En una decisión que reconfigura el panorama ambiental y automotriz del país, el Senado de Estados Unidos aprobó una resolución para bloquear la norma de California sobre autos de gasolina que prohibía su venta a partir de 2035. Con este voto, se pone freno al plan estatal más ambicioso para acelerar la transición hacia los vehículos eléctricos en territorio estadounidense.
La iniciativa californiana, anunciada en 2020 por el gobernador demócrata Gavin Newsom, buscaba eliminar progresivamente la venta de vehículos nuevos que funcionen exclusivamente con gasolina, permitiendo únicamente la comercialización de autos eléctricos o híbridos enchufables. Sin embargo, tras el retorno de Donald Trump a la presidencia en enero de 2025, el Ejecutivo federal ha redoblado su respaldo a los combustibles fósiles y debilitado normativas ambientales clave.
El Senado, liderado por una mayoría republicana, ratificó la decisión este jueves y la remitió al despacho presidencial. Se espera que Trump firme la resolución en los próximos días, consolidando la revocación de la norma de California sobre autos de gasolina. La Cámara de Representantes ya había aprobado la misma medida a inicios de mayo.
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CALIFORNIA Y SU NORMA DE AUTOS DE GASOLINA EN EL FOCO NACIONAL
La norma de California sobre autos de gasolina se convirtió en el estándar más riguroso en Estados Unidos para reducir las emisiones del transporte, el sector más contaminante en el país. El estado representa cerca del 11 % del mercado automotor estadounidense, lo que le otorga influencia sobre las decisiones de fabricantes y otros estados que optan por seguir sus políticas.
La decisión del Senado ha generado un fuerte rechazo por parte de las autoridades californianas. Newsom ha calificado la medida como “ilegal” y ha advertido que presentarán una demanda judicial para defender la autonomía ambiental del estado.
El impacto de esta decisión no se limita solo a California. Otros 17 estados han adoptado medidas similares en línea con las políticas de la Junta de Recursos del Aire de California (CARB, por sus siglas en inglés), lo que extiende la influencia de la norma a más del 40 % del mercado automotor del país.
LA DISPUTA POLÍTICA EN TORNO A LA NORMA DE CALIFORNIA SOBRE AUTOS DE GASOLINA
Los demócratas han señalado que el bloqueo responde a presiones de la industria del petróleo y el gas, sectores que buscan frenar la transición energética. Según la Agencia de Protección Ambiental (EPA), las exenciones otorgadas a California para imponer sus propios estándares están amparadas por la Ley de Aire Limpio, una norma que permite a los estados más contaminados imponer regulaciones más estrictas.
En contraste, los republicanos argumentan que estas exenciones representan un mandato de facto para electrificar el parque automotor del país, lo que podría generar un encarecimiento en los vehículos y tensiones sobre una red energética que aún se encuentra en proceso de modernización.
“El mandato eléctrico de California afectará al consumidor promedio y colocará una carga adicional sobre la red eléctrica nacional”, afirmó el senador John Thune, líder de la mayoría republicana en la Cámara Alta.
La medida bloqueada contemplaba una transición escalonada, permitiendo la venta de vehículos híbridos enchufables y de segunda mano con motor a combustión. Sin embargo, los republicanos consideran que este tipo de regulaciones termina imponiéndose más allá del ámbito estatal, al influir en el diseño de los autos en todo el país.
OTRAS REGLAS BLOQUEADAS JUNTO A LA NORMA DE AUTOS DE GASOLINA
Además de la norma de California sobre autos de gasolina, el Senado también votó en contra de otras dos regulaciones ambientales del estado: una destinada a reducir las emisiones de los vehículos pesados y otra que limitaba la contaminación por óxidos de nitrógeno, componentes clave del smog.
Estas reglas también fueron aprobadas por la ex administración de Joe Biden en 2023 y ratificadas por la EPA antes de que Trump asumiera nuevamente la presidencia. Sin embargo, la nueva mayoría republicana ha logrado implementar una estrategia para revertir exenciones estatales utilizando una interpretación de la Ley de Revisión del Congreso. Esta movida legislativa permite anular regulaciones federales con mayoría simple de votos, sorteando el tradicional umbral de 60 votos requerido para superar el obstruccionismo senatorial.
El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, criticó duramente el cambio procedimental, acusando a los republicanos de usar el reglamento solo cuando les conviene. “Este es un punto de no retorno institucional”, sostuvo Schumer.
UN FUTURO INCIERTO PARA LA NORMA DE CALIFORNIA SOBRE AUTOS DE GASOLINA
Si bien la norma de California sobre autos de gasolina representaba un avance hacia los compromisos climáticos asumidos por Estados Unidos en el Acuerdo de París, su bloqueo genera dudas sobre la dirección del país en materia ambiental. De hecho, la administración Trump ya ha revertido múltiples regulaciones ambientales, como los límites a las emisiones de metano en la industria petrolera y las normas sobre eficiencia energética en electrodomésticos.
Actualmente, la industria automotriz se encuentra en una etapa de transformación, con fabricantes como General Motors, Ford, Toyota y Tesla desarrollando o ampliando sus líneas de vehículos eléctricos. Sin embargo, muchos ejecutivos del sector han advertido que, sin reglas claras, la transición será más lenta y dependerá de las señales del mercado y del respaldo federal.
Mientras tanto, el estado de California se prepara para una batalla legal, respaldado por organizaciones ambientalistas y otras jurisdicciones estatales que ven en la norma bloqueada un elemento fundamental para la lucha contra el cambio climático.
