Trump ofrece a Canadá unirse a proyecto antimisiles a cambio de ser estado 51. “Es una extorsión mafiosa”, dice Canadá. ¿Tensará esto las relaciones bilaterales?
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desató una tormenta diplomática al ofrecer a Canadá unirse gratuitamente a su ambicioso sistema antimisiles, la “Cúpula Dorada”, a cambio de convertirse en el estado 51 de EE.UU. La propuesta, publicada en Truth Social, fue calificada por Canadá como “extorsión mafiosa” y “soborno”, elevando las tensiones en una relación ya marcada por aranceles y disputas comerciales. “Le dije a Canadá, que anhela nuestro fabuloso sistema, que costará $61,000 millones si siguen siendo una nación separada, pero será gratis si se convierten en nuestro querido estado 51”, escribió Trump, asegurando que Ottawa “está considerando la oferta”. ¿Podría esta provocación redefinir las relaciones bilaterales entre ambos países?
La Cúpula Dorada: Un proyecto ambicioso
Anunciada desde el Despacho Oval, la “Cúpula Dorada” es un sistema de defensa antimisiles inspirado en la Cúpula de Hierro de Israel, pero con alcance global, diseñado para interceptar misiles balísticos, hipersónicos y de crucero, incluso desde el espacio. Con un costo estimado de $175,000 millones, el proyecto, liderado por el general Michael Guetlein, promete estar operativo para 2029. Trump ha promovido la iniciativa como “el mejor sistema jamás construido”, destacando una inversión inicial de $25,000 millones en el presupuesto del Congreso. Sin embargo, expertos advierten que los costos podrían superar los $200,000 millones debido a desafíos técnicos, como la integración de sensores espaciales.
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Canadá, socio de EE.UU. en el Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD) desde 1958, expresó interés inicial en la Cúpula Dorada. La oficina del primer ministro Mark Carney confirmó “conversaciones amplias y constructivas” con Washington para explorar su participación. Sin embargo, la oferta de Trump de anexión como condición para acceso gratuito cambió el tono. Si Canadá opta por mantenerse independiente, Trump exige $61,000 millones, cerca de un tercio del costo total, para unirse al sistema.
Canadá rechaza la “extorsión”
La respuesta canadiense fue contundente. Bob Rae, embajador de Canadá ante la ONU, calificó la propuesta como “extorsión mafiosa” en redes sociales, mientras el diputado liberal Doug Eyolfson la llamó “escandalosa” y un “soborno” para convertir a Canadá en el estado 51. El primer ministro Mark Carney, en una entrevista con CBC, describió la idea como “inaceptable”, aunque reconoció a la Cúpula Dorada como una “buena idea” para la defensa continental. Carney enfatizó que el 75% del gasto militar canadiense va a EE.UU., y anunció planes para diversificar alianzas con Europa, buscando reducir la dependencia de Washington.
La retórica de Trump no es nueva. Desde diciembre de 2024, ha sugerido repetidamente que Canadá se una a EE.UU., prometiendo beneficios como una reducción de impuestos del 60% y protección militar sin precedentes. En enero, afirmó que Canadá enfrentaba déficits comerciales insostenibles y que su anexión eliminaría la “frontera artificial”. Estas declaraciones, combinadas con aranceles impuestos en 2024, han tensado la relación bilateral, con Canadá boicoteando productos estadounidenses y cancelando viajes a EE.UU.
Contexto de tensiones crecientes
La oferta de Trump llega en un momento de fricciones. En marzo, propuso canalizar agua de la Columbia Británica a California para aliviar la sequía, una idea rechazada por Canadá. Además, EE.UU. ha amenazado con retirarse de tratados sobre los Grandes Lagos, un punto crítico para ambos países. La Cúpula Dorada, presentada como una solución a las amenazas de China y Rusia, ha generado críticas internacionales. Rusia y Corea del Norte advierten que el sistema podría “desestabilizar el equilibrio estratégico global” y fomentar una carrera armamentista en el espacio.
El rey Carlos III, durante una visita a Canadá, defendió la “autodeterminación” del país, un mensaje visto como una respuesta directa a Trump. Canadá, miembro de la Commonwealth y la OTAN, ve la oferta como una amenaza a su soberanía. Jordan Heath-Rawlings, periodista de The Big Story, sugirió que Trump busca los recursos naturales de Canadá, especialmente en el Ártico, cuya relevancia crece con el cambio climático.
Implicaciones globales y domésticas
La propuesta ha avivado el debate interno en Canadá. Mark Carney, quien asumió como primer ministro tras la renuncia de Justin Trudeau en marzo, enfrenta presión electoral. Pierre Poilievre, líder conservador, critica la dependencia de EE.UU., pero también rechaza la anexión. Mientras tanto, la Cúpula Dorada enfrenta escepticismo en EE.UU. Analistas como la Brookings Institution la califican de “técnicamente irrealizable y económicamente debatible” por su costo y complejidad.
Un futuro incierto
La propuesta de Trump, comparada por algunos con tácticas de El Padrino, ha puesto a Canadá en una encrucijada. Unirse a la Cúpula Dorada sin costo implicaría ceder soberanía, mientras que pagar $61,000 millones es políticamente inviable. Carney apuesta por alianzas europeas, pero la dependencia de NORAD y el 75% del gasto militar ligado a EE.UU. limitan sus opciones. En EE.UU., la Cúpula Dorada enfrenta oposición en el Congreso, donde legisladores cuestionan su viabilidad frente a necesidades internas como infraestructura.
¿Tensará esta oferta las relaciones bilaterales o abrirá un nuevo capítulo de cooperación? Mientras Canadá defiende su independencia y Trump insiste en su “arte de la negociación”, el mundo observa si esta provocación es un farol o un paso hacia una redefinición geopolítica. Por ahora, la Cúpula Dorada brilla más como una herramienta de presión que como un escudo real.