Rusia y Ucrania llevaron a cabo este sábado 24 de mayo el segundo día de un histórico intercambio de prisioneros, liberando 307 personas por cada bando como parte de un acuerdo alcanzado en Estambul el pasado 16 de mayo. El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó que los militares rusos liberados ya están en territorio de Bielorrusia, donde reciben atención médica y psicológica antes de ser trasladados a hospitales en Rusia para su rehabilitación.
Este canje forma parte de un compromiso mayor para intercambiar 1.000 prisioneros por lado, iniciado el viernes con la liberación de 390 personas, entre militares y civiles, marcando el mayor intercambio desde el inicio del conflicto en 2022. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, anunció la noticia en Telegram, destacando que entre los 307 liberados este sábado se encuentran soldados, miembros del servicio de protección de fronteras y de la Guardia Nacional.

“En solo dos días, 697 personas han vuelto a casa. Esperamos que mañana regresen más”, expresó Zelenski, quien acompañó su mensaje con imágenes de los liberados envueltos en banderas ucranianas, mostrando gestos de emoción al reencontrarse con sus familias en la región de Chernihiv. El intercambio se produce en medio de tensiones, ya que durante la noche del viernes, Rusia lanzó un ataque con drones y misiles sobre Kiev, dejando al menos 15 heridos, según la municipalidad de la capital ucraniana.
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Detalles del acuerdo
El acuerdo para intercambiar 1.000 prisioneros por cada lado se selló en Estambul hace una semana, durante las primeras negociaciones directas entre Rusia y Ucrania en tres años. Aunque las conversaciones no lograron avances hacia un alto al fuego, el canje de prisioneros fue un paso significativo, según el jefe de la oficina presidencial ucraniana, Andrí Yermak.

Algunos de los liberados, señaló Yermak en un mensaje en redes sociales, llevaban en cautiverio desde 2022, soportando duras condiciones. El Ministerio de Defensa de Rusia destacó que el proceso continuará, subrayando que los militares rusos liberados serán trasladados a centros médicos especializados para su recuperación, un esfuerzo que refleja la prioridad de ambos gobiernos por atender a los retornados.
El intercambio comenzó el viernes, cuando cada lado liberó 270 militares y 120 civiles en la frontera entre Ucrania y Bielorrusia. La operación ha sido logística y emocionalmente compleja, con familias ucranianas esperando en Chernihiv con fotos de sus seres queridos desaparecidos, buscando información entre los liberados. La Secretaría de Relaciones Exteriores de Ucrania ha trabajado con socios internacionales para facilitar este proceso, mientras que el gobierno bielorruso ha proporcionado apoyo logístico en su territorio, un punto clave para el traslado de los prisioneros rusos antes de su regreso a Rusia.
Repercusiones en Rusia y Ucrania
El canje de prisioneros entre ambos países ha generado reacciones mixtas. Por un lado, ha sido visto como un raro gesto de cooperación en un conflicto que ha dejado miles de prisioneros en ambos lados—se estima que Rusia retiene entre 8.000 y 10.000 ucranianos, según fuentes ucranianas.
Sin embargo, la alegría de las liberaciones se ve opacada por los ataques continuos. Horas antes del segundo día de intercambio, Rusia lanzó un asalto aéreo masivo contra Kiev, Dnipropetrovsk, Odesa y Zaporiyia, con Ucrania derribando seis misiles balísticos y 245 drones, muchos de origen iraní, según el ejército ucraniano. Zelenski aprovechó para demandar nuevas sanciones contra Moscú, afirmando que estos ataques prolongan el conflicto.

En Rusia, el Ministerio de Defensa compartió imágenes de los militares liberados posando con banderas rusas y soviéticas en Bielorrusia, un símbolo de orgullo nacional. El presidente estadounidense, Donald Trump, comentó en Truth Social que este intercambio “podría llevar a algo grande”, sugiriendo un posible avance hacia negociaciones de paz.
Sin embargo, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, indicó que Rusia presentará un borrador de condiciones para un acuerdo de paz una vez que el intercambio de prisioneros concluya, lo que incluye demandas como la cesión de territorio ucraniano y su desarme, puntos que Kiev ha rechazado históricamente. Mientras tanto, las familias de los liberados celebran, pero el camino hacia la paz sigue siendo incierto en medio de la violencia persistente.