La salud mental infantil está en el centro de la atención en Texas después de que Texas Children’s Hospital en el centro médico de Houston reportara un récord alarmante de ingresos en abril de 2025. Este viernes 30 de mayo, las autoridades del hospital confirmaron que 647 menores fueron atendidos en urgencias por problemas relacionados con pensamientos, comportamientos e intenciones suicidas, una cifra que supera con creces los 485 casos registrados en marzo. Este aumento sin precedentes ha puesto en alerta a la comunidad y a los expertos, quienes señalan que el fin del año escolar podría estar detrás de esta crisis.
Los médicos del hospital han destacado que este repunte no es casual. Factores como el estrés por exámenes finales, las presiones de las redes sociales, los romances escolares y el acoso escolar están pesando más que nunca en los niños y adolescentes. “El fin del año escolar trae consigo varios factores estresantes que pueden afectar la salud mental de los menores, y es crucial que los padres estén atentos a cualquier cambio en el comportamiento de sus hijos”, explicó una especialista del hospital, subrayando la importancia de actuar a tiempo para evitar tragedias.
Salud mental infantil: Un récord que preocupa
La salud mental infantil en Texas está enfrentando un momento crítico, y las cifras de abril lo demuestran. Según el hospital, el número de niños ingresados por crisis emocionales y suicidas casi duplicó las estadísticas de meses anteriores, reflejando una tendencia que ha ido creciendo desde la pandemia. Entre los casos atendidos, se han visto menores tan jóvenes como 6 y 7 años mostrando comportamientos suicidas, algo que ha sorprendido incluso a los profesionales de la salud. “Hemos notado un aumento en niños que expresan pensamientos de autolesión, y eso nos obliga a redoblar esfuerzos”, señaló un miembro del equipo médico.
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El hospital ha creado un grupo interno para abordar esta emergencia, enfocándose en identificar las causas y mejorar la atención inmediata. Los expertos creen que el aislamiento provocado por la pandemia, combinado con el uso excesivo de redes sociales, ha dejado huellas profundas en los más pequeños, especialmente al cerrar el ciclo escolar, un periodo que suele ser de transición y presión para muchos estudiantes.
Apoyo para las familias
Frente a esta crisis, las familias están buscando respuestas, y figuras como Sergio Aguirre, de la Alianza Nacional No Lucrativa de las Enfermedades Mentales filial Houston (NAMI Houston), están jugando un papel clave. Aguirre, quien coordina programas educativos, ofrece charlas para romper el estigma, especialmente en la comunidad hispana, donde hablar de estos temas sigue siendo tabú. “No tengan miedo de pedir ayuda, es el primer paso para apoyar a sus hijos”, aconsejó, animando a los padres a estar atentos a señales como tristeza prolongada o cambios drásticos en el comportamiento.
NAMI Houston está disponible para guiar a las familias, ofreciendo recursos y apoyo emocional en un momento en que la demanda de servicios de salud mental ha superado las expectativas. El hospital también ha reforzado su personal y está trabajando en espacios más seguros para atender a estos pacientes, mientras las autoridades locales instan a los padres a buscar ayuda a través de líneas de crisis disponibles las 24 horas. Con el verano a la vuelta de la esquina, muchos esperan que las vacaciones escolares puedan aliviar algo de la presión, aunque los expertos advierten que la vigilancia debe continuar para proteger a los niños más vulnerables.