París celebra con caos: más de 500 detenidos tras la final
La histórica victoria del París Saint-Germain (PSG) en la final de la Champions League, con un contundente 5-0 ante el Inter de Milán, desató una fiesta masiva en las calles de la capital francesa la noche del sábado. Sin embargo, la celebración se vio empañada por una serie de disturbios y enfrentamientos que dejaron un saldo de más de 500 personas detenidas y cuantiosos daños materiales en varios puntos de la ciudad. Asimismo, se reporta dos aficionados y un policía fallecidos tras los disturbios.
Una Torre Eiffel iluminada y una ciudad en tensión
La Torre Eiffel se tiñó de los colores rojo y azul del PSG en honor a la gesta europea del equipo. Miles de aficionados salieron a las calles, especialmente en la emblemática Avenida de los Campos Elíseos, para festejar el título más importante en la historia del club parisino. Sin embargo, desde temprano comenzaron a reportarse incidentes protagonizados por grupos de encapuchados que no estaban allí para ver el fútbol, sino para enfrentarse a la policía.
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La Prefectura de Policía de París informó que durante la noche se realizaron 294 arrestos, muchos de ellos en la zona de los Campos Elíseos, donde se concentraron los incidentes más graves. También se reportaron actos vandálicos en la Puerta de Saint Cloud, cerca del estadio Parque de los Príncipes, sede del PSG.
Grupos violentos empañan los festejos
Según las autoridades, una “cantidad masiva” de personas se reunió en el centro de París, lo que obligó a desplegar a más de 4.500 agentes de seguridad para evitar desmanes. No obstante, los disturbios comenzaron incluso antes de que terminara el partido. Grupos de personas encapuchadas comenzaron a lanzar proyectiles, bengalas y fuegos artificiales contra los agentes antidisturbios, quienes respondieron con gases lacrimógenos y el uso de cañones de agua.
El ministro del Interior francés, Bruno Retailleau, calificó a los responsables como “bárbaros que han salido a las calles de París para cometer delitos y provocar a las fuerzas del orden”, dejando claro que no se trataba de verdaderos aficionados del PSG.
Saqueos y daños a la propiedad en el corazón de la ciudad
Varios comercios de los Campos Elíseos, advertidos por incidentes similares durante la semifinal del PSG frente al Arsenal, habían blindado sus vitrinas con paneles de madera. Aun así, una tienda de calzado deportivo fue asaltada por un grupo que logró entrar a la fuerza. La intervención rápida de la policía permitió detener a más de 30 personas en ese episodio.
En la zona de la Puerta de Saint Cloud, dos vehículos fueron incendiados y varios grupos de personas zarandearon autobuses. También se reportó la destrucción de mobiliario urbano, como marquesinas, papeleras y señales de tránsito. La policía tuvo que intervenir con firmeza para contener la violencia.
Autopistas bloqueadas y bengalas contra la policía
Otro foco de tensión se produjo en el Periférico, la autopista de circunvalación de París, donde varias personas con bengalas intentaron cortar el tráfico a pie, cerca del Parque de los Príncipes. La Prefectura informó que unidades antidisturbios actuaron “sistemáticamente” para garantizar la circulación, logrando detener a nueve personas en ese lugar.
Videos que circularon en redes sociales mostraron a los agentes enfrentando el lanzamiento de fuegos artificiales directamente hacia ellos, en escenas que pusieron en evidencia la magnitud de la violencia en ciertos sectores.
Celebraciones pacíficas en otras zonas de París
Pese a los disturbios, muchas áreas de la ciudad vivieron una celebración más pacífica. En plazas como la de la República y la de la Bastilla, grandes concentraciones de personas festejaron de manera festiva pero sin incidentes graves, más allá del encendido de bengalas y petardos.
En la calle Princesse, en el distrito 6 de París, la policía tuvo que evacuar la zona luego de que un pequeño incendio comenzara en el techo de un edificio, presuntamente provocado por artefactos pirotécnicos.
Amplio dispositivo de seguridad en toda la capital
Las autoridades habían desplegado un dispositivo de más de 5.400 agentes en París y su área metropolitana, anticipando posibles desmanes luego de lo ocurrido durante la clasificación del PSG a la final semanas antes. Aunque la mayoría de los aficionados celebraron de forma alegre y sin violencia, la intervención policial fue crucial para contener los focos de tensión que pusieron en riesgo la seguridad en la capital francesa durante una noche que debía ser solo de gloria futbolística.