¿Favorece a los ricos? Trump impulsa ley que movería miles de millones a las élites
Con fuerte respaldo del presidente Donald Trump, la Cámara de Representantes aprobó un ambicioso paquete legislativo que busca extender y ampliar los recortes de impuestos implementados en 2017, al tiempo que introduce profundos recortes en programas sociales clave. La iniciativa, descrita por sus promotores como un «proyecto de ley único, grande y hermoso», ha sido duramente criticada por favorecer de forma desproporcionada a los estadounidenses más ricos, mientras recorta beneficios esenciales para las clases medias y bajas.
Los republicanos celebraron la aprobación como un paso necesario para consolidar la agenda económica de Trump. Sin embargo, economistas y grupos de defensa social advierten que el plan podría aumentar significativamente el déficit nacional y agravar la desigualdad económica en el país.
Una transferencia de riqueza: quién gana y quién pierde
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De acuerdo con estimaciones preliminares de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), el paquete fiscal elevaría el déficit en aproximadamente 3,8 billones de dólares en la próxima década. Aunque ofrece reducciones tributarias a la mayoría de los hogares, los mayores beneficios irían a parar a los contribuyentes con mayores ingresos.
El 60% de los recortes de impuestos beneficiaría al 20% de los hogares más ricos —aquellos con ingresos superiores a los 217.000 dólares anuales—, y más de un tercio iría directamente al 5% más rico. En promedio, estos contribuyentes recibirían una reducción de impuestos de 12.660 dólares al año, lo que representa un incremento del 3,4% en sus ingresos netos.
En contraste, los hogares con ingresos entre 67.000 y 119.000 dólares obtendrían un recorte promedio de 1.840 dólares (2,4% de aumento en su ingreso neto), mientras que los más pobres, con ingresos inferiores a 35.000 dólares, recibirían apenas 160 dólares (0,8% de incremento).
Los recortes sociales: Medicaid y cupones de alimentos en la mira
Para compensar parcialmente los beneficios fiscales, el proyecto propone severos recortes en programas sociales. Medicaid, el seguro de salud para personas de bajos ingresos, perdería casi 700.000 millones de dólares en financiamiento federal. El Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), conocido como cupones de alimentos, enfrentaría un recorte de 267.000 millones de dólares.
Además, el proyecto impone nuevos requisitos laborales para acceder a Medicaid, lo que podría dejar a millones de personas sin cobertura médica a partir de 2026. Aunque los estados podrían implementar los cambios antes, el calendario fue diseñado estratégicamente para evitar un impacto electoral inmediato.
Impacto neto en el ingreso de los hogares
El Modelo Presupuestario de Penn Wharton evaluó el efecto combinado de los recortes fiscales y los recortes al gasto social. Para los hogares más pobres, con ingresos de hasta 17.000 dólares, el impacto sería negativo: perderían en promedio 820 dólares anuales, lo que representa una reducción del 14,6% en sus ingresos disponibles.
Los hogares con ingresos entre 17.000 y 51.000 dólares verían una disminución promedio de 430 dólares (1,1%), mientras que aquellos con ingresos entre 51.000 y 93.000 recibirían un modesto aumento de 840 dólares (1,1%). Los hogares con ingresos superiores a 174.000 dólares serían los grandes ganadores, con un incremento promedio de 12.000 dólares (2,6%).
Medidas temporales para reducir el costo fiscal
Para maquillar el impacto presupuestario, varias disposiciones del proyecto son temporales. Entre ellas, la eliminación de impuestos sobre propinas y horas extra, y la deducción adicional de 4.000 dólares para adultos mayores, solo estarán vigentes entre 2025 y 2028. También se limita la deducción por intereses de préstamos automotrices.
Estas cláusulas temporales permiten presentar un costo menor del paquete legislativo, aunque los republicanos ya han anticipado su intención de hacer permanentes estas medidas en futuras sesiones del Congreso.
Incertidumbre en el Senado y oposición creciente
La propuesta enfrenta un camino incierto en el Senado. Aprobada bajo el mecanismo de reconciliación presupuestaria, necesita solo una mayoría simple, pero incluso así hay desacuerdos dentro del propio Partido Republicano. Algunos senadores exigen mayores recortes, mientras que otros expresan reservas sobre el impacto en Medicaid y los beneficios para niños.
Cualquier modificación sustancial requerirá una nueva votación en la Cámara de Representantes. La Casa Blanca y el liderazgo republicano en el Congreso apuestan a su capacidad de negociación para lograr una aprobación antes de fin de año, cuando expiran los recortes fiscales actuales.
Deuda nacional y falta de soluciones estructurales
A pesar de los ajustes en el gasto social, el paquete aumentaría la deuda nacional en al menos 3,1 billones de dólares en la próxima década. De aprobarse todas las medidas fiscales de forma permanente, el incremento podría superar los 5 billones.
Mientras tanto, sigue sin abordarse el crecimiento insostenible del gasto en Medicare y Seguridad Social. A pesar de la presión fiscal a largo plazo, ambos partidos evitan tocar estos programas por su alto costo político. Así, la estrategia republicana se enfoca en recortar programas como Medicaid, mientras avanza con generosos recortes de impuestos a favor de las élites económicas.