La crisis humanitaria en la Franja de Gaza se intensifica, y el saqueo de camiones de ayuda humanitaria refleja el nivel de desesperación de la población. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) informó que 77 camiones cargados con harina, que ingresaron al sur de Gaza, fueron interceptados y saqueados, en su mayoría por personas hambrientas. Este incidente pone de manifiesto la grave escasez de alimentos y las dificultades para distribuir ayuda humanitaria en la región.
En un comunicado publicado en X, el PMA destacó que, tras casi 80 días de un bloqueo absoluto de suministros, la población gazatí está al límite. «La gente está hambrienta y no soporta ver comida pasar a su lado sin poder acceder a ella. Esta entrega es un primer paso, pero está lejos de ser suficiente», señaló la organización. Videos difundidos en redes
sociales muestran a palestinos cargando sacos de harina al hombro, arrastrando palets con cuerdas o transportándolos en bicicletas. Según fuentes locales, el saqueo ocurrió principalmente en el área de Jan Yunis, una de las zonas más afectadas por la crisis.
Obstáculos para la distribución de ayuda humanitaria en Gaza
Desde el levantamiento parcial del bloqueo israelí, impuesto el 2 de marzo de 2025, los envíos de ayuda humanitaria han llegado de forma intermitente. Los camiones, cargados principalmente con harina, enfrentan múltiples barreras: inspecciones exhaustivas, trabas burocráticas y la obligación de descargar su contenido en la entrada de la Franja para nuevas revisiones.
El brazo militar israelí que regula los asuntos civiles en los territorios palestinos ocupados (Cogat) reportó que 579 camiones de la ONU y otras organizaciones internacionales han ingresado a Gaza a través del cruce de Kerem Shalom, transportando harina, alimentos, equipos médicos y medicamentos. Sin embargo, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) advierte que solo la carga de unos 200 camiones ha sido distribuida entre la población.
Antes del conflicto, Gaza recibía unos 500 camiones diarios con suministros esenciales, una cifra que contrasta con la situación actual. La UNRWA ha señalado que la distribución de ayuda humanitaria en Gaza se ve obstaculizada por restricciones logísticas, inseguridad en las rutas y falta de coordinación para garantizar que los alimentos lleguen a quienes más lo necesitan. En muchos casos, los camiones quedan varados o son desviados, lo que genera frustración y desesperación entre la población.

Desplazados palestinos esperan el reparto de ayuda en Rafah, en el sur de Gaza, en una imagen de archivo. EFE/EPA/Haitham Imad
Caos en la búsqueda de alimentos
La situación en Gaza ha alcanzado un punto crítico, con más de 2.1 millones de personas enfrentando inseguridad alimentaria. La presión internacional llevó a Israel a permitir que una fundación distribuya cajas de alimentos en complejos militarizados, aunque, por ahora, solo uno opera de forma limitada en Rafah, al sur de la Franja. Esta medida excluye a más
de un millón de palestinos en el norte de Gaza, donde la ayuda humanitaria apenas llega.
Como resultado, miles de personas recorren largas distancias, a menudo a pie, en busca de alimentos, lo que provoca aglomeraciones y escenas de caos.
En un incidente reciente en Rafah, decenas de palestinos saltaron las vallas de un centro de distribución, desesperados por obtener comida. Según un comunicado oficial, la fundación ha repartido más de tres millones de raciones de alimentos en cinco días, pero esta cantidad sigue siendo insuficiente. El PMA asegura que cuenta con reservas suficientes para alimentar a toda la población de Gaza durante dos meses, siempre que Israel facilite el acceso sin restricciones. Sin embargo, las limitaciones impuestas y la inseguridad en las rutas de distribución han impedido que estas reservas lleguen a su destino.

Personas desplazadas piden comida en un campo de ayuda humanitaria de la ONU, en una fotografía de archivo. EFE/Haitham Imad
Impacto de la crisis humanitaria en Gaza
La crisis en Gaza no se limita a la escasez de alimentos. La población también enfrenta falta de acceso a agua potable, atención médica y refugio. Según la ONU, más del 80% de los gazatíes depende de la ayuda humanitaria para sobrevivir. La infraestructura de la Franja, dañada por años de conflicto y bloqueo, complica aún más la distribución de
recursos. Hospitales y escuelas, que suelen servir como centros de distribución, están abarrotados o han sido destruidos, dejando a muchas familias sin acceso a servicios básicos.
La Media Luna Roja Palestina ha reportado un aumento en los casos de desnutrición, especialmente entre niños y mujeres embarazadas. Por su parte, Médicos Sin Fronteras ha advertido sobre el colapso del sistema de salud en la región, agravado por la falta de
combustible para generadores y vehículos, lo que limita la capacidad de las organizaciones humanitarias para operar. Además, las condiciones climáticas extremas y la falta de saneamiento han incrementado el riesgo de enfermedades infecciosas, según la Organización Mundial de la Salud.