EE.UU. condena la ofensiva rusa de gran escala contra Ucrania. “Se ha vuelto absolutamente loco”, dice Trump sobre Putin. ¿Qué impacto tendrá esto en la tensión global?
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha desatado una tormenta diplomática al calificar al líder ruso Vladimir Putin de “absolutamente loco” tras una serie de ataques aéreos masivos contra Ucrania, los más intensos desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022. En un mensaje publicado en Truth Social, Trump no escatimó en críticas: “Siempre he tenido una buena relación con Vladimir Putin, pero algo le ha pasado. ¡Se ha vuelto absolutamente LOCO! Está matando a mucha gente sin razón, y no solo soldados. Misiles y drones están destruyendo ciudades en Ucrania”. Esta declaración, respaldada por una condena oficial de Estados Unidos, ha elevado las tensiones geopolíticas y plantea una pregunta crítica: ¿qué impacto tendrá esta escalada en la estabilidad global?
La ofensiva aérea más devastadora en años
Rusia ejecutó lo que Ucrania describió como su mayor ataque aéreo desde el comienzo del conflicto. Según la Fuerza Aérea Ucraniana, se desplegaron 355 drones y nueve misiles de crucero, dirigidos contra ciudades como Kiev, Odesa y Zhytomyr. Los ataques dejaron un saldo trágico: al menos 12 personas fallecieron, incluidos tres menores en la región de Zhytomyr, y decenas resultaron heridas. Edificios residenciales, escuelas y plantas industriales fueron alcanzados, lo que llevó al presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy a denunciar la ofensiva como una “decisión política” de Putin para “aterrorizar a civiles y destruir vidas”.
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El Kremlin justificó los ataques como una respuesta a supuestas agresiones ucranianas contra infraestructura rusa, insistiendo en que los objetivos eran estrictamente militares. Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, restó importancia a las palabras de Trump, calificándolas de “exageración emocional” y destacando los esfuerzos de Estados Unidos por ser un mediador en el conflicto, aunque sin comprometerse a detener las operaciones militares.
Un cambio en la postura de Trump
Las declaraciones de Trump marcan un giro significativo en su relación pública con Putin, a quien en el pasado describió como un líder “fuerte” y “astuto”. Durante su campaña presidencial de 2024, Trump prometió resolver el conflicto en Ucrania en “24 horas”. Sin embargo, tras una llamada de dos horas con Putin la semana pasada, las negociaciones para un alto al fuego no han avanzado significativamente. La reciente escalada parece haber agotado la paciencia del presidente, quien ahora evalúa medidas más duras. “Estamos considerando sanciones adicionales, absolutamente”, afirmó Trump a periodistas en Morristown, Nueva Jersey, antes de subir al Air Force One.
No obstante, Trump también criticó a Zelenskyy, acusándolo de “no ayudar a su país” con sus declaraciones públicas. Zelenskyy había cuestionado previamente el “silencio” de Washington ante los ataques rusos, lo que generó fricciones. Esta postura ambivalente refleja el delicado equilibrio que Trump busca mantener: mediar entre las partes mientras enfrenta presiones internas para adoptar una línea más firme contra Moscú.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. EFE/EPA/Jim Lo Scalzo
Reacciones internacionales
La comunidad internacional ha reaccionado con rapidez. La Unión Europea, a través de su alta representante para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, instó a “aumentar la presión sobre Rusia” para detener la guerra. Alemania, bajo el liderazgo del canciller Friedrich Merz, anunció que los aliados de Ucrania han eliminado restricciones en el uso de armas occidentales, permitiendo a Kiev atacar posiciones militares rusas con mayor alcance. Rusia calificó esta medida como “una escalada peligrosa”. Por su parte, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, señaló que los ataques nocturnos de Rusia demuestran que Putin “no tiene interés en la paz”.
Un elemento alarmante es la creciente cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte. Ucrania denunció que uno de los misiles utilizados en Kiev era de origen norcoreano, lo que viola los embargos de la ONU. Aunque Moscú y Pyongyang lo niegan, esta colaboración añade una nueva dimensión de tensión al conflicto.
Impacto en la estabilidad global
La escalada en Ucrania y las declaraciones de Trump plantean serias interrogantes sobre el futuro de la estabilidad global. La intensificación de los ataques rusos, combinada con la amenaza de nuevas sanciones estadounidenses, podría agravar las tensiones económicas, especialmente en el mercado energético. Desde 2022, las importaciones de petróleo ruso a Estados Unidos han caído drásticamente, pero países como China e India siguen siendo grandes compradores. Si Trump implementa sanciones secundarias contra los compradores de petróleo ruso, los precios globales del crudo podrían dispararse, afectando a economías dependientes de estos flujos.
Además, las recientes conversaciones en Estambul entre Rusia y Ucrania, que solo lograron un intercambio de 1,000 prisioneros por cada lado, muestran que un alto al fuego está lejos de alcanzarse. Putin insiste en mantener el control de aproximadamente el 20% del territorio ucraniano, incluida Crimea, mientras que Kiev exige garantías de seguridad a largo plazo, incluyendo una posible integración a la OTAN. Estas posiciones irreconciliables complican las negociaciones.

Fotografía de archivo fechada que muestra al presidente estadounidense Donald J. Trump (d), mientras estrecha la mano del presidente ruso, Vladímir Putin. EFE/Michael Klimentyev/Sputnik/Kremlin
El camino hacia el futuro
La condena de Trump a Putin y la postura de Estados Unidos reflejan un momento crítico en el conflicto ucraniano. La amenaza de nuevas sanciones, el aumento del apoyo militar europeo a Ucrania y la retórica cada vez más dura de los líderes mundiales sugieren que la presión sobre Rusia está creciendo. Sin embargo, la falta de avances en las negociaciones y la continua escalada militar indican que el camino hacia la paz sigue siendo incierto.
El impacto global de esta crisis trasciende el campo de batalla. Las sanciones propuestas por Trump podrían alterar los mercados energéticos y las cadenas de suministro globales, mientras que la creciente colaboración entre Rusia y actores como Corea del Norte plantea riesgos adicionales. A medida que el mundo observa, la gran pregunta persiste: ¿podrán las palabras de Trump traducirse en acciones que cambien el rumbo de esta guerra, o serán solo un eco en un conflicto que parece no tener fin?