Trump da marcha atrás y retira a aliado de Musk como jefe de la NASA
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este fin de semana que retira la nominación del empresario Jared Isaacman como administrador de la NASA, en una sorpresiva decisión que marca distancia con Elon Musk y su entorno más cercano. Isaacman, CEO de Shift4 Payments y figura destacada en la industria aeroespacial privada por su colaboración con SpaceX, era considerado un candidato fuerte para liderar la agencia espacial.
“Tras una revisión minuciosa de asociaciones previas, retiro la nominación de Jared Isaacman para dirigir la NASA”, escribió Trump en su red Truth Social. Aseguró que próximamente dará a conocer un nuevo candidato “alineado con la misión y que pondrá a Estados Unidos primero en el espacio”.
Donaciones a demócratas motivaron el cambio
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Fuentes cercanas al proceso indicaron que la decisión se tomó después de que el equipo del presidente conociera que Isaacman había realizado donaciones a campañas de figuras demócratas. Esta revelación habría causado inquietud en la Casa Blanca, donde se busca garantizar una dirección alineada con la visión política y estratégica del mandatario.
Una portavoz presidencial sostuvo que “es esencial que el próximo líder de la NASA esté completamente alineado con la agenda América Primero del presidente Trump”. Agregó que el nuevo administrador tendrá la responsabilidad de liderar la misión estadounidense hacia Marte, uno de los proyectos más ambiciosos del actual mandato.
Isaacman, una figura clave en el sector espacial privado
Jared Isaacman, de 42 años, ha ganado notoriedad en los últimos años por su activa participación en misiones espaciales junto a SpaceX. En 2023, protagonizó la primera caminata espacial realizada por un civil en una misión privada, lo que le valió elogios del propio Elon Musk, quien lo calificó como “competente y de buen corazón”.
Medios estadounidenses habían reportado que Musk había intervenido personalmente para recomendar a Isaacman como jefe de la NASA. Su cercanía con el fundador de Tesla y SpaceX parecía consolidar una relación estratégica entre el Gobierno y el sector tecnológico privado.
Distanciamiento de Musk con el Gobierno de Trump
La decisión de retirar la nominación coincide con un giro en la relación entre Trump y Elon Musk. El viernes pasado, Musk renunció a su cargo como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una oficina creada en el inicio del actual mandato para modernizar la administración pública y reducir el gasto federal.
Durante una ceremonia en la Casa Blanca, Trump agradeció la labor de Musk, señalando que “lideró el esfuerzo de reforma gubernamental más amplio y consecuente en generaciones”. No obstante, el empresario explicó que su salida responde a su intención de concentrarse en sus empresas.
“Aunque este sea su último día, Elon siempre estará con nosotros, ayudándonos en todo momento”, dijo el presidente en sus redes. Por su parte, Musk comentó: “Van a seguir haciendo un trabajo increíble”, refiriéndose al equipo que deja en el DOGE.
Apoyo político y muestras de afinidad
Durante su periodo como funcionario, Musk mantuvo un perfil político alto. Donó más de 250 millones de dólares a la campaña presidencial de Trump, participó en actos oficiales con gorras de campaña y encabezó eventos partidarios en distintos estados clave.
En febrero, Musk declaró: “Cuanto más conozco al presidente Trump, más me cae bien. Francamente, lo amo”. Trump, por su parte, lo describió como “un gran estadounidense”.
Incluso en momentos de crisis para Tesla, el mandatario ofreció respaldo institucional al permitir una exhibición de autos eléctricos de la compañía en la entrada principal de la Casa Blanca, interpretado como un gesto de apoyo político y comercial.
Un cierre simbólico y nuevas señales
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, también agradeció públicamente a Musk por su trabajo al frente del DOGE y expresó que el Congreso está listo para analizar los informes generados por la oficina.
Sin embargo, en sus últimas declaraciones, Musk dejó entrever un cambio de rumbo. “Creo que ya hice suficiente en materia política”, afirmó, sugiriendo el cierre de un ciclo en su implicación directa con el Gobierno.
Este contexto de distanciamiento parece haber influido en la decisión de Trump de tomar un nuevo camino en la dirección de la NASA, dejando atrás a un perfil vinculado estrechamente a Musk y apostando por un liderazgo que fortalezca su narrativa de supremacía espacial bajo la bandera de “Estados Unidos primero”.