La reforma laboral del presidente Gustavo Petro ha encendido nuevamente las calles de Colombia, con movilizaciones masivas programadas para este miércoles y jueves, 28 y 29 de mayo. Las tensiones entre el Ejecutivo y el Congreso están en su punto más alto, mientras Petro insiste en una consulta popular para avanzar con su iniciativa, rechazada por el Senado el pasado 14 de mayo. El mandatario, acompañado de centrales obreras, estudiantes y diversos sectores, busca presionar al legislativo para que apruebe su propuesta, que incluye medidas como el aumento del pago por horas extras y mejores condiciones para estudiantes en prácticas laborales.
El lunes, Petro presentó una nueva solicitud de consulta popular, esta vez con 16 preguntas, incorporando cuatro adicionales relacionadas con la reforma a la salud, según informó el Ministerio del Interior. «Ahora con tranquilidad, pero sabiendo que los derechos no se mendigan, le corresponde al pueblo reunirse en cabildo en todos los municipios de Colombia», escribió Petro en su cuenta de X tras el rechazo inicial del Senado. La consulta original proponía cambios como la disminución de la jornada laboral y el pago al 100% por trabajo en festivos, pero el legislativo la archivó, lo que llevó al presidente a convocar a estas jornadas de protesta.
Reforma laboral: apoyo y críticas en las calles
Las movilizaciones cuentan con el respaldo de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT), cuyo presidente, Fabio Arias, confirmó su participación. «La movilización social será por la consulta popular, porque están haciendo trizas las reformas sociales y en particular la reforma laboral en la Comisión Cuarta del Senado», afirmó Arias el lunes en una conferencia de prensa. Sin embargo, no todos están de acuerdo con la estrategia de Petro. Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios, expresó en X su preocupación: «Muy interesados algunos en tumbar la reforma laboral… parece ser que solo están interesados en política y elecciones».
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Por su parte, la senadora Angélica Lozano, del Partido Verde, quien lidera el proyecto de reforma laboral que el Congreso revivió tras rechazar la consulta popular, defendió su postura. «Algo debo estar haciendo bien cuando los extremos se incomodan ante el trabajo hecho. Decirle que NO a todo es fácil y popular. Lo difícil es construir consensos para sacar adelante una reforma que le sirva a la gente», señaló en X. Lozano ha sido clave en el debate, pero su papel también ha generado críticas, especialmente del Pacto Histórico, partido de gobierno, que incluso presentó un nuevo proyecto de reforma laboral esta semana.
El impacto político de la reforma laboral en Colombia
La discusión trasciende lo laboral y se proyecta hacia las elecciones de 2026. Analistas como Oscar Montes han advertido sobre las implicaciones de estas movilizaciones. En una entrevista con CNN, Montes señaló: «Sería la primera vez que un gobierno convoca y promueve una huelga general para desconocer decisiones adoptadas por el Senado. Eso sería muy grave para el sistema democrático». Petro ha sugerido incluso la posibilidad de una huelga indefinida a través de los cabildos abiertos que ha convocado, una idea que ha alarmado a sectores políticos y económicos.

Empresarios como Luis Carlos Sarmiento, uno de los más influyentes del país, han mostrado una postura más conciliadora. En un evento reciente en Medellín, Sarmiento expresó: «Estamos totalmente de acuerdo. Yo creo que lo que toca es concentración en esa discusión en el Congreso y sacar adelante lo que se ha planteado». Sin embargo, el camino no parece sencillo. El Congreso, liderado por figuras como el presidente del Senado, Efraín Cepeda, ha defendido su autonomía, y la relación con el Ejecutivo sigue deteriorándose, dejando un panorama incierto para las reformas sociales de Petro a poco más de un año del fin de su mandato.