La Casa Blanca desveló este lunes 2 de junio de 2025 el nuevo retrato oficial del presidente Donald Trump, una imagen que ha captado la atención por su tono oscuro y su mirada desafiante. Tomada por el fotógrafo jefe de la Casa Blanca, Daniel Torok, esta fotografía muestra a Trump con su característica corbata roja sobre un fondo negro, marcando un contraste notable con retratos anteriores.
A diferencia de la imagen difundida en enero de 2025, que incluía una bandera estadounidense y una expresión más iluminada, este retrato oficial proyecta una estética sombría y seria, acorde con la imagen que el presidente parece querer transmitir en su segundo mandato. La revelación, acompañada de un video de ocho segundos publicado por la administración, ha generado revuelo y comentarios en redes sociales, donde algunos usuarios han elogiado su intensidad, mientras otros la comparan con un estilo más intimidante.
El nuevo retrato oficial llega apenas seis meses después del inicio del segundo mandato de Trump. Según la Casa Blanca, la fotografía busca capturar la determinación del presidente, quien ha estado en el centro de la atención pública tras decisiones controvertidas, como el despido de Kim Sajet, directora de la National Portrait Gallery, el pasado 30 de mayo. La imagen, con Trump vestido con un traje azul oscuro y un alfiler con la bandera estadounidense, elimina elementos tradicionales como la bandera al fondo, un detalle que había sido común en los retratos de presidentes anteriores durante más de cinco décadas, según registros históricos.
Un cambio drástico en el retrato oficial
El retrato oficial de Trump marca una evolución significativa respecto a su primera presidencia (2017-2021) y al retrato inicial de este año. En 2017, el entonces presidente aparecía sonriendo, con una expresión más afable, frente a una bandera estadounidense y un fondo claro. La fotografía de enero de 2025, tomada también por Daniel Torok, presentaba a Trump con una corbata azul y un semblante más iluminado, con la bandera al fondo, proyectando una imagen más accesible. Sin embargo, este nuevo retrato, descrito como “oscuro” y “sombrío” por observadores, muestra a Trump mirando directamente a la cámara con una expresión seria, casi desafiante, sobre un fondo negro que refuerza su presencia imponente.
NEW OFFICIAL PRESIDENTIAL PORTRAIT JUST DROPPED 🔥🇺🇸 pic.twitter.com/mmDIGRRJNi
— The White House (@WhiteHouse) June 2, 2025
La elección de este estilo no es casual. Trump ha demostrado un interés particular en controlar su imagen pública, como se evidenció en marzo de 2025, cuando expresó su descontento por un retrato colgado en el Capitolio del Estado de Colorado. En un mensaje publicado en su red social Truth Social, el presidente calificó esa obra, creada por la artista Sarah Boardman, como “lo peor” y la acusó de ser una distorsión intencionada.
“Preferiría no tener un cuadro a tener este”, escribió, criticando al gobernador Jared Polis, a quien llamó “de izquierda radical”, a pesar de que el encargo fue realizado por un legislador republicano. Este episodio subraya la importancia que Trump otorga a su representación visual, un tema recurrente en su carrera política.
La controversia detrás del nuevo retrato oficial
La presentación del retrato oficial no ha estado exenta de polémica. La decisión de reemplazar la imagen de enero, que ya había sido criticada por su similitud con una fotografía policial, según comentarios en redes sociales, parece ser un intento de proyectar una imagen más poderosa y menos controvertida.
Sin embargo, algunos usuarios en plataformas como X han señalado que el fondo negro y la expresión seria recuerdan a un estilo más autoritario, con comentarios que van desde elogios como “¡Se ve poderoso!” hasta críticas que lo comparan con un “retrato de villano”. La Casa Blanca no ha respondido directamente a estas reacciones, pero el video publicado muestra el retrato siendo colgado en el Eisenhower Executive Office Building, junto al de la vicepresidenta JD Vance.
El despido de Kim Sajet de la National Portrait Gallery días antes del lanzamiento del retrato añadió un contexto adicional. Según un comunicado de la Smithsonian Institution, la salida de Sajet, quien había dirigido el museo desde 2013, fue inesperada y generó críticas por su relación con el apoyo a iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI). Trump justificó la decisión en Truth Social, argumentando que el museo necesitaba un liderazgo alineado con sus prioridades. Aunque no hay evidencia directa de que este despido esté vinculado al nuevo retrato, la coincidencia temporal ha alimentado especulaciones sobre el control de Trump sobre las representaciones artísticas de su administración.
La imagen de Trump y su impacto
El retrato oficial no es solo una fotografía; es un símbolo de la presidencia de Trump en un momento de cambios significativos. Desde su regreso a la Casa Blanca, el presidente ha impulsado una transformación en la estética del lugar, incluyendo la reubicación de un retrato de Barack Obama en el East Wing y la instalación de una pintura que lo muestra en su pose de “lucha” tras el intento de asesinato en Butler, Pensilvania, el 13 de julio de 2024. Esta obra, colgada entre retratos de las ex primeras damas Laura Bush y Hillary Clinton, refleja el enfoque de Trump por destacar momentos icónicos de su carrera política.
A medida que la administración avanza, esta imagen será un recordatorio visual de la visión de Trump para su presidencia. Desde el Oval Office hasta las oficinas gubernamentales, el retrato acompañará los eventos clave de los próximos años, capturando la atención de quienes visiten la Casa Blanca o vean sus publicaciones oficiales. Por ahora, la mirada fija de Trump y su corbata roja seguirán siendo el centro de las conversaciones, tanto entre sus seguidores como entre sus críticos.