Advertencias de viaje siembran dudas sobre el Mundial 2026
La Copa Mundial de la FIFA 2026 será un evento histórico: por primera vez, tres países —Estados Unidos, México y Canadá— serán anfitriones del torneo más importante del fútbol internacional. Sin embargo, recientes decisiones del gobierno estadounidense están generando preocupación tanto dentro como fuera del país, debido a nuevas restricciones migratorias y tensiones comerciales que podrían afectar la logística del evento.
Durante una reunión del grupo de trabajo sobre la Copa Mundial celebrada en mayo en la Casa Blanca, el vicepresidente JD Vance y la secretaria de Seguridad Nacional Kristi Noem lanzaron mensajes claros a los visitantes: “Están invitados a disfrutar del torneo, pero deberán irse una vez que termine su estadía legal”. Las advertencias se enmarcan en la política migratoria más estricta que ha impulsado el presidente Donald Trump desde su regreso a la Casa Blanca.
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Advertencias y restricciones para turistas y aficionados
Uno de los puntos que más inquieta a gobiernos extranjeros y organizadores es la posibilidad de que se restrinja la entrada o permanencia de aficionados con visas temporales. Estados Unidos ya ha recibido críticas por su enfoque hacia los visitantes internacionales, y algunos países han emitido alertas de viaje instando a sus ciudadanos a actuar con cautela si planean asistir al torneo.
Funcionarios estadounidenses incluso han mencionado la posibilidad de rechazar la entrada a quienes participen en protestas durante el evento, especialmente si están relacionadas con causas internacionales como Palestina, tema que ya ha provocado tensiones diplomáticas. La fiscal general Pam Bondi advirtió en una reunión pública que “cualquier protesta debe mantenerse dentro de lo razonable o tendrá consecuencias”.
El posible regreso del FAN ID y obstáculos para migrantes
Otra de las ideas que está cobrando fuerza es la implementación de un sistema de identificación obligatorio para los asistentes al Mundial, similar al FAN ID utilizado en Rusia 2018 y Catar 2022. Este documento, vinculado al estatus migratorio de los visitantes, permitiría un mayor control sobre quién entra y sale del país durante el torneo. Si se adopta este sistema, podría excluir automáticamente a personas sin documentación legal en Estados Unidos, incluso si residen en ciudades sede como Los Ángeles, Houston o Nueva York.
Activistas por los derechos de los migrantes han criticado esta posibilidad por considerarla discriminatoria y contraria al espíritu internacionalista del fútbol.
Tensiones comerciales con México y Canadá complican el panorama
A las preocupaciones migratorias se suman las tensiones comerciales. En abril, Trump anunció nuevos aranceles a productos importados desde México y Canadá, generando incertidumbre sobre los suministros necesarios para la organización del evento. Aunque el gobierno estadounidense suspendió temporalmente estas tarifas, podrían ser reinstauradas si las relaciones diplomáticas no mejoran.
Estos aranceles afectarían especialmente a proveedores de materiales de construcción, tecnología y alimentos, sectores clave para la logística del Mundial. Las ciudades sede en Estados Unidos —incluyendo Miami, Seattle, Filadelfia, Kansas City y la bahía de San Francisco— dependen en gran medida de insumos importados para sus estadios e infraestructura turística.
Trump e Infantino mantienen alianza estratégica
A pesar de los desafíos, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha expresado su confianza en la capacidad de Estados Unidos para organizar un torneo exitoso. Infantino y Trump sostuvieron una reunión a inicios de año en Washington, donde reafirmaron su compromiso conjunto con el desarrollo del evento y abordaron también los preparativos del Mundial de Clubes que se celebrará este verano como antesala de la Copa del Mundo.
El gobierno de Trump ha designado a Andrew Giuliani, hijo del exalcalde de Nueva York Rudolph Giuliani, como director ejecutivo del grupo de trabajo para la Copa del Mundo. Giuliani cuenta con experiencia en la administración pública y en el mundo deportivo, lo que ha sido bien recibido por sectores conservadores.
Un Mundial de 48 selecciones y tres países anfitriones
El Mundial 2026 marcará un hito al incluir a 48 selecciones nacionales en un nuevo formato que amplía la participación global. El torneo se disputará del 11 de junio al 19 de julio, con 104 partidos, de los cuales 78 se jugarán en suelo estadounidense. México y Canadá recibirán 13 partidos cada uno en ciudades como Guadalajara, Ciudad de México, Monterrey, Toronto y Vancouver.
A pesar de las restricciones y advertencias, la expectativa por el torneo sigue creciendo. Sin embargo, la incógnita sobre cómo afectarán las políticas internas de Estados Unidos a la experiencia de millones de aficionados sigue abierta. Las próximas decisiones del gobierno podrían ser determinantes para el éxito —o la tensión— del evento más esperado del fútbol mundial.