Trump da la bienvenida al Mundial, pero no por mucho tiempo
Durante una reunión del grupo de trabajo sobre la Copa Mundial 2026, celebrada esta semana en la Casa Blanca, el gobierno de Donald Trump envió un mensaje mixto a los aficionados al fútbol que planean visitar Estados Unidos: bienvenidos, pero solo por el tiempo que permita la visa.
El vicepresidente JD Vance fue directo en su advertencia: “Todo el mundo es bienvenido a venir y ver este increíble evento. Pero cuando se acabe el tiempo, tendrán que volver a casa. Si no, tendrán que hablar con la secretaria Noem”, refiriéndose a Kristi Noem, actual secretaria de Seguridad Nacional. Aunque Noem no amplió el comentario, otros funcionarios como el secretario de Transporte, Sean Duffy, reforzaron el mensaje al subrayar que los visitantes no deben quedarse más allá de lo permitido legalmente.
Restricciones migratorias, incluso para turistas
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Las advertencias forman parte de una estrategia más amplia del gobierno de Trump, que ha endurecido significativamente las políticas migratorias en los últimos meses. Aparte de intensificar la deportación de inmigrantes indocumentados, la administración también ha tomado medidas contra personas con estatus migratorio legal, incluyendo titulares de visas y green cards, en algunos casos por razones políticas.
Esta línea dura ya ha generado advertencias de viaje por parte de varios países, que recomiendan a sus ciudadanos tener precaución si planean visitar Estados Unidos, incluso como turistas.
El reto de equilibrar turismo e ideología
A solo un año del inicio del Mundial 2026, la postura del gobierno ha generado dudas sobre si este enfoque afectará el atractivo turístico del evento, que tradicionalmente moviliza a millones de aficionados de todo el mundo.
Durante la edición anterior celebrada en Catar en 2022, más de 3,4 millones de personas asistieron a los partidos, con más de un millón de visitantes internacionales. Para la edición de 2026, se espera un volumen aún mayor, ya que por primera vez la Copa del Mundo contará con 48 selecciones nacionales en lugar de 32.
Ciudades sede en EE.UU. y medidas de seguridad
Estados Unidos será el principal anfitrión del torneo, con 78 de los 104 partidos programados en su territorio. Las ciudades sede incluyen Atlanta, Boston, Dallas, Houston, Kansas City, Los Ángeles, Miami, Nueva York/Nueva Jersey, Filadelfia, Seattle y San Francisco. La final se jugará en el estadio MetLife en Nueva Jersey.
México acogerá partidos en Guadalajara, Ciudad de México y Monterrey; y Canadá lo hará en Toronto y Vancouver.
Trump expresó su respaldo al potencial económico del torneo y señaló que apoya la asignación de 625 millones de dólares para reforzar la seguridad del evento. “Estos eventos, si se hacen bien, generan una enorme cantidad de dinero y prestigio”, afirmó el mandatario.
Advertencias para manifestantes y tensiones políticas
El presidente también fue consultado sobre si su gobierno pondría restricciones a manifestantes propalestinos durante el Mundial. Aunque respondió que la protesta está permitida, advirtió que debe ser “razonable” y no “problemática”. Mencionó que la fiscal general Pam Bondi, presente en la reunión, tomaría acciones si se considera que alguna manifestación excede los límites.
El gobierno de Trump ya ha iniciado procedimientos para deportar a ciudadanos extranjeros, incluidos titulares de residencia permanente, por su participación en protestas propalestinas en campus universitarios. Esto ha desatado un debate nacional sobre la libertad de expresión y los derechos protegidos por la Primera Enmienda.
En la Copa Mundial de 2022 en Catar, las muestras de solidaridad con Palestina fueron comunes. Jugadores y aficionados desplegaron banderas y pancartas durante los partidos, especialmente los protagonizados por selecciones del mundo árabe.
Preparativos para un evento histórico
Como parte de los preparativos, la secretaria Noem señaló que su departamento ya está tramitando solicitudes de visa y documentación para un torneo de clubes patrocinado por la FIFA que se realizará este verano en EE.UU., considerado un ensayo previo a la Copa del Mundo.
Trump también anunció la designación de Andrew Giuliani, hijo de Rudolph Giuliani, como director ejecutivo del grupo de trabajo para la organización del Mundial. Giuliani Jr., exasesor de la Casa Blanca y golfista profesional, ha sido uno de los rostros más visibles de la nueva etapa de planificación del evento.
Con la seguridad reforzada y un fuerte mensaje de control migratorio, el gobierno busca proyectar una imagen de orden durante el torneo, mientras intenta aprovechar el impacto económico y político del evento deportivo más visto del planeta.