el migrante enfrenta acusaciones criminales, el proceso suele incluir coordinación judicial binacional.
El Gobierno estadounidense, bajo la administración de Donald Trump, ejecutó la deportación sin haber informado ni permitido la intervención consular mexicana. Esta situación vulnera no solo tratados bilaterales, sino también el derecho internacional humanitario y el debido proceso legal.
El Departamento de Estado, que recomienda explícitamente no viajar a Sudán del Sur por la situación de violencia, retiró a principios de mayo al personal no esencial de su embajada en Juba. En este contexto, la decisión de deportar a personas sin conexión con ese país ha sido calificada como peligrosa e irresponsable.
SUDÁN DEL SUR Y EL CASO DE LOS OCHO MIGRANTES DEPORTADOS
La deportación a Sudán del Sur no solo afectó al ciudadano mexicano Jesús Muñoz Gutiérrez. Fue parte de una expulsión múltiple que incluyó a migrantes de Cuba, Laos, Birmania, Vietnam y Sudán del Sur.
Los deportados fueron:
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Jesús Muñoz Gutiérrez, de México
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Enrique Arias Hierro y José Manuel Rodríguez, de Cuba
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Thongxay Nilakout, de Laos
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Kyaw Mya y Nyo Myint, de Birmania
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Tuan Thanh Phan, de Vietnam
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Dian Peter Domach, de Sudán del Sur
La Casa Blanca difundió fotografías de los ocho individuos, pero no aclaró su paradero actual ni si fueron efectivamente dejados en Sudán del Sur. Organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes denunciaron que algunos de ellos no sabían siquiera en qué país serían abandonados.
El martes 20 de mayo, organizaciones presentaron un recurso de emergencia ante un tribunal federal en Massachusetts, alegando que sus clientes habían sido notificados de su inminente traslado a Sudán del Sur sin tener oportunidad de impugnarlo. Un día después, el juez Brian Murphy dictaminó que la administración Trump violó una orden judicial vigente al realizar las deportaciones, lo cual agrava el conflicto entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial en EE.UU.

DEPORTACIÓN A SUDÁN DEL SUR: UNA MEDIDA SIN PRECEDENTES
Expertos en derecho internacional y migración han advertido que esta deportación a Sudán del Sur podría constituir un precedente peligroso, ya que sienta las bases para deportaciones forzadas a territorios sin vínculo legal o geográfico con los migrantes.
Según Amnistía Internacional y Human Rights Watch, Sudán del Sur no cuenta con las condiciones mínimas de seguridad para recibir población civil extranjera, mucho menos en situación de vulnerabilidad. Este país africano, ubicado en el este del continente, ha sido escenario de guerras civiles, desplazamientos internos masivos y hambrunas recurrentes desde su independencia en 2011.
Las organizaciones alertan que enviar personas a Sudán del Sur equivale a ponerlas en riesgo de muerte, violando así la Convención contra la Tortura de la ONU, que prohíbe devoluciones a países donde la persona pueda sufrir tratos crueles, inhumanos o degradantes.
En paralelo, activistas han señalado que la decisión de Trump responde a su estrategia de endurecer aún más la política migratoria, con el objetivo de acelerar las deportaciones sin importar la legalidad del procedimiento o la seguridad del migrante.
MÉXICO EXIGE RESPUESTAS POR LA DEPORTACIÓN A SUDÁN DEL SUR
Tras la revelación del caso, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México indicó que ya ha solicitado información oficial a Washington sobre el paradero de Jesús Muñoz Gutiérrez y sobre las circunstancias en las que se realizó su deportación.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que México no permitirá que sus ciudadanos sean tratados de forma arbitraria o en contra de las normas internacionales, y recordó que existe un protocolo específico para casos de mexicanos deportados que deben enfrentar procesos penales en el país.
“Vamos a defender los derechos de los mexicanos en el extranjero. No importa si enfrentan cargos; tienen derecho al debido proceso”, afirmó Sheinbaum.
El gobierno mexicano aún no ha confirmado si ya logró contactar al ciudadano deportado ni si Sudán del Sur ha informado sobre su ingreso al país.