Una grave crisis en Panamá ha llevado al Gobierno a declarar el estado de emergencia en la provincia de Bocas del Toro este martes 27 de mayo, justo cuando las protestas y bloqueos viales alcanzan niveles críticos. La situación se agudizó tras el anuncio de Chiquita Panamá, la principal bananera del país, de suspender todas sus operaciones y despedir a casi 5.000 trabajadores en huelga, dejando a la región al borde del colapso económico. Las autoridades trabajan para contener el impacto, mientras la comunidad local enfrenta escasez de provisiones y un futuro incierto.
El estado de emergencia, aprobado por el Consejo de Ministros a través de la Resolución 48, incluye la creación de una Comisión de Alto Nivel para abordar los efectos de la huelga bananera y los cierres de carreteras que han aislado partes de Bocas del Toro, una provincia insular fronteriza con Costa Rica. Según el ministro de la Presidencia, Juan Carlos Orillac, la medida no suspenderá garantías fundamentales, sino que busca agilizar contrataciones y proyectos clave para reactivar la economía local. Actualmente, 21 proyectos gubernamentales en áreas como agua, transporte y turismo están en marcha, pero la crisis amenaza con paralizarlos.
Las raíces de la protesta en Bocas del Toro
La crisis actual en Panamá tiene su epicentro en Bocas del Toro, donde los trabajadores bananeros se unieron hace más de un mes a una huelga nacional liderada por el sindicato Suntracs y docentes, en rechazo a una ley que reforma la Seguridad Social. Esta legislación, aprobada por el Gobierno de José Raúl Mulino, busca ajustar las jubilaciones, pero los trabajadores la consideran perjudicial para sus pensiones futuras. Las protestas han derivado en cerca de 30 bloqueos en carreteras, algunos disueltos con gas lacrimógeno por la policía, lo que ha generado denuncias de uso excesivo de la fuerza por parte de los manifestantes.
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Orillac explicó que la declaración de emergencia no busca intervenir directamente en los bloqueos, sino reactivar la provincia sin recurrir a la violencia. Sin embargo, la región, dependiente del turismo y la industria bananera, sufre las consecuencias de la parálisis. Chiquita Panamá, que domina el 90% de la producción bananera nacional, reportó pérdidas superiores a 75 millones de dólares debido al «abandono total» de las fincas, lo que llevó a la suspensión indefinida de sus operaciones de siembra, empaque y exportación.
Impacto económico de la crisis en Panamá
La crisis ha golpeado duramente a Bocas del Toro, donde Chiquita Panamá empleaba a más de 7.000 personas antes de los despidos masivos. La empresa despidió a casi 5.000 trabajadores tras un diálogo fallido con el sindicato, y aunque ofreció liquidaciones, solo unos pocos han reclamado sus pagos. La ministra de Trabajo, Jackeline Muñoz, describió la situación laboral como «bastante compleja», señalando que tanto Chiquita como Ilara Holding, otra empresa bananera clave, han suspendido a 4.900 empleados, afectando a miles de familias.
El Gobierno ha establecido un puente humanitario para llevar alimentos, medicinas y combustible a la provincia, aislada por los bloqueos. Muñoz destacó que el plan de emergencia busca generar nuevos empleos para compensar el golpe, pero la dependencia de la región del sector bananero complica la recuperación. Chiquita advirtió que el daño a las plantaciones es irreversible, y el turismo, otra fuente vital de ingresos, también se resiente por la inestabilidad. Mientras tanto, la Comisión de Alto Nivel, integrada por ministros de Salud, Trabajo, Seguridad y Desarrollo Agropecuario, trabaja para mitigar el impacto, aunque no se ha fijado una duración específica para el estado de emergencia.
La tensión sigue creciendo, con comunidades locales exigiendo soluciones mientras las autoridades intentan equilibrar la reactivación económica con la resolución del conflicto laboral. Las imágenes de carreteras bloqueadas y fincas abandonadas reflejan la magnitud de la crisis en Panamá, que pone en jaque no solo a Bocas del Toro, sino al prestigio del país como exportador bananero en la región.