El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensificó la tensión comercial al amenazar con un arancel del 50% a los productos de la Unión Europea, argumentando un estancamiento en las negociaciones comerciales. En una publicación en Truth Social, Trump señaló que las barreras comerciales, impuestos al valor agregado (IVA) y demandas injustas contra empresas estadounidenses han generado un déficit comercial superior a los 250 millones de dólares anuales, una cifra que calificó de inaceptable.
“Nuestras conversaciones con ellos no nos están llevando a ninguna parte”, escribió, anunciando un arancel del 50% a partir del 1 de junio de 2025. Más tarde, durante la firma de un decreto en el Despacho Oval, afirmó: “No estoy buscando un acuerdo”, dejando claro su postura inflexible y abriendo la puerta a posibles retrasos si empresas europeas invierten en fábricas en EE.UU.
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La amenaza sorprendió a los mercados financieros, con caídas significativas en los principales índices europeos: el STOXX 600 bajó un 1,7%, el DAX alemán un 2,4% y el CAC francés un 2,2%, mientras que el FTSE de Londres descendió un 1%. En Estados Unidos, el Dow Jones abrió con una caída de 480 puntos, un 1,15% menos, aunque se recuperó parcialmente tras comentarios del secretario del Tesoro, Scott Bessent, sobre nuevas negociaciones.
El Departamento de Comercio de EE.UU. reportó un déficit comercial de 236.000 millones de dólares con la UE en 2024, superando la cifra mencionada por Trump, lo que refuerza su argumento sobre el desequilibrio comercial. La Comisión Europea, por su parte, declinó comentar de inmediato, esperando una llamada entre el comisario de Comercio, Maroš Šefčovič, y el representante comercial de EE.UU., Jamieson Greer.
Reacciones globales ante la amenaza
La propuesta de Trump ha generado reacciones diversas entre líderes europeos. El primer ministro de Irlanda, Micheál Martin, calificó la medida de “enormemente decepcionante”, destacando que una pausa en los aranceles hasta julio podría facilitar un acuerdo beneficioso para ambos lados.
Por su parte, el ministro de Comercio de Francia, Laurent Saint-Martin, insistió en una postura de desescalada, aunque advirtió que la UE está preparada para responder si es necesario. La Secretaría de Comercio Exterior de la UE confirmó que trabaja en una oferta de “cero por cero” en aranceles, buscando una solución mutuamente beneficiosa, pero dejó abierta la posibilidad de medidas de represalia si las negociaciones fracasan, incluyendo un plan de aranceles por más de 108.000 millones de dólares.
El arancel del 50% supera con creces el 20% inicial propuesto en abril, que fue suspendido para dar paso a diálogos. Esta escalada coincide con la expiración de la pausa el 9 de julio, y hasta ahora solo el Reino Unido ha firmado un acuerdo comercial con EE.UU. Bessent señaló que conversaciones con India y otros países asiáticos avanzan bien, sugiriendo que la UE es una excepción en su disposición a negociar. El impacto económico podría elevar los precios de bienes europeos en EE.UU., como automóviles y productos farmacéuticos, afectando a consumidores de ambos lados del Atlántico, según datos preliminares del Departamento de Comercio.
Implicaciones económicas de la guerra comercial
La amenaza arancelaria podría transformar las cadenas de suministro globales. Trump ha criticado específicamente las barreras no monetarias como el IVA y los impuestos sobre servicios digitales (DST), que afectan desproporcionadamente a empresas tecnológicas estadounidenses como Apple y Meta.
Un informe del Servicio de Investigación del Congreso de 2024 destacó que estas políticas generan tensiones comerciales, mientras que el presidente sugirió que las empresas que trasladen producción a EE.UU. podrían evitar los aranceles. Esto ha puesto presión sobre Apple, cuya producción de iPhones en India y China podría enfrentar un arancel del 25% si no se ajusta a la demanda de Trump de fabricar localmente.

La incertidumbre ha llevado a una caída en las acciones de Apple, mientras que el dólar se debilitó frente al euro tras las declaraciones. El Departamento del Tesoro de EE.UU. indicó que las negociaciones con China han reducido aranceles recientemente, pero la falta de avances con la UE podría prolongar la inestabilidad económica. Expertos del sector privado advierten que un conflicto prolongado podría reducir el crecimiento global, afectando exportaciones clave como los 120.000 millones de euros en productos farmacéuticos que la UE envió a EE.UU. en 2024. La guerra comercial sigue siendo un tema candente, con el futuro de las relaciones transatlánticas en juego.