El presidente Donald Trump conmutó este miércoles 28 de mayo de 2025 las seis cadenas perpetuas que cumplía Larry Hoover, fundador de la pandilla Gangster Disciples en Chicago, tras una campaña liderada por el artista Ye, conocido anteriormente como Kanye West. La noticia sigue generando reacciones, aunque Hoover no saldrá en libertad total. Será trasladado de la prisión federal de máxima seguridad en Colorado a una cárcel estatal en Illinois para cumplir una sentencia de 200 años por delitos previos. La decisión, confirmada por la Casa Blanca, marca un giro en el caso de uno de los criminales más notorios de Illinois, según documentos judiciales.

Hoover, de 74 años, fue condenado en 1997 por liderar una red de tráfico de drogas y violencia desde prisión, generando ingresos de hasta 109 millones de dólares anuales con la venta de cocaína y otros narcóticos. Los fiscales lo describieron como el “presidente de la junta” y “el rey” de la pandilla, que operó desde los años 70. Aunque lleva décadas tras las rejas, su influencia persistió, lo que llevó a su traslado al supermax de Colorado. La intervención de Ye, quien abogó por su liberación durante una visita a la Oficina Oval en 2018, fue clave para que Trump reconsiderara el caso, según un comunicado oficial.
Un caso de rehabilitación debatido
La conmutación de las cadenas perpetuas de Larry Hoover ha reavivado el debate sobre su rehabilitación. Sus abogados, Jennifer Bonjean y Justin Moore, celebraron la decisión, argumentando que los tribunales habían ignorado el “progreso” de su cliente. “A pesar de la renuencia de la Corte a hacer lo correcto, el señor Hoover ha mantenido su voz viva gracias a sus defensores”, señalaron en un comunicado. Hoover, desde prisión, afirmó haber renombrado su grupo a “Growth and Development” y renunciado a actividades criminales, un cambio que sus letrados defienden tras casi 30 años en aislamiento.
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Sin embargo, las autoridades penitenciarias de Illinois han expresado preocupaciones sobre su posible influencia sobre la pandilla, que sigue activa en Chicago. Hoover fue inicialmente condenado en 1973 por el asesinato de William “Pooky” Young, un distribuidor rival, y su historial incluye órdenes de violencia y narcotráfico. Aunque la Casa Blanca no detalló los motivos de la conmutación, el caso ha destacado la presión de figuras públicas como Ye, quien agradeció a Trump en redes sociales por la decisión, según registros oficiales.
Reacciones y futuro incierto
La noticia de la liberación de Hoover ha desatado reacciones encontradas. Su hijo, Larry Hoover Jr., ha pedido durante años su liberación, mientras que algunos exmiembros de la pandilla, como Wallace Bradley, ven el paso como una oportunidad de redención. Bradley, un exenforcer, dijo sentirse “feliz más allá de lo imaginable” por la decisión. Sin embargo, críticos dentro del sistema penitenciario argumentan que su historial de crímenes violentos justifica mantenerlo bajo custodia estricta, especialmente tras su condena estatal que aún lo retiene.
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Hoover será transferido a una prisión estatal en Illinois, pero no hay claridad sobre su fecha de liberación definitiva, que depende de las autoridades estatales. La conmutación federal elimina sus sanciones en el sistema penitenciario federal, pero su sentencia de 200 años sigue vigente. Mientras tanto, el caso ha puesto bajo escrutinio el uso de clemencia presidencial, con la Casa Blanca anunciando esta semana más de 20 acciones similares. En Chicago, donde los Gangster Disciples aún operan, la comunidad observa de cerca los próximos pasos de este controvertido líder que ahora enfrenta un nuevo capítulo tras décadas de encierro.