¿Derrota para Sheinbaum? Baja participación golpea proyecto judicial
La jornada electoral de este domingo en México, calificada como “histórica” por el gobierno federal, registró una participación ciudadana de apenas el 13 %, lo que representa un duro golpe para la presidenta Claudia Sheinbaum y su proyecto de reforma judicial. Aunque el conteo definitivo se conocerá en dos semanas, los datos preliminares marcan un bajo entusiasmo del electorado frente a una de las transformaciones más profundas del sistema judicial en décadas.
El Instituto Nacional Electoral (INE) informó que la estimación de participación ciudadana osciló entre el 12,57 % y el 13,32 %, según una muestra aleatoria de casillas supervisadas por notarios públicos. La presidenta del organismo, Guadalupe Taddei, ofreció los datos en un mensaje a medios, confirmando que el nivel de participación fue considerablemente más bajo del esperado por el gobierno.
Objetivo no alcanzado: Sheinbaum quería superar el 20 %
Te Recomendamos
La presidenta Claudia Sheinbaum había convocado a la ciudadanía a participar “masivamente” en esta consulta inédita, que por primera vez permitió a los mexicanos elegir por voto directo a jueces, magistrados y ministros del poder judicial, tanto a nivel federal como en 19 entidades del país. El objetivo planteado desde Palacio Nacional era superar el 20 % de participación, una meta que buscaba dejar atrás el 17,77 % alcanzado en la consulta de revocación de mandato realizada en 2022 durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, la respuesta del electorado fue menor a la esperada. A pesar de ello, Sheinbaum celebró la jornada como un logro democrático. “La elección histórica del poder judicial del 1 de junio de 2025 ha sido todo un éxito. Cerca de 13 millones de mexicanos y mexicanas salieron a ejercer por primera vez en la historia quiénes deben ser los ministros, magistrados y jueces”, expresó en sus redes sociales.
Jornada sin incidentes pero con críticas por falta de información
El INE informó que la elección transcurrió sin incidentes relevantes y en un clima de orden y tranquilidad. Cerca de 100 millones de personas estaban habilitadas para votar en la elección de 881 cargos judiciales, incluida la renovación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), así como numerosos cargos en tribunales regionales y locales.
Pese a que el gobierno federal destacó la transparencia del proceso, diversos sectores académicos, asociaciones judiciales y organismos internacionales han cuestionado el modelo de votación directa para elegir a jueces, argumentando que la ciudadanía no recibió suficiente información para ejercer un voto consciente y que el mecanismo podría abrir la puerta a presiones indebidas o a la influencia del crimen organizado.
Sheinbaum defiende la consulta y critica al poder judicial actual
En su mensaje, Sheinbaum defendió la legitimidad de la elección y respondió a las acusaciones de querer cooptar al poder judicial. “Si quisiéramos cambiar al Poder Judicial para controlarlo, ¿qué sentido tendría hacer una elección universal? Mejor hubiésemos cambiado la Constitución para poner ministros a modo”, afirmó.
Además, reiteró sus críticas al sistema judicial vigente, al que acusó de favorecer a miembros de la delincuencia organizada y estar plagado de “nepotismo e impunidad”. En su visión, la elección representa una victoria democrática y un paso hacia la “renovación moral” del sistema judicial mexicano.
Balance agridulce para la presidenta tras su primer gran impulso reformista
Para Sheinbaum, quien asumió la presidencia en octubre de 2024 con la promesa de continuar la llamada Cuarta Transformación, esta elección significaba un primer gran referéndum ciudadano sobre su capacidad para impulsar reformas profundas. Si bien logró concretar un proceso inédito, la baja participación resta fuerza simbólica a su victoria y da argumentos a sus opositores, que han señalado la falta de garantías técnicas, la escasa pedagogía cívica y los riesgos de politización de la justicia.
La elección judicial ha dejado abierta la puerta a un nuevo capítulo de debate político e institucional en México. Mientras el gobierno insiste en el éxito del proceso, las cifras de participación muestran un desinterés ciudadano que podría condicionar el rumbo de futuras reformas estructurales impulsadas desde el Ejecutivo.