Para los migrantes en Estados Unidos, entender las diferencias entre asilo y el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) puede ser crucial para tomar decisiones sobre su futuro, especialmente en un contexto migratorio cambiante este 22 de mayo de 2025. Ambos ofrecen protección frente a la deportación, pero sus propósitos, requisitos y beneficios son distintos, lo que impacta directamente las opciones de quienes buscan quedarse en el país.
Mientras el asilo está diseñado para personas que enfrentan persecución específica, el TPS ofrece alivio temporal a nacionales de países en crisis, como desastres naturales o conflictos armados. A continuación, se exploran las diferencias fundamentales entre estas dos formas de protección, según información oficial del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS).
El asilo es una protección legal para quienes han sido perseguidos o temen serlo en su país de origen por motivos de raza, religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a un grupo social específico, como la orientación sexual. Para obtenerlo, los solicitantes deben demostrar un riesgo individualizado, presentando su caso ante un oficial de asilo o en una corte de inmigración.
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Según el USCIS, quienes obtienen asilo pueden permanecer en el país de manera indefinida y, tras un año, solicitar la residencia permanente, abriendo un camino hacia la ciudadanía. Sin embargo, el proceso puede ser largo y requiere pruebas sólidas, y los solicitantes deben presentar su solicitud dentro del primer año de su llegada, salvo excepciones.
Requisitos y elegibilidad para migrantes
Por otro lado, el TPS es una medida temporal para ciudadanos de países designados por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) debido a condiciones que impiden un retorno seguro, como conflictos armados o desastres naturales. A diferencia del asilo, los solicitantes de TPS no necesitan probar una persecución personalizada, sino simplemente ser nacionales de un país designado y haber estado en EE.UU. antes de la fecha especificada por el DHS. Por ejemplo, países como El Salvador, con TPS vigente hasta septiembre de 2026, y Ucrania, hasta octubre de 2026, permiten a sus nacionales beneficiarse de esta protección, según datos actualizados del USCIS.
Los requisitos para el TPS son más accesibles en cuanto a la carga de prueba, pero su naturaleza temporal lo distingue del asilo. Quienes tienen TPS no pueden ser deportados mientras su estatus esté vigente, y también reciben autorización de trabajo. Sin embargo, este beneficio no conduce directamente a la residencia permanente ni a la ciudadanía, y su continuidad depende de las decisiones del DHS, que puede extender o terminar las designaciones. En 2025, por ejemplo, el DHS ha terminado el TPS para países como Afganistán y ha reducido la duración para Haití, dejándolo hasta agosto de 2025, lo que ha generado incertidumbre entre los beneficiarios.
Beneficios y limitaciones del asilo y TPS
En cuanto a los beneficios, tanto el asilo como el TPS permiten trabajar legalmente en EE.UU. mediante un Documento de Autorización de Empleo (EAD). Sin embargo, los solicitantes de asilo enfrentan restricciones iniciales, ya que no pueden trabajar hasta que su solicitud sea aprobada o hayan pasado 365 días sin decisión, mientras que los beneficiarios de TPS obtienen su autorización laboral más rápidamente. Además, quienes tienen TPS pueden solicitar autorización de viaje mediante el Form I-512T, mientras que los asilados necesitan un documento de viaje para refugiados si desean salir y regresar al país, según las normativas del USCIS.
Una diferencia significativa es el impacto a largo plazo. El asilo ofrece una solución más permanente, permitiendo a los beneficiarios construir una vida estable en EE.UU., mientras que el TPS, al ser temporal, deja a los beneficiarios en un limbo si su designación termina. Por ejemplo, si el TPS de un país expira y no se renueva, los beneficiarios regresan a su estatus migratorio previo, que a menudo es indocumentado, enfrentando el riesgo de deportación. En cambio, un asilo aprobado asegura una estabilidad que el TPS no puede garantizar, aunque su proceso de solicitud es más complejo y riguroso.