¿Sheinbaum tomará represalias? No descarta movilizaciones si EE.UU. toca las remesas
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, advirtió este lunes que su administración no descarta convocar movilizaciones ciudadanas en caso de que Estados Unidos apruebe una medida para imponer un impuesto del 3.5% a las remesas enviadas desde territorio estadounidense hacia México. De acuerdo con la mandataria, se trata de una “injusticia discriminadora” que afectaría directamente a millones de familias mexicanas y que, de concretarse, podría generar tensiones bilaterales.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum confirmó que el gobierno mexicano mantiene conversaciones con autoridades estadounidenses para evitar la aplicación del gravamen, que forma parte del paquete legislativo denominado “The One Big Beautiful Bill”, impulsado por el congresista republicano Jason Smith.
El impacto de las remesas en la economía mexicana
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Las remesas representan una fuente fundamental de ingresos para millones de familias mexicanas. Solo en 2024, México recibió más de 63 mil millones de dólares en remesas, principalmente desde Estados Unidos, según datos del Banco de México. Este flujo económico equivale al 3% del Producto Interno Bruto nacional y, en muchas regiones del país, constituye el principal motor de consumo y desarrollo local.
Sheinbaum subrayó que imponer un impuesto a estos envíos perjudicaría no solo a los receptores en México, sino también a la economía estadounidense. “Muchos paisanos trabajan allá y envían dinero para mantener a sus familias. Gravar eso sería castigar al que menos tiene”, afirmó.
México se ampara en acuerdos internacionales
La presidenta recordó que México y Estados Unidos firmaron en 1992 un acuerdo para evitar la doble tributación, lo que, según la mandataria, impide que un ingreso sea gravado en ambos países. De ahí que cualquier intento por imponer impuestos a las remesas violaría compromisos previos entre ambas naciones.
“Nosotros vamos a actuar en el marco de la ley internacional y de nuestros acuerdos. Ya se han enviado representantes para dialogar con el Congreso estadounidense y exponer las consecuencias de esta iniciativa”, explicó la mandataria.
Sheinbaum no descarta movilizaciones pacíficas
Ante la posibilidad de que el impuesto avance en el Congreso de Estados Unidos, Sheinbaum no descartó convocar a movilizaciones pacíficas dentro y fuera del país. Afirmó que su gobierno tiene la responsabilidad de defender los intereses de los connacionales que residen en el extranjero, sin importar su estatus migratorio.
“Si es necesario, organizaremos movilizaciones pacíficas para expresar nuestro rechazo. Vamos a mostrar al mundo que no estamos de acuerdo con que se les cobre a quienes ya contribuyen con su trabajo y esfuerzo”, declaró.
Además, reiteró que la Constitución mexicana establece que los impuestos deben ser progresivos, es decir, que pague más quien más tiene. “Nuestros paisanos ya pagan impuestos allá, directa o indirectamente. Además, sus remesas ayudan a millones de personas. Esta propuesta es injusta y regresiva”, enfatizó.
Contexto político en EE.UU. y tensiones bilaterales
La iniciativa del impuesto fue originalmente propuesta con una tasa del 5%, pero fue ajustada al 3.5% tras su paso por la Cámara de Representantes. Aunque aún no ha sido aprobada en el Senado, el tema ha generado preocupación entre gobiernos de América Latina, especialmente en México y El Salvador, que son los principales receptores de remesas desde Estados Unidos.
El debate se desarrolla en medio de un clima político tenso, donde el gobierno del presidente Donald Trump ha promovido políticas más estrictas en materia migratoria y de comercio. Sheinbaum ha insistido en que cualquier medida que afecte los flujos económicos entre ambos países puede impactar negativamente en las relaciones diplomáticas.
“No queremos un conflicto, pero sí exigimos respeto a nuestros migrantes. Las remesas no son lujo, son necesidad. Tocar ese dinero es tocar a millones de familias”, puntualizó.
Acciones diplomáticas en curso
El gobierno mexicano ha enviado a legisladores y representantes diplomáticos para sostener reuniones con congresistas en Washington. El objetivo es frenar la iniciativa antes de que avance a las etapas finales del proceso legislativo.
Sheinbaum insistió en que su prioridad es la vía del diálogo, pero no cierra la puerta a medidas de presión social. “Lo haremos por la vía pacífica, con la fuerza de la razón, defendiendo a nuestra gente”, concluyó.